El abogado de la querella en la causa conocida como «tragedia de Castelar», Gregorio Dalbón, pidió una pena de 11 años de prisión por el delito de estrago doloso para el maquinista Daniel Roberto López, e investigar la responsabilidad «que pudieron tener los delegados de la Fraternidad y de la Unión Ferroviaria» en el accidente ocurrido el 13 de junio de 2013 que dejó tres muertos y más de 300 heridos.
«Pido 11 años para el motorman del tren Chapa I porque considero que quedó debidamente probado en este juicio que López atravesó tres señales que lo obligaban a aminorar la marcha y detenerse y en vez de eso aceleró, no activó los frenos y escapó del lugar del hecho», dijo Dalbón en uno de los principales tramos del alegato ante el Tribunal Oral Criminal 2 de San Martín.
La querella, integrada además por Virginia Cassola y Antonio García, centró su alegato en que el hecho se trató de un delito doloso y que López «no sólo sabía lo que tenía que hacer y no lo hizo, sino que lo que hizo lo hizo con intención», y por eso pidió una pena que va de los 10 a los 25 años de prisión.
«López no aplicó los frenos y los frenos funcionaban», señaló Dalbón en referencia a una de las pericias de la causa que fue cuestionada por la Defensa, al poner en duda el registro de los datos.
El abogado recordó que «el perito oficial (Ricardo) Díaz terminó afirmando que los datos que tenía le alcanzaban para probar que los frenos funcionaban y que «el tren tenía freno de servicio y freno de emergencia y freno de ‘hombre vivo'».
«Todos sabemos que si el conductor deja de activar el ‘hombre vivo’, el tren para. Esto es lo que López, con 32 años de servicio, no hizo», dijo Dalbón antes de reproducir el video en el momento en que el tren Chapa I se dirige a 61 kilómetros por hora hacia Castelar donde se lleva por delante la formación Chapa 19, que estaba detenida.
En el video se observa cuando el tren traspasa las señales A 177 (naranja), A 181 (apagada), y la A 185 (Roja) y va acercándose a toda velocidad al tren estacionado antes de la estación Castelar.
«Todos sabemos que este fue un hecho planificado. Este tren se lo tiraron arriba del Chapa 19 y no le importó la gente», enfatizó Dalbón.
Y a continuación, afirmó: «por eso digo que el estrago fue doloso porque además de intención estuvo armado» e inmediatamente pidió al TOC 2 certifique todo el juicio y considere investigar la responsabilidad de los gremios en el trágico choque.
«Pido se investigue a Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, a los delegados de esta entidad y de la Unión Ferroviaria por la responsabilidad que pudieran tener en este hecho», dijo Dalbón, y precisó que se refería a los cargos de «asociación ilícita» y «homicidio simple».
Después de leer algunas frases que reflejaron el dolor, el miedo y la impotencia de las víctimas en sus testimonios durante el juicio que comenzó en diciembre y contó con casi 100 testigos, Dalbón recordó «que sus palabras en este alegato no eran palabras de él sino de los tres muertos, y los más de 300 heridos y mutilados del fatídico 13 de junio de 2013».
Y mirando a los jueces pidió «a sus excelencias que piensen en las víctimas para dictar sentencia. Las sentencia deben ser justas para el imputado y para las víctimas», pero «es hora que empecemos hacer jurisprudencia en torno al concepto del dolo», estimó.
Dalbón refirió cuestiones doctrinales para fundamentar que «el motorman realizó una serie de acciones antes y después del choque que muestran la intención de producir el hecho».
«No encuentro atenuantes salvo que el imputado no tuviera antecedentes penales. Como agravante, el hecho que se escapó del lugar del choque y la multiplicidad de víctimas», dijo.
Al finalizar el alegato, el abogado consideró que el juicio «fue limpio» y volvió a pedir a los jueces tener presente a las personas que murieron y sufrieron mutilaciones por este hecho.