Gerardo Martínez fue uno de los dirigentes sindicales que más le puso el hombro a Alberto Fernández pero sus últimas declaraciones permiten entrever que si queda apoyo es, al menos, crítico. Martínez valoró la creación de puestos de trabajo en el sector de la construcción pero también señaló que «el problema actual es grave» y advirtió que el país se estaría «hundiendo».
El secretario general de la Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Gerardo Martínez, aseguró que «el crecimiento de la actividad permitió que volvamos a tener unos 430 mil puestos de trabajo, tras haber perdido casi 200 mil durante la pandemia».
Martínez dijo que este repunte de la actividad «tiene que ser apoyado por una acción política que se convierta en un referente clave para marcar el rumbo del país».
«Todos los actores de la sociedad tenemos metas en el destino de acceder a lugares de conducción, pero para que eso sea efectivo necesitamos una brújula que marque una sintonía común para resolver los problemas centrales de Argentina», remarcó.
El dirigente gremial subrayó que «existe otro ámbito político y partidario para abordar otras cuestiones», aunque aclaró que «sin embargo. Necesitamos acuerdos para aprovechar el potencial que tiene Argentina y evitar que el país se siga hundiendo».
«El diálogo y la concertación son herramientas fundamentales para superar la gran cantidad de problemas estructurales que tiene el país», puntualizó el secretario general de la Uocra.
Martínez advirtió que «si logramos poner en funcionamiento el 100% de nuestro mercado interno sólo tenemos capacidad de dar respuestas al 70% de la gente, dejando a un 30% afuera» y dijo que por ese motivo «es necesario pensar en otro modelo de país en el cual los trabajadores tenemos mucho para aportar».
«Hay que generar un modelo exportador con un plan de desarrollo estratégico basado en un consenso político hacia adentro y hacia y hacia afuera que nos permita ganar mercados en base a productos y servicios competitivos», destacó.
Martínez puntualizó que «el problema actual es grave porque no tenemos una mesa de diálogo ni una plataforma de acuerdos que contemple el interés mayor de todos los actores sociales, que es Argentina».