(Por Pablo Maradei) El diseño del proyecto estuvo a cargo de Pablo Flores, el líder del gremio que nuclea a los empleados de la AFIP. Ya se presentó a legisladores y funcionarios. Alberto lo recibió en Olivos y prometió analizarlo. Propone reformular por completo la cuarta categoría y volver a dotar de progresividad al tributo a los altos ingresos.
Nuevamente el Impuesto a las Ganancias (IG) toma estado público debido al anuncio de que se actualizará a $330.000 el Mínimo No Imponible. Lo distorsivo de este impuesto, si de los trabajadores hablamos, data de largo, pero recorramos los últimos siete años. Durante la era Cambiemos, desde los sindicatos se escuchaba que «antes por lo menos discutíamos por Ganancias y ahora discutimos por mantener el salario contra la inflación». Ese cuadro, en el gobierno actual del Frente de Todos se mantuvo o se agravó en el sentido de que ahora se habla desde los gremios de que «nuestros asalariados no llegan a fin de mes».
Parte de la solución para que un sueldo se estire es discutir una reforma integral tributaria. Pero sin ser tan ambiciosos hay dos aristas sobre las que se puede empezar a trabajar: reducir el IVA (las personas de medios y bajos recursos consumen todos sus ingresos en alimentos y pagan esa alícuota del 21%) y encarar una reestructuración del ya famoso impuesto a las Ganancias para la 4° categoría. Sobre este último punto trabajó la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP) y desde hace rato que viene gastando suela para que el proyecto sea escuchado.
«Lo que vemos es que siempre se sube el Mínimo No Imponible, lo que es en definitiva un parche. Nosotros proponemos un plan que contempla hasta cuatro alternativas distintas para encarar una solución a este tema», señala a InfoGremiales, Pablo Flores, secretario general de la AEFIP. Dato: desde 2013 se viene tocando solamente la suba del Mínimo No Imponible.
Primero un repaso: el Impuesto a las Ganancias se divide en cuatro categorías que son las siguientes:
La 1° que se aplica a las rentas de terrenos e inmuebles (casas, departamentos, etc).
La 2° que se aplica para todo lo que son ganancias financieras; es decir a operaciones con acciones, títulos y todo instrumento financiero.
La 3° que se aplica sobre los ingresos de las empresas; cualquiera sea su forma jurídica.
La 4° que se aplica a personas humanas (trabajadoras en relación de dependencia, monotributistas, jubilados y pensionados).
En el caso particular de los trabajadores bajo relación de dependencia, el empleador efectúa una retención por Ganancias (se pueden aplicar deducciones para bajar la carga tributaria por, por ejemplo, manutención de esposa e hijos) que luego deposita a la AFIP. También existen algunas deducciones particulares que el trabajador informó a la AFIP como puede ser una cuota médica o un interés hipotecario. De esta manera el trabajador va sufriendo retenciones a lo largo del año cubriendo así el total del impuesto que se liquida anualmente.
«Cuando se concibió la ley existía un espíritu de progresividad del impuesto en base a una tabla que fijaba el porcentaje a tributar en base al exceso de ganancia», explican desde la AEFIP. Es una forma de amortiguar el impuesto; «por ejemplo: hasta $97.000 anuales de ganancia imponible se pagaría un 5%; o entre 380.000 y 580.000 de neto imponible anual se pagaría un 19% y así toda una escala que es progresiva. Pero como esa escala está totalmente abandonada cada trabajador que entra al impuesto, lo hace en la tasa más alta del 35%, lo cual es casi, podríamos decir, confiscatorio», detallan.
Siguen: «A diferencia de los trabajadores, Mauricio Macri en su gobierno dividió la liquidación de impuestos de las empresas en tres tramos: El actual Gobierno luego actualizó esos montos y ahora hasta una ganancia neta de $7.607.948,57 deberán aplicar una tasa del 25%, mientras que para aquellos ingresos superiores a ese número y hasta $76.049.485,68; la tasa es del 30%; mientras que todo ingreso superior a este último valor recién tributará multiplicando por 35%». Rematan: «Fijate que un trabajador con un ingreso bruto de 3.6 millones de pesos brutos anuales, sin considerar ningún descuento ni deducción, si tomamos la nueva actualización del tope de 330.000 mensuales que anunció el Gobierno, entra al impuesto con el 35%, cuando a ese porcentaje una empresa entra con 76 millones netos de todas las deducciones posibles».
-¿Qué proponen desde la AEFIP?, preguntó InfoGremiales.
– Que por lo menos los trabajadores quedemos igual que las empresas. Es que a mi me ponés en la misma tasa del 35% que ubicás a una empresa que gana más de 77 millones de pesos limpios.
-¿Y en concreto cuáles son esas cuatro propuestas?
– Nosotros hablamos de deducciones orientadas. En ese sentido nuestra primera propuesta es que hay muchas familias que por ahorro realizan gastos vinculados a reparación del hogar, construcción dentro del hogar, modificación del mobiliario y turismo interno; en estos rubros que mencioné hay mucha venta en negro. Entonces si el Gobierno le dijera al laburante que puede deducir estos rubros de Ganancias se pedirían las facturas. ¿Qué logramos con esto? Que el trabajador deduzca Ganancias, que haya más movimiento en esos sectores de la economía y que el Estado compense o incluso recaude más. Además, esto sería una herramienta de concertación del Poder Ejecutivo ya que la puede utilizar para sumar más rubros de la economía para que el trabajador deduzca. Le estamos dando al Estado una herramienta de concertación que beneficie a todos.
– Bien…
– La segunda es adecuar al actualizar las tablas para darle la progresividad necesaria al tributo.
– ¿La tercera?
– Es una mezcla de ambas: se puede dinamizar la economía llevándole más plata al trabajador con el esquema de deducciones orientadas y también equiparar las tablas como hizo Macri con las empresas. Es decir que pondríamos un monto de deducciones que fomenten la economía y su formalización, junto a una alícuota cercana al 25% como las PyMES. Y finalmente la cuarta es barajar y dar de nuevo. Sacar de la ley la cuarta categoría y reformularla estableciendo que solamente los ingresos altos paguen Ganancias. Para eso hay que fijar qué es un ingreso alto y qué progresividad se le da.
Este proyecto se ha presentado tanto a diputados como senadores que conforman las comisiones de Hacienda y Presupuesto. En su oportunidad también se lo han presentado a Máximo Kirchner y a Sergio Massa cuando este era presidente de la Cámara de Diputados. Actualmente se está hablando con el administrador federal de ingresos públicos, Carlos Castagneto, y también lo han vuelto a conversar, en su calidad de ministro de Economía, con Massa. Y también, como supo InfoGremiales, se lo hicieron saber al presidente Alberto Fernández cuando convocó a Pablo Moyano y su espacio a cenar a Olivos. En esa ocasión, Pablo Flores fue de la comitiva sindical y fue quien le comentó al Presidente este tema quien aceptó el proyecto: «Te lo tomo», habría dicho Fernández cuando le comentaron la distorsión de lo que tributa un trabajador versus las empresas.
Obviamente que el tema, a diferencia de subir el Mínimo No Imponible, es complejo y tendría un costo fiscal, pero «nosotros estimamos que ese costo es compensado por los beneficios de blanqueo y activación que se lograrían. Hay que repensar los impuestos como factores de dinamización económica y de movilidad social ascendente», resumió Pablo Flores.