La mesa chica de la CGT se reunió para evaluar la situación política y económica del país. Sin pronunciamiento formal, rumiaron el malestar por el aislamiento de Alberto Fernández. Además un sector presionó para definir una movilización para expresar el descontento por la inflación.
En la sede de UPCN, la mesa chica de la CGT se reunió momentos después de la jura de la flamante ministra Silvina Batakis. El objetivo era analizar el desarrollo de la situación política y económica y compartir miradas respecto del futuro.
Hasta el lugar se acercaron, entre otros, el anfitrión Andrés Rodríguez, Carlos Acuña, Pablo Moyano, Héctor Daer, Gerardo Martínez, Abel Furlán, Guillermo Moser, y Mario Manrique.
Entre las posiciones de cada uno de los asistentes primaba el malestar por la falta de diálogo de Alberto Fernández con la cúpula cegetista en los momentos de crisis. De hecho ya son varios los que descartaron el anhelo de cogobernar.
En ese contexto de malhumor evitaron promover un pronunciamiento institucional de Azopardo para respaldar a Batakis, frente al desafío que asume y, adicionalmente, a Fernández en medio de la turbulencia.
Es más, una porción de los dirigentes promovió la idea de empezar a mostrara autonomía. La intención era definir una movilización que ponga en la agenda el descontento con la escalada inflacionaria.
Según pudo saber InfoGremiales, en exclusiva, la proyección era salir a la calle el próximo 26 de julio, en una fecha emblemática para el movimiento obrero. Coincidiría con un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Evita.
Sin embargo no consiguieron consenso. Por ello buscarán en un nuevo encuentro, previsto para el 14, avanzar en el diseño. Justo ese día el INDEC informará cuál fue la inflación de junio, que se estima será arriba del 5% lo que derribaría el relato del albertismo respecto de una desaceleración de los precios.