Omar Plaini era de los dirigentes más jugados y de mayor confianza de Hugo Moyano. El canillita era un ladero fiel del camionero en todas sus aventuras sindicales y políticas y se había convertido en uno de los referentes de su CGT a pesar de la fractura que sufriera en su propio gremio.
Sin embargo la situación cambió rotundamente en el último tiempo. Ya no se lo ve a Plaini por Azopardo, ni tampoco es parte de los planes que Moyano tiene para sus allegados de cara a las elecciones de este año.
Sucede que la relación entre ambos dirigentes se rompió en el último tiempo. ¿Los motivos? desde Azopardo lo señalan por haberse acercado demasiado al oficialismo e incluso darle el apoyo en proyectos presentados en Diputados con los que los gremialistas opositores no coincidían.
Plaini, diputado fruto de la alianza que estrecharon Moyano y Francisco De Narvaez en 2013, parece haber decidido tomar un camino personal y no reportar tanto como antes a sus «compañeros».
Mientras desde Azopardo reforzaban cada día su perfil opositor, Plaini decidía apostar a la candidatura presidencial de Daniel Scioli y acompañarlo en su recorrida por los distintos actos electorales.
Fue el propio Scioli quien intervino para que el líder de los canillitas le diera su voto en Diputados al oficialismo en las distintas votaciones en las que lo necesitaron para sumar.
Algunos en Azopardo ya no dudan en hablar de traición, mientras que otros, más experimentados, simplemente lo señalan como un distanciamiento temporal que terminará luego de los comicios de 2015.