Juan Carlos Schmid se inició gremialmente en Vías Navegables (embarcados) hace más de 30 años en su Rosario natal. Luego creó el Sindicato del Personal Embarcado de Dragado y Balizamiento, del que es su Secretario General desde hace 23 años.
Si bien su nombre circulaba hace tiempo como posible líder de la unificada CGT, la cuestión pasó a mayores tras la bendición explícita de Hugo Moyano. Desde algunos sectores le critican que encabeza un gremio “chico”, pero la contra argumentación apunta a que lidera también la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) -250 mil afiliados- y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que registra unos 25 mil cotizantes.
Desde la CATT en particular, articuló los paros que devinieron cuasi generales por fuerza de la ausencia del transporte, sobre todo en las áreas metropolitanas.
Al caracterizar la nueva etapa política para el diario La Capital, a seis meses de gobierno macrista, consideró que todavía «no está claro» si el gobierno de Cambiemos «es neoliberal, si lleva adelante un ajuste, tampoco si hay o no despidos masivos en la Argentina».
“A seis meses todavía no podemos decir con certeza cuál es el rumbo de las políticas económicas. Necesitaríamos un poco más de tiempo”, afirmó desde su despacho en la sede central del sindicato, en la calle Piedras al 1600, en el barrio porteño de Barracas.
“Hay datos de despidos en muchas partes, pero las partes no hacen un todo. No me animo a decir si tenemos 300, 400 mil despidos o más. No lo sabemos todavía, pero nuestra percepción es que se acrecientan”, señaló.
Al mismo tiempo destacó que “se trata de un gobierno poblado por hombres que vienen del sector empresarial, que tal vez sepan sobre el éxito de conducir una compañía pero no tienen la vara social para saber qué ocurre con esas medidas en los sectores más vulnerables de la Argentina. Le hemos dicho al gobierno que está actuando sobre un país desigual, que viene desde hace años y no desde hace seis meses”.
Cuestionado por la negativa a ir a un paro nacional tras el veto del Presidente a la ley anti despidos, precisó: “El documento del acto lo leí yo y no decía que íbamos al paro. Antonio Caló y Hugo Moyano fueron medidos en sus discursos. Es cierto que hubo un veto, pero también es cierto que aparecieron algunas medidas como la convocatoria al consejo del salario, que estaba programada para agosto, y que se adelantó. Luego, las del IVA para los jubilados. Creemos que fueron una respuesta, insuficiente, pero en un sentido distinto a las medidas que se habían tomado hasta ese momento”.
“Nuestra visión es tratar de influir en los acontecimientos políticos del segundo semestre, y eso no se resuelve con un paro. Aunque tampoco está totalmente descartado”, advirtió.
“No creo que haya reactivación en el segundo semestre. Necesitamos un diagnóstico confirmado, ver qué ocurre con las mediciones de despidos porque venimos de un apagón informativo y luego, si amerita, un plan. Que no es un paro de 24 ó 48 horas. Con una huelga sola no hacemos nada”.