La industria petrolera es un hervidero. Es que al paro de los trabajadores en Chubut que se desarrolla hoy, se le suma la alarma encendida en Neuquén por despidos y suspensiones en la actividad.
Según los datos informados por el Ministerio de Trabajo de la Nación entre febrero del año pasado y febrero de este año, se registró una pérdida de 3.200 puestos de trabajo en lo que respecta a la industria petrolera en la cuenca de Neuquén.
Desde el sector aseguraron que la demanda de puestos laborales venía en ascenso de la mano del desarrollo de Vaca Muerta, pero arrancó con una fuerte caída en 2015 que no se detuvo.
Sin embargo, la mitad de los puestos que se perdieron son desde diciembre, lo que demuestra una aceleración en la crisis del sector durante el último mes del 2015.
Según el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, «no hay despidos compulsivos» en el sector.
El gremialista explicó que hay «despidos hormiga» en distintas empresas y que muchos trabajadores se acogieron a retiros voluntarios en el último tiempo. «A veces las empresas ofrecen 800 mil o un millón de pesos y la gente prefiere agarrar», indicó al diario Río Negro.
Asimismo, señaló que hay 1.200 trabajadores que están en sus casas, sin tareas, dentro del esquema preventivo de crisis que se acordó con las petroleras. Ese acuerdo vence en pocos días y habrá que volver a negociarlo, algo que se anticipa difícil ante la reticencia gremial.