Trabajadores del Hospital Moyano realizaron un acto en el hall de la institución “para frenar el achique y ataque a la salud pública” del que acusan al gobierno de la Ciudad; y que en este neuropsiquiátrico -aseguran- se materializa en «salarios congelados desde hace 4 años, déficit de personal, descuentos injustificados, falta de nombramientos y precarización laboral».
“Tenemos al 10 por ciento de los compañeros con sueldos congelados desde hace 4 años, que cobran 50 pesos la hora de básico y bajo la misma modalidad de contrato con la que entraron en 2009, aseguró Carlos Paz, secretario general de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM).
Los trabajadores en cuestión “son aproximadamente 30 psicólogos” de los 54 con los que cuenta el hospital, que tiene “entre 800 y 900 pacientes internadas” y recibe “unas 6 mil consultas ambulatorias mensuales”.
“El hospital tiene una planta de psicólogos muy escasa, el déficit es altísimo lo cual es muy grave tratándose de un hospital neuropsiquiátrico donde ellos cumplen una labor muy importante que es apuntar a la externación de las pacientes”, agregó.
El dirigente gremial denunció también que, tras el intento infructuoso de efectuar descuentos compulsivos a 700 trabajadores el año pasado, acaban de descontarle dos días de salario y el proporcional del aguinaldo a 5 de ellos alegando supuestas faltas a su lugar de trabajo en lo que Paz calificó como “persecución a través de auditorías”, que en este caso se efectuó en octubre del año pasado.
Paz aseguró que “es el primer antecedente que existe en la Ciudad” de descuentos en función de una auditoría realizada por el Ministerio de Modernización “que ha tomado el ministerio de Salud”.
El dirigente sindical enumeró además una serie de situaciones experimentadas por otros hospitales públicos de salud mental de la Ciudad, que justifican -a su criterio- la denuncia de “achique”: el intento de instalación de un centro cívico y la feroz represión en el Hospital Borda, el despido de 7 psicólogos contratados con dos años y medio de antigüedad en el Hogar Nueva Pompeya, y la reducción de personal en los consultorios externos del Hospital Alvear.
En el acto estuvieron también representantes de los 7 trabajadores despedidos del Hogar Nueva Pompeya, un centro de internación “de medio camino” para adolescentes externados de hospitales neuropsiquiátricos y en proceso de revinculación familiar.
Christian Rey, uno de los afectados, explicó a Télam que los despidos se resolvieron “de un día para el otro” y en algunos casos, como en el suyo, no fueron comunicados ni siquiera informalmente y se enteró de su nueva situación el lunes pasado cuando fue a trabajar y no lo dejaron entrar.
“De todas las personas nuevas que se contrató en nuestro reemplazo, nadie tiene título ni experiencia en salud mental. Por otro lado, se tiró a la basura el trabajo de casi 3 años conociendo y entablando una relación de confianza con los chicos, que ahora sufren otro abandono”, dijo.
Participaron también referentes de la salud, sociales, miembros de asociaciones gremiales y los legisladores porteños María Rachid, Marcelo Ramal y Alejandro Bodart.