Aerolíneas Argentinas sigue mostrando las primeras cartas de su plan de ajuste. A la confirmación de la reducción de los vuelos del denominado «corredor petrolero», le sumó la baja de los vuelos directos a Brasilia (Brasil) y la reducción de vuelos a Roma (Italia), Barcelona (España) y Nueva York (EEUU). Según la empresa gestionada por Isela Costantitni se trata de todos destinos que no son rentables.
Todos estos anuncios de recortes, «le está causando mucho daño a la compañía», sostuvo Pablo Biró, titular del gremio de Pilotos. «En paralelo, el Gobierno autorizó a la empresa LAN Perú a volar a Salta y a Rosario (Santa Fe), por lo que se están tomando acciones tendientes a dañar a Aerolíneas Argentinas en el corto, mediano y largo plazo», se quejó Biró.
Ante esta situación, el secretario de Prensa de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), Marcelo Uhrich, señaló la preocupación de los gremios aeronáuticos. «Todos hablan de ajuste, de la reducción de un 30 por ciento del déficit, de recortes de gastos y costos, de cancelación de contratos y rutas y de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas», explicó Uhrich a Télam.
El dirigente, también vocero de la Federación Argentina del Personal Aeronáutico (FAPA), explicó que la conducción de la compañía estudia «las situaciones no rentables, lo que pondría en riesgo la continuidad de ciertas rutas aéreas», y señaló que «la Argentina no puede perder presencia en el mundo, en especial luego de que Aerolíneas fuese calificada de forma reciente como la segunda mejor compañía luego de American Airlines».
Otras fuentes gremiales consultadas aseveraron que la situación en la aerolínea de bandera obedece a «una interna», ya que mientras Isela Costantini -titular de la firma- apuesta al «desarrollo y crecimiento, otros sectores procuran solo achicar los costos».
«La Argentina no puede perder presencia en el mundo. Es la segunda mejor empresa luego de la estadounidense American Airlines respecto de los servicios», puntualizó Uhrich .
El sindicalista señaló que en breve la aerolínea de bandera presentará un plan, aunque adelantó que Costantini reclamó 1.000 millones de dólares para este año y solo «le ofrecieron 350, con lo cual es imposible mantener servicios e infraestructura».
«Costantini quiere presentar un plan para reducir el déficit de forma gradual en cuatro años, como corresponde. Otros quieren achicar», señaló el sindicalista, quien explicó que, por ejemplo, «si se considera que las aeronaves 340 no son rentables en sus rutas habrá que reemplazarlas por otras y ahorrando combustible».
«Todo esto lleva tiempo. No puede hacerse ya. Los 340 tienen todavía un contrato de leasing por otros dos años y hay que pagar. Si se solicita un presupuesto anual de 1.000 millones y se ofrecen 350 no se puede hacer mucho, pero mientras tanto se utilizaron 900 millones de esa moneda en tres días para contener el dólar», dijo.
Uhrich fue categórico al señalar que ningún gremio permitirá que se produzcan despidos y detalló que, hasta ahora, la aerolínea de bandera solo separó de sus funciones y cargos a «los ñoquis».
Los gremios aeronáuticos informan casi a diario de esta situación general en asambleas de afiliados, aunque aún ninguna organización decidió medidas de fuerza y solo está en «alerta o vigilia».
La propia Confederación General de Trabajadores del Transporte (CATT), que integran los gremios aéreos y lidera Juan Carlos Schmid, ya advirtió que «no aceptará un ajuste sectorial salvaje».
«Habrá problemas y conflictos si se impone un proyecto de achique y cierre de rutas y sucursales. Los gremios no aceptarán tampoco la política de cielos abiertos porque destruye empleos y la propia actividad, permite contratar a tripulación extranjera a bajo costo y, de forma fundamental, quiebra las leyes laborales», concluyó.