«Con total y absoluta libertad de acción, una patota de barras y mafiosos que portaba palos ingresó al Durand y, ante la pasividad y el nulo control de las agencias de seguridad contratadas por el gobierno porteño para cuidar a personal, pacientes y patrimonio del nosocomio, se dirigió a las oficinas de la ATE y agredió a compañeros que participaron en la protesta de ayer», señaló un comunicado firmado por Humberto Rodríguez y Analía Lucero.
La ATE metropolitana, que lidera José Matassa, paralizó el miércoles las tareas en los 25 hospitales porteños en demanda de «seguridad», luego del hecho de violencia ocurrido en el Rivadavia en perjuicio de los médicos.
«Los trabajadores del Durand fueron ahora golpeados de forma salvaje por la patota que, además, destruyó muebles y documentación en las oficinas de la delegación gremial», dijeron.
Los trabajadores responsabilizaron al gobierno de Mauricio Macri por «la seguridad de cada empleador, médico y paciente que cumpla tareas o se atienda en algún hospital o centro de salud de la ciudad de Buenos Aires», puntualizó el documento de prensa.
La ATE reclamó de forma urgente una respuesta del Ministerio de Salud que encabeza Graciela Reybaud ante «la brutal agresión ocurrida en el Durand», y «la sucesiva y reiterada generación de hechos de violencia».
También demandó la creación de una comisión de trabajo con las autoridades del Ministerio y representantes de la Legislatura porteña para adoptar urgentes medidas que garanticen «la seguridad y la de miles de pacientes que se atienden diariamente».