La recuperación económica que el gobierno anuncia no llega a los bolsillos de los trabajadores y las relaciones entre la Casa Rosada y las distintas vertientes del movimiento obrero se tensan. La CTA Autónoma ya se declaró en estado de Asamblea Permanente en reclamo por el Salario Universal. Advierten que si no hay respuesta inmediata, se plegarán a los movimientos sociales y paralizarán el país el próximo 20 de julio.
La CTA Autónoma anunció su estado de Asamblea Permanente en reclamo por lo que consideran «el fracaso de las políticas impuestas por el ex ministro de Economía Martín Guzmán, producto del acuerdo con el FMI».
La central rechazó el discutido acuerdo desde el principio porque aseguran que solo generó un agravamiento del cuadro inflacionario y que «implica la aceptación incondicional de sus imposiciones en la aplicación de políticas de ajustes, y el blanqueo de la estafa producida entre Macri y el FMI, que ha llevado a nuestro país a una fuerte crisis económica y social.»
También criticaron fuertemente al gobierno de Alberto Fernández porque «ha sido impotente en poner límites y frenos a los formadores de precios.» El diagnóstico es el mismo que ya hicieron otros dirigentes políticos, sociales y gremiales: si no se toman medidas, habrá recesión.
El cambio de la cabeza del ministerio de Economía no tuvo un impacto positivo en la CTA Autónoma: «en vista de lo que expresó en sus primeros anuncios la recién asumida ministra Silvina Batakis, se ha ratificado el acuerdo con el FMI y la aplicación de sus imposiciones. También se profundiza el rumbo económico social del anterior ministro», explicaron.
En este contexto, la CTA se ha declarado en estado de alerta y movilización. «Su Comisión Ejecutiva Nacional ha asumido el mandato de las más de 300 asambleas populares que se realizaron con otras organizaciones sociales y sindicales del campo popular este miércoles 13 de julio en todo el país, en demanda de la urgente aplicación de un Salario Universal que permita terminar con el hambre de más de 4 millones de ciudadanos y ciudadanas.»
En la misma línea, la Central insiste en la inmediata convocatoria del Salario Mínimo Vital y Móvil, reclama un aguinaldo para los beneficiarios de Salario Social Complementario; y un aumento de emergencia para las y los trabajadores activos, jubilados y asignatarios de la Asignación Universal por Hijo, además de la continuidad de la moratoria previsional.
La CTA-A también definió «convocar a la más amplia unidad de las organizaciones que coincidan con estos planteos y propuestas, y reiterar el reclamo al Ministerio de Trabajo para que se acelere la resolución de solicitudes de inscripción y personería gremial y extensión de representación para las organizaciones simplemente inscriptas tal como fue expresado en la movilización del 7 de julio.»
«De no tener una inmediata respuesta satisfactoria por parte del Gobierno, la CTA Autónoma se plegará a la decisión de las asambleas que por unanimidad han decidido convocar a la más amplia unidad de sectores del campo popular para la concreción de una Jornada Nacional de Lucha con asambleas y cortes parciales de ruta en todo el país el próximo 20 de julio.«
El paso siguiente será un plan de acción nacional: «El Gobierno debe asumir que ante este escenario de disputa de intereses de los sectores especulativos y los fugadores de capitales, contra las mayorías empobrecidas del pueblo argentino, tiene la responsabilidad de canalizar las expectativas y necesidades urgentes en favor del pueblo. Pero también debe saber que la clase trabajadora no esperará pacientemente que esto suceda.»
Para concluir, desde la central repudiaron las acciones represivas y persecutorias que se han desarrollado en los comedores populares, abriendo causas a dirigentes sociales en Jujuy y en La Matanza; y afirmaron su solidaridad con los militantes y dirigentes procesados y detenidos.