Las historias sobre la conducción del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) hace tiempo que dejan la tarea gremial en un segundo plano. Es que las constantes irregularidades en la administración, sumadas a las denuncias sobre el accionar poco claro de sus dirigentes y en especial de Omar «Caballo» Suarez, su secretario General, pusieron el foco en otro lugar.
Ahora, el problema para la conducción del gremio llega desde el Ministerio de Trabajo. Es que cuando Suarez quiso «reordenar» su poder y expulsar a los dirigentes opositores, desde la cartera laboral le aprobaron la nueva dirección gremial por un plazo excepcional de 90 días y sin renovación posible.
Sucede que el período aprobado desde Trabajo venció y actualmente el SOMU no tiene conducción legal. Es decir, quedó acéfalo.
Los comicios, que «Caballo» trató de adelantar insistentemente, también fueron ratificados por la cartera laboral, según la Ley Sindical y recién serán el año próximo, por lo que formalmente no habrá autoridades.
Otro capítulo de los problemas en el SOMU y de la conducción de Suarez, que hace tiempo están alejados de los problemas de los trabajadores de la actividad y se preocupan por otras cuestiones