“Seguimos esperando. Hay rumores y promesas de que nos iban a dar trabajo, pero por ahora nada”, afirmó ante Info Gremiales el delegado del Sindicato de Obreros y Empleados de la Empresa Ingenio Ledesma, Juan Avila. Y rápidamente agrega: “Si no hay solución, vamos a cortar la ruta 37 para impedir que salga la caña”.
El conflicto ya acumula más de dos meses, ante la indiferencia de los grandes medios. En resumen, 47 familias de trabajadores eventuales de la finca El Talar del Ingenio Ledesma, en Jujuy, acampan en el predio del empresario “procesista” Carlos Pedro Blaquier, porque la empresa no les asigna tareas e introdujo plantadoras mecánicas.
Los trabajadores protestan en el portón del predio en reclamo por su precaria situación laboral. El ingenio es propiedad de Carlos Pedro Blaquier, quien a su vez será el primer integrante de la elite empresarial en comparecer a juicio oral y público, tras ser procesado en 2013 por su participación en 29 secuestros y otros delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en la provincia de Jujuy.
El origen del conflicto fue la decisión de la empresa de empezar a cortar las fichas de los trabajadores temporarios y eventuales, es decir, no los pasan a la planta permanente ni les asignan trabajo. “Hace doce años venimos denunciando el abuso de esta figura contractual de la tercerización”, apuntó Rafael Vargas, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma (Soeail).
El sindicato está adherido a la CTA de Pablo Micheli, pero la solidaridad de gremios como ATE tanto a nivel provincial como nacional, ni de otras agrupaciones alcanzaron para destrabar el conflicto.
Ante la falta de respuesta tanto de la empresa como del gobierno provincial, consiguieron una audiencia con funcionarios del gobierno nacional, quien inició gestiones para impedir los despidos.
Los trabajadores constataron ante funcionarios del Ministerio de Trabajo la legitimidad del reclamo. Efectivamente, la ley 20.744 indica que la empresa es solidariamente responsable de la tercerización, y no puede por lo tanto desentenderse de la situación.
Si bien es concreto que las máquinas nuevas cumplen hasta cinco funciones del proceso de trabajo, también es cierto el incumplimiento pleno de lo acordado en un convenio del año pasado de incorporación de 180 trabajadores, de los cuales una parte apenas si son contratados por lapsos irrisorios de un mes.
En 2000 Ledesma avanzó fuertemente con la tercerización de los trabajadores, comenzando por la conocida firma Manpower, luego con Ruralpower y desde 2009 con Adecco. Curiosamente, advirtieron los trabajadores a Info Gremiales, en todos los casos el representante que los enfrenta es el mismo, Fabián Álvarez.
El lunes pasado empezó la zafra, y en asamblea los trabajadores ya decidieron impedirla a partir de mañana como medida desesperada ante la vulnerabilidad de sus familias que suman dos meses sin ingresos. Interrumiendo el paso de la ruta 37, la caña se echaría a perder rápidamente.
El reclamo de los trabajadores es simple: mantener una fuente de trabajo digna, en respeto a los derechos laborales y humanos básicos. “Todos tenemos derechos y obligaciones, y no puede ser que Ledesma tenga solo derechos, porque sus obligaciones son nuestros derechos”, afirmó uno de los trabajadores para Info Gremiales.