La discusión había quedado stand by hasta que el ministro regrese de su gira por Estados Unidos y se cierren algunas de las paritarias en desarrollo. Los gremios más numerosos resisten la suma fija por el impacto en las escalas y el «entorpecimiento» de las paritarias. La idea es apuntalar los salarios más bajos de las escalas.
La discusión sobre el apuntalamiento de los salarios, especialmente de los más bajos de las escalas salariales del sector formal, todavía es una de las deudas pendientes del «plan» que anunciara Sergio Massa hace más de un mes al asumir al frente del Ministerio de Economía.
El debate interno en la CGT y en el Frente de Todos para otorgar un aumento de suma fija como paliativo ante la escalada inflacionaria quedó stand by hasta el regreso de Sergio Massa de su gira por Estados Unidos.
De hecho, según pudo saber InfoGremiales en un encuentro con el moyanismo, previo a salir de viaje, el propio Massa adelantó definiciones para dentro de algunas jornadas, cuando se resuelvan algunas paritarias en curso.
Si bien no hubo detalles ni pormenores de la medida diseñada, esbozó que se trataría de un aumento generalizado enfocado en los asalariados de menores recursos.
También explicó que se retomará la idea de un posible acuerdo de precios y salarios. «Nos confirmó que vamos a empezar a hablarlo cuando vuelva de su gira», confió una fuente sindical.
La iniciativa del aumento general por decreto es impulsada por el kirchnerismo, como forma de inflar los salarios más postergados y sacar de la pobreza a los trabajadores formales con remuneraciones bajas.
Pero la resisten los gremios más poderosos que encabezan la CGT, porque entienden que atenta contra las conversaciones paritarias.
De todos modos, la CGT ya definió que no protestará si el Gobierno decide apelar al decreto para otorgar un aumento de suma fija. Nadie rechazará abiertamente algo que puede servir de paliativo a los trabajadores formales más postergados en las discusiones paritarias.