El 2014 dejó como saldo un año de fuertes diferencias en torno a las negociaciones paritarias que potenciaron la brecha salarial entre las actividades. Cierres de acuerdos que tuvieron hasta 10 puntos porcentuales de diferencias fueron el saldo de un año complejo en materia económica.
Los primeros indicios que nos da este 2015 indican que no será muy distinto en lo salarial al año anterior. Es que en las paritarias que ya se cerraron por el lapso de 12 meses la situación comenzó muy parecida.
Los adelantados en sellar sus negociaciones fueron los empleados de entidades deportivas agremiados en UTEDyC. Apenas pasado mediados de diciembre acordaron un aumento del 30%, a pagarse en tres cuotas: 15% en enero, 10% en julio, y 5% en abril. Desde diciembre, también percibirán un adicional por año de antigüedad del 2%, que se ajusta a la categoría de convenio.
Este cierre de UTEDyC, que también fue el primer gremio en aventurarse a cerrar sus paritarias en 2014 cuando nadie quería firmar por temor a quedar detrás de la inflación, sorprendió a propios y extraños porque se preveía que los actualizaciones salariales ronden el 35%.
Días más tarde los que resolvieron su situación salarial fueron los empleados no docentes de universidades privadas (SAEOEP) quienes acordaron una suba del orden de 38% a pagarse en dos tramos. El primer tramo (30%) se abonará a partir de marzo, mientras que el último será en agosto (8%). De esta manera, los trabajadores no docentes de la última categoría percibirán un sueldo de $10.564, mientras que uno de la primera será de 20.463 pesos.
A la fuerte dispersión entre los dos acuerdos anuales sellados al momento (recordemos que la gran mayoría de los sindicatos en este momento del año suele pactar sumas por dos o tres meses y volver a negociar en marzo o abril) se le suma la expectativa lanzada por algunos sectores del transporte. Tanto La Fraternidad como la UTA sostuvieron públicamente que buscarán actualizaciones salariales del orden del 50% en sus respectivas mesas paritarias.
Esta dispersión en los acuerdos, que con sólo dos negociaciones cerradas alcanza los 8 puntos porcentuales, pero que con el correr del año seguramente superará holgadamente los 10 puntos porcentuales, deja en evidencia la falta de acuerdo en la dirigencia sindical sobre las necesidades, la falta de parámetro común sobre el cual asentar los reclamos y la carencia de una estrategia común.
Esta dispersión salarial, que se profundiza año a año y abre cada vez más la brecha entre los trabajadores de las distintas actividades, parece que va a seguir profundizándose en 2015 al ritmo de una dirigencia sindical que no tiene perspectivas de trabajar mancomunadamente. Porque la unidad en lo formal está lejos, pero la unidad con un plan de acción mucho más.