Las reacciones al “techo” paritario de Méndez

Héctor Méndez se despachó en sus declaraciones de la semana pasada sobre las negociaciones paritarias: “los vamos a sacar corriendo a los que vengan con un planteo de aumento de 43%”, “arrancaremos con un 15 y con un 20 por ciento como máximo”; y la perla, “en un país normal no habría inflación y por lo tanto tampoco paritarias”.

Las reacciones, como era previsible, arreciaron. Y lo hicieron desde el sindicalismo, pero también del gobierno y hasta de la propia Unión Industrial Argentina (UIA). Pero Méndez, el actual presidente de la UIA, no se amilanó y mantuvo su postura, afirmando que no le “importa lo que pasa en la política, sino lo que pasa en el país”.

Desde el gobierno, Florencio Randazzo fue uno de los primeros en cruzarlo y quien se mostró más enérgico. “Hablar de eliminar las paritarias es un claro gesto en contra de los trabajadores”, señaló el Ministro del Interior y Transporte. También pidió que «no maten a la gallina de los huevos de oro», en referencia a las paritarias y pidió que tanto los empresarios como los dirigentes sindicales sean razonables. Y agregó: «Quienes defendemos este proyecto político no estamos dispuestos a renunciar a las conquistas que han logrado los trabajadores en estos últimos años, tales como el salario mínimo vital y móvil y las paritarias».

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, también defendió las paritarias: “No vayamos a políticas que bajo la consigna de terminar con la inflación lo que crezca sea la pobreza, la desocupación y el desempleo”. El gobernador de Entre Ríos y precandidato presidencial por el kirchnerismo, Sergio Urribarri, sostuvo que “las paritarias deben tener un piso del 30%, hay que ser justo con los trabajadores”. Por su parte, el diputado e histórico abogado y asesor de la CGT, Héctor Recaldo, pidió “prudencia” a Méndez y afirmó que “no es cierto que el pueblo viva mal”, en alusión a críticas de Méndez sobre altos impuestos y baja calidad de servicios públicos.

Desde los gremios salieron a ratificar los reclamos. El titular del sindicato de la Alimentación de Capital, Rodolfo Daer -aludido por Méndez porque fue quien pidió 43%-, defendió su número amparado por “el Instituto de Estadísticas y Censo de la Ciudad de Buenos Aires, que un matrimonio con dos hijos en edad escolar debe tener un sueldo superior a $12.660”.

El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, también se metió en la polémica, pero fue más cauto y no se metió con los porcentajes: “En la UTA no queremos discutir por un 30, 40 ó 50%, queremos discutir el salario real que permita acceder a un nivel digno de vida”, señaló.

Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad e integrante de la CGT oficialista, dijo que «para Méndez, si se aumenta el 20%, está bien; para los trabajadores, no”.

Por último, desde la porpia UIA salieron a matizar los dichos de Méndez. De Mendiguren dijo: «No sé qué es lo que quiso decir Méndez, pero la UIA respeta las paritarias y el consejo del salario». Más allá fue José Urtubey, el vicepresidente de la corporación patronal, y hermano de Juan Manuel Urtubey. «No todos los sectores industriales viven la misma realidad y por lo tanto hay que sentarse y negociar sector por sector, como siempre lo hicimos, con madurez y responsabilidad, para definir los futuros salarios», indicó el salteño.