Cada vez más preocupados por el presente de Alberto, la cúpula de la CGT empieza a reencausar su relación con Cristina. Le piden reuniones casi todas las semanas. La situación economía, las internas del Frente de Todos, las elecciones de 2023 y las obras sociales en agenda.
Habían pasado apenas unas horas de la dura derrota electoral del Frente de Todos en los comicios de medio término de 2021. Los ministros más cercanos a Cristina presentaban su renuncia en masa para pedir un cambio de rumbo económico. Una comitiva de la CGT se acercó a la oficina de Alberto. Se presentó como vía de salida, sin el kirchnerismo, de una nueva etapa de Gobierno.
Desde aquel intento de ser un puntal del albertismo, junto con la UIA y las organizaciones sociales, a hoy pasó mucha agua bajo el puente. Hubo reuniones políticas y de gestión continuas con Casa Rosada. Promesas y acuerdos que se cumplieron a cuentagotas.
A medida que pasaban los meses y se desdibujaba la imagen de Alberto, junto con su proyecto reelectoral, la cúpula de la CGT empezó a mirar con otros ojos a la Vicepresidenta. Incluso aquellos que le tienen la menor estima en Azopardo.
Hace poco más de 15 días el que le pidió un mano a mano a CFK fue Héctor Daer, amigo personal de Alberto y su principal espada sindical. Según dejaron trascender, la intención de aquel encuentro fue poner en común miradas respecto de la actividad económica y de las chances del peronismo en 2023 en este contexto.
La cumbre llamó la atención por su nivel de hermetismo, pero se puso en sintonía con la ola de reuniones que viene manteniendo la vicepresidenta con los diferentes actores de la política y la economía en las últimas semanas.
Adicionalmente, la cita fue un signo más de la diáspora de los leales del albertismo que dejan de confiar en las chances del presidente de la Nación para viabilizar una salida a la crisis política de su gestión.
Ese proceso se profundizó la semana pasada. A través de la gestión de Gerardo Martínez, el propio Martínez, acompañado de Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri visitaron en el Senado a CFK. Las partes quedaron en no dar detalles de lo charlado.
InfoGremiales apenas pudo reconstruir que en el cónclave se habló de la situación económica, hubo un repaso de las actividades de cada uno, se pidió armonía en la interna del Frente de Todos y hasta se esbozaron unos lineamientos generales para avanzar en una especie de acuerdo social.
También se charló sobre las obras sociales y los dirigentes le preguntaron a Cristina si seguía pensando en la idea de unificar el sistema de salud, algo que los tuvo en alarma buena parte del tiempo en la pandemia.
Para los desprevenidos, no es menor el dato de que los 4 dirigentes que visitaron a CFK son los que en la práctica manejan las decisiones de la central obrera. Quienes tienen el control de las decisiones políticas y también las económicas.
Todos hablan de una Cristina más activa, más comprometida con la situación política del país y más cercana a la dirigencia, algo que se le reclamaba. Algunos ya aventuran una idea de mayor presencia en los próximos meses y la proyectan como candidata en 2023, aunque por lo delicada de la realidad económica parece ciencia ficción pensar en un proyecto a 15 meses.