La interna de ATE Capital se encendió y se siguen bajando laderos que le disputarán el liderazgo a Daniel «Tano» Catalano. La Verde y Blanca respondió duramente a las acusaciones y vinculó las salidas al control de las compras del sindicato. Según Catalano, el nombramiento de un jefe de compras que habría generado una optimización de los recursos, también habría despertado «inesperadas resistencias».
Ayer Hugo Bellon, actual secretario de Organización de ATE Capital, hizo pública una carta con la que rompió con la conducción del secretario General, Daniel «Tano» Catalano. «La creación de la Verde y Blanca fue pensada para cambiar el modelo sindical por uno que se basara en lo colectivo dejando de lado las individualidades y los intereses personales, que escuchara todas las voces y que no perjudicara ni relegara a nadie por pensar distinto», argumentó Bellon en un comunicado en el que acusó a Catalano de buscarse una candidatura por intereses mezquinos.
Durante la jornada del martes, Daniel «Tano» Catalano, que viene de romper con Luciano Fernández el secretario Gremial, respondió a las acusaciones en un extenso escrito que dividió en tres ejes argumentativos.
Sobre «La política» afirmó que «El momento nos exige responsabilidad.» y que «La situación por la que atraviesan las y los estatales, la amenaza a la democracia y el atentado contra Cristina, no dejan lugar para falsas disputas o peleas secundarias. Solo aquellos que se encuentran ensimismados pueden destinar energías a violentar la unidad.»
También aseguró que en ATE Capital hay participación, hay tensiones y hay debate pero «no todos saben acompañar el debate colectivo cuando quedan en minoría, y mucho menos los liderazgos cuando no son ellos. Es claramente una situación a solucionar.»
Respecto a «La gestión», Catalano defendió cambios administrativos realizados durante la pandemia, entre los que menciona el nombramiento de un jefe de compras, un trabajador del gremio, que redundó en «la optimización de los recursos» y también «despertó impensadas resistencias que se disfrazan de debates políticos.»
El escrito concluyó refiriéndose a «Las personas», siguiendo la liturgia peronista. Cuestionó lo instalado que está el personalismo en un sector de la dirigencia. «A tal punto hemos llegado que, para algunos, discutir política es discutir cargos. O mejor dicho ‘su’ cargo.»
Aseguró que la CTA viene discutiendo sobre el tema hace tiempo y que es un problema extensivo a toda la política. «Otra expresión del individualismo es pensar que lo realizado por el sindicato es lo hecho por un grupo de dirigentes y militantes. Por suerte, los aciertos y las falencias de nuestra ATE Capital surgen de dirigentes, militantes, afiliados y estatales. De las agrupaciones que conducen y las que se oponen.»
Para concluir, desde la Verde y Blanca, afirmaron que «la disputa es razonable. No obstante, hay que tener responsabilidad e intentar que la competencia por obtener un cargo no afecte a la organización que defiende los intereses de las y los estatales. Mucho menos, cuando los motivos para diferenciarse son de índole personal, antes que políticos.»
La salida de Bellon del paraguas de Catalano, además actual número 2 de la CTA de los Trabajadores, es la segunda baja de peso. La anterior la protagonizó Luciano Fernández, el secretario Gremial que por estas horas milita en las filas de la Verde. Esa lista, alineada con la conducción nacional de ATE aspira a volver a disputar a pelear por el control de la estructura porteña.
No sería una locura pensar que Bellon – Fernández pueden volver a hacer a tándem, ahora desde la oposición, para pelear el año próximo con Catalano. Sin embargo, todaía es prematuro afirmarlo.
Hasta acá, en la pospandemia, la Verde y Blanca ratificó su hegemonía en las elecciones de Juntas Internas. Con las excepciones de los lugares de trabajo donde la Verde ya dominaba, los de Catalano fueron refrendando su predominio.
Vale recordar que en 2019, en los últimos comicios de ATE Capital, la Verde y Blanca se impuso por unos 5 mil votos a la Verde por lo que el salto de los dos dirigentes podrían dejar en un posición más que competitiva a los opositores.