Luego de que el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación, Marcelo Balcedo, fuera detenido en Uruguay, muchos dirigentes gremiales de la CGT salieron a despegarse y muchos otros a denunciarlo.
El dirigente de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, sostuvo que “Balcedo tenía un sindicatito pedorro, con muy pocos afiliados” y consideró su caso como “una desgracia”.
El líder de la central sindical disidente consideró que «con lo que llevaba puesto encima Marcelo Balcedo, te dabas cuenta que era un burócrata de lo peor», en declaraciones a Radio Delta.
En tanto, Micheli consideró que el Gobierno tiene que reformar la Ley de Asociaciones Sindicales» para que exista más control sobre el manejo de los gremios.
Reforma laboral. Al ser consultado por este tema, el sindicalista la volvió a rechazar y consideró que es “fundamental unir fuerzas entre las dos CTA y la CGT” para frenarla en el Congreso.
“Hemos conformado un espacio multisectorial y vamos a volver a juntarnos para ver como encaramos y organizamos la resistencia a la insistencia del Gobierno con la reforma laboral”, vaticinó Micheli.