Tras 78 días de protestas, los trabajadores estatales mendocinos resolvieron agudizar las medidas de fuerza. Habrá cortes de rutas, ollas populares y mujeres encadenadas. «Nos estamos muriendo de hambre», denuncian.
La última paritaria del sector público en Mendoza sin dudas desató un profundo descontento y enardeció a los estatales que, de inmediato, se organizaron para diseñar un plan de lucha de largo aliento.
Si bien la modalidad de asambleas, retención de servicios y huelga continúan intactas, a 78 días del inicio una porción de los estatales resolvió profundizar las protestas para avisarle al Gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez que «con los salarios que tenemos, nos estamos muriendo de hambre».
Por tal motivo en los diferentes departamentos comenzaron nuevamente los cortes de rutas informativos y se preparan ollas populares en lugares estratégicos para comunicarle a la sociedad que así ya no podemos seguir.
La medida más drástica, en este contexto, la tomaron desde el Hospital Central donde un grupo de mujeres que, como muchas, son sostén de familia y decidieron encadenarse de manos y pies para visibilizar cómo se sienten después de tantos días de lucha.
«Esto simboliza cómo muchos de nosotros nos sentimos al ver qué nuestro salario (en el mejor de los casos) se termina el día 10 de cada mes y para sobrevivir debimos condicionar nuestra calidad de vida reduciendo y modificando cantidad de comida diaria, endeudándonos para conseguir los alimentos», reseñaron desde ATE.
«Es increíble que en una provincia tan rica como la nuestra las y los Trabajadores que hacemos el Estado tengamos que vivir bajo la línea de pobreza y en muchos casos roza indigencia», explicaron.
Además avisaron que sostendrán la protesta por tiempo indeterminado hasta obtener alguna respuesta del Gobernador Suarez.