Daniel Yofra, secretario General de la Federación de Aceiteros, horas después de sepultar el techo salarial del Gobierno Nacional habló con el programa Segundo Semestre, en Radio Del Plata. sobre el cierre de las paritarias 2018, el techo salarial, la actualidad de la CGT y la situación en las plantas de Cargill.
«No creemos que los salarios deben fijarlos los mercados, sino los trabajadores», abrió el titular de la Federación de Trabajadores Aceiteros, en referencia al método de negociación que traslada el gremio a cada paritaria.
«La cuestión es que los trabajadores sepan cuanto tienen que ganar y después que sepan que las empresas pueden pagarlo», remarcó.
Aceiteros suele presentar, ante cada discusión salarial, el cálculo de cuánto debe ganar un trabajador para cumplir con lo determinado por el Salario Mínimo Vital y Móvil. Según las estimaciones oficiales del Gobierno porteño esa cifra está fijada en $30.650 al 1° de enero de este año.
«No peleamos por porcentajes, peleamos por lo que necesita un trabajador. ¿Por qué se tiene que discutir por la inflación y encima por la inflación futura como si hubiera que olvidar lo del año pasado?, se preguntó».
«Si el Gobierno decide no dar esos salarios a los empleados estatales o maestros, debería explicar a donde va esa plata», sostuvo respecto de las decisiones salariales del sector público.
Luego de señalar la media de ingresos del mercado de trabajo, muy por debajo de las estimaciones para cubrir la canasta básica, Yofra consideró: «Los trabajadores merecemos una vida digna. No puede ser que haya trabajadores en empresas muy grandes y sean pobres. Los trabajadores van a car cuenta de la actitud de sus dirigentes en algún momento».
Consultado sobre las expectativas que pone en el proceso de renovación de autoridades de la CGT, explicó: «Siempre tengo esperanza en que haya unidad y democracia sindical». Y agregó: «Hay muchos dirigentes que pueden conducir la CGT y obviamente no es lo mismo que la CGT organice un plan de lucha, a que lo hagan los gremios individualmente».
Por último, habló de la conflictiva situación que se vive en las plantas de Cargill, empresa que despidió a 33 empleados y ante las huelgas por su reincorporación resolvió dos lock out consecutivos: «La empresa, en un clima político donde el Gobierno apoya las medidas patronales, pretenden atemorizar a los trabajadores».
Y advirtió: «Si la semana que viene (por esta) no hay alguna solución, nosotros vamos a avanzar con una medida de fuerza nacional»