Los gobiernos no hablan por medio de sus promesas de campaña ni por sus discursos públicos cuando se encuentran en el ejercicio del poder. Los gobiernos se expresan a través de sus políticas públicas. Esa es su realidad y su materialidad. Por esas acciones son recordados y juzgados. Por ellas incluyen, excluyen, marcan agenda y pasan a la historia.
Sin embargo hay causas, muy pocas en tiempos de grieta y de electorado dividido en mitades, que no son de los gobiernos sino que los trascienden. Causas nacionales. Acuerdos que imponen políticas de Estado que superan los tiempos de los gobiernos y se rigen por los tiempos de la sociedad. Y una de ellas, para los argentinos, es Malvinas.
El sábado al cumplirse 34 años del inicio de la guerra que significó la muerte de 649 soldados, muchos de ellos chicos de apenas 18 años, Mauricio Macri rindió homenaje a los veteranos que combatieron en el Atlántico Sur. En el acto el Presidente reafirmó la soberanía Argentina sobre las islas. «Volveremos usando la fuerza del diálogo, de la verdad y la justicia», sostuvo.
Sólo 24 horas antes los actos del Gobierno Nacional se pronunciaron en sentido contrario. Es que en el marco de la ola de despidos masivos, que tuvo uno de sus focos en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Culto, se desmanteló el área creada para tratar el tema.
En el organismo que dirige Susana Malcorra, a principios de marzo se le bajó el rango a la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur, y la transformó en una subsecreataría. “La ex Secretaría de Islas Malvinas se ha transformado en la Subsecretaría de Malvinas y Atlántico Sur, como ha sido tradicionalmente”, justificó en aquel momento Malconrra.
Ahora, entre las aproximadamente 120 cesantías en la cartera, la decisión de la ministra fue despedir a la totalidad del personal asignado a la ya degradada Subsecretaría de Malvinas y Atlántico Sur. En respuesta ATE realizó una protesta y reclamó reincorporaciones inmediatas de todos los cesanteados.
Argentina reclama la soberanía sobre las islas desde 1833, cuando el Reino Unido ocupó el archipiélago. Y entre los objetivos principales de la Secretaría desmantelada se encuentra hacer cumplir la resolución 2065 de la Asamblea General de la ONU, aprobada en 1965, que reconoce la existencia de una disputa de soberanía entre el Reino Unido y la Argentina en torno a las Islas Malvinas. Dicha resolución reconoce que el caso Malvinas se encuadra en una situación colonial, que debe ser resuelta teniendo en consideración lo expresado en la resolución 1514 (XV), donde se establece el objetivo de eliminar toda forma de colonialismo.