Gabriela Barbato fue electa al frente del sindicato de profesionales del Senasa y advierte: «Estamos al límite, no sobra nadie»

La Asociación de Profesionales Universitarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Apumag) que representa trabajadores dentro del SENASA eligió a su primera dirigente mujer. Gabriela Barbato remarcó la importancia del organismo, hizo referencia a los recortes de personal y aseguró que «no sobra nadie».

El gremio representa a trabajadores estatales profesionales dentro del antes llamado Ministerio de Agricultura y especialmente relevante en el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), que dadas las tareas a cumplir en el organismo son buena parte de la dotación.

Gabriela Barbato es licenciada en Relaciones del Trabajo y se desempeña en el área de Administración de Senasa desde hace 32 años. El pasado 8 de marzo resultó electa secretaria general a cargo de la Asociación de Profesionales Universitarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Apumag) en una lista que contempló la paridad de género.

Senasa por sus particularidades, tiene un convenio colectivo sectorial diferenciado al del resto de los organismos estatales. Esto quiere decir, según explicó la presidenta de Apumag a Bichos de Campo, que no discute las escalas salariales generales de la administración pública que negocian ATE y UPCN, pero el gremio sí interviene en “las cuestiones inherentes a la carrera de los agentes o de los trabajadores de Senasa que se pueden negociar internamente”.

«Los profesionales, cuando se los necesita, son aplaudidos, son los mejores, pero siempre como que falta un reconocimiento hacia todo el esfuerzo que le puso el trabajador para poder formarse. No son carreras de dos minutos. Estamos hablando de carreras de veterinario, de ingeniero, que son como mínimo 6 años. Ninguno de nosotros cree que estén totalmente reconocidos. Por eso es la lucha nuestra», remarcó.

Barbato aseguró que trabajar en Estado «es lindo», por la importancia que tiene pero que, en el caso del Senasa, muchas personas no comprenden lo que hacen y lo desprecian: «Hay mil cosas cotidianas. Lo que pasa es que no sé si se nota afuera. Pero adentro estamos orgullosos. Es un gran pendiente contar. Tal vez por eso es de donde tenemos que salir a pelear esta situación».

La dirigente trae a colación la pandemia: “No nos olvidemos que, por ejemplo, la pandemia esta del Covid 19 surgió a partir de una zoonosis. O sea, Senasa tiene que controlar eso también.”.

Al ser consultada por la cercanía del 30 de junio y la prometida oleada de despidos desde Casa Rosada, Barbato remacó que en este momento «estamos justos, aunque en algunos casos falta, ¿por qué te digo que falta? Nosotros hace un año y medio, desde Apumag, estamos saliendo, a los 14 centros regionales. Vamos a visitar las oficinas más inhóspitas que se te ocurran. Hay veces que ves que falta gente, hay veces que llegás a una oficina y solamente tenés un veterinario que está siendo veterinario, pero a la vez hace de secretaria y también va al correo a despachar una muestra para el laboratorio. Esas cuestiones se dan. También se dan otros lugares en que estás con el plantel justo. Yo creo que estamos bien ahora. Pero si todo esto que se dice, que las exportaciones y todo lo demás van a ser el motor de la economía, si vas a certificar más, seguramente vas a necesitar más gente. O sea, estamos en el límite. No nos sobra, no nos sobra», remarcó.

La flamante jefa sindical critica especialmente la precaria situación en la que se ha colocado a los trabajadores del Estado al tener que estar pendiente de la renovación de sus contratos cada tres meses, como ha decidido la gestión de Javier Milei.

“Vos antes tenías un contrato que duraba un año. Firmabas un contrato el 1 de enero y hasta el 31 de diciembre tenías el contrato. Ahora todo es a los tres meses. Entonces, ¿cómo hacer para que la gente siga trabajando en forma motivada? ¿Cómo hacer para que ese profesional le siga poniendo ganas, cuando sabe que en tres meses puede quedarse sin trabajo? La verdad que no tiene ningún sentido”, señaló.