La trabajadora denunció en sus cuentas de Instagram y Facebook a la cadena de supermercados Supermax de la ciudad de Corrientes por prolongar el horario de atención al público hasta las 22, cuando el acuerdo nacional establece que el horario de cierre es a las 20 para evitar la propagación del coronavirus.
De acuerdo a documentación a la que accedió Télam, la cadena a cargo del empresario Alberto Castro llegó a un acuerdo con el municipio de Corrientes para extender el horario a las 22.
Varios trabajadores denunciaron que no se respetaba el acuerdo nacional y la empleada lo hizo en sus redes sociales
«Correntinos no vayamos a Supermax después de las 20, ayudemos a los trabajadores», escribió la empleada en sus cuentas de redes sociales, tras lo cual la empresa la despidió «con causa» y por «exclusiva culpa» de la trabajadora.
La «culpa» fue «por advertir que el supermercado no cumple con las medidas dispuestas para frenar la propagación del coronavirus», destacó la empleada.
La delegación Corrientes de la CGT emitió un comunicado en el que califica de «inconcebible» y «repudiable» la medida tomada por la empresa que «exige a todo el personal trabajar fuera del horario estipulado y consensuado por las autoridades nacionales».
El horario acordado para locales comerciales es de 7 a 20 «con la finalidad de resguardar no solo la salud de los trabajadores, sino también disminuir la circulación de personas» para cumplir con el aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia de coronavirus.
Expresó además que el Sindicato de Comercio de Corrientes denunció que en ese supermercado «se violan y se avasallan principios elementales de raigambre constitucional en lo laboral amedrentando al personal a no cumplir con el cierre de los locales a las 20».
La CGT correntina destacó que «el organismo de control debe ponerse a la altura de las circunstancias con responsabilidad, imparcialidad y coherencia para que en este escenario de emergencia, ninguna actividad se aproveche de ganar dinero espuriamente aprovechando la necesidad de la gente y exponiéndola a una realidad que pueda generar caos social y sanitario irresponsablemente».