El líder del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines (SEOCA) y diputado provincial por el Frente Renovador massista parece no tener paz. Julio Rubén Ledesma, Secretario General del SEOCA, hace más de 25 años tiene múltiples focos de conflicto que comienzan a explotar.
Mientras la violencia de su conducción lo pone a la espera de lo que resuelva el Ministerio de Trabajo en torno al futuro del gremio, la arbitrariedad de los manejos de fondos lo vuelven a dejar en la mira. Por esto último será denunciado en los próximos días para que se lo investigue por presunto enriquecimiento ilícito, a partir de la presentación que realizará la agrupación Dignidad y Transparencia, que lo acusa de manejo irregular de los fondos del sindicato y de ser propietario de varias firmas que lo proveen.
Desde la oposición señalan a Ledesma como el dueño de una importante cantidad de empresas que, no casualmente, son proveedoras del SEOCA. Apuntan específicamente a frigoríficos, servicio de transportes y distribuidoras de bebidas entre los negocios que presuntamente se realizan a nombre de testaferros. Además, le cuentan al líder mercantil varias propiedades entre casas, quintas, campos y casas de veraneo.
Pero los frentes abiertos por “El Negro”, como le dicen en La Matanza, son múltiples. También está a la espera la decisión de la justicia contra su hijo, Rodrigo Ledesma, Secretario de Juventud del sindicato, por haber agredido a miembros de la oposición en una asamblea que buscaba definir la conformación de la junta electoral. El episodio, sucedido el pasado 10 de mayo, cuenta con denuncias radicadas en la UFI Nº 3 de Morón, en las que se investiga a Rodrigo Ledesma y otros por atacar con golpes y balas a trabajadores de comercio que se disponían a presentar una lista alternativa en el gremio por primera vez en 24 años. En la misma causa se lo acusa del robo de objetos personales y documentación de la agrupación Dignidad y Transparencia.
El avance de las actuaciones expone los vínculos de la conducción del SEOCA con barrabravas. Las investigaciones sobre la violencia sindical de los Ledesma los unen con las barras de Morón y Laferrere, dos importantes clubes del ascenso del oeste del conurbano. Tan estrecha es la relación entre la conducción mercantil con estas barras, que ambas estuvieron presentes el pasado 26 de septiembre en los festejos que encabezó el propio Julio Ledesma por el día del empleado de comercio.
La violencia del SEOCA, que expulsó a la oposición de la asamblea que debía conformar la junta electoral, además provocó irregularidades que fueron constatadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación. La cartera laboral decidió, entonces, intervenir y suspender los comicios de renovación de autoridades. Desde ese momento el Ministerio no se expidió sobre los pasos a seguir, por lo que se espera su decisión para regularizar la situación y poner fin a la virtual acefalía del gremio.
Luego de la suspensión de los comicios y con el objetivo de amedrentar a los “revoltosos” la conducción del SEOCA comenzó un proceso sistemático de persecución de opositores. Desde entonces distintos referentes de la oposición percibieron un metódico hostigamiento en sus lugares de trabajo, despidos, y hasta fue baleado el domicilio de Maximiliano Gómez Peredo, delegado de Garbarino y dirigente opositor.
Cabe mencionar que “El Negro” Ledesma llegó a la conducción del SEOCA hace 25 años cuando, sin que mediaran elecciones, desplazó a Luis Sosa y asumió el liderazgo. Desde entonces maneja sus destinos con lista única y con un nivel de participación escaso. En las elecciones los sufragios nunca alcanzan al 10% del padrón de afiliados.
Pero la poca representatividad que encuentra en los empleados de comercio de zona oeste no parece ser un problema para la carrera sindical de Ledesma. Con intentos de armados de listas propias en las seccionales de Tucumán y Bariloche, entre otras, busca mojarle la oreja a Armando Cavalieri y sucederlo en la Federación de Empleados de Comercio. Además, desafía su conducción mostrándose en la CGT Azopardo con Moyano mientras Cavalieri está alineado con la CGT que lidera Antonio Caló.
Como si esto fuera poco, en el escenario político «El Negro» tiene sobre sus espaldas una agitada carrera en La Matanza que lo proyectó al escenario nacional y provincial. En 2009 asumió una banca como diputado nacional acompañando a Francisco De Narváez y en 2013 obtuvo su actual banca de diputado provincial como parte del armado político del Frente Renovador de Sergio Massa.
En esta trayectoria, el líder mercantil cuenta en su currículum con la particularidad de ser el único diputado nacional en votar en contra de la ley que garantiza el acceso integral a los procedimientos y técnicas de reproducción humana asistida.
La sinuosa actualidad político-sindical de Ledesma y las irregularidades dentro del SEOCA comienzan a traerle problemas dentro del massismo, donde ya lo miran con recelo, por su alto perfil que lo acerca cada vez más a los juzgados.