(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Desde el conflicto de la empresa Lácteos Vidal, Heber Ríos no duda en asegurar que por un lado hay inacción del Gobierno a la hora de defender a trabajadores y trabajadoras, como que ese caso es un anticipo de lo vendrá para sindicatos y dirigentes si regresa la derecha al poder en 2023. A título personal y de otros sindicalistas asume que eso incluye la alternativa de «ir en cana». Se define como peronista de Néstor y Cristina al tiempo que, más allá de las grietas del Frente de Todos, lucha por la unidad. Y por la misma senda remarcó que cuando se encuentran en las calles los trabajadores no tienen las diferencias o fracturas que sí poseen sus dirigentes.
A la hora de una crónica periodística el uso de la metáfora futbolística es un recurso muchas veces a mano, no siempre recomendable por ese acceso sencillo e incluso opiniones al respecto de plumas notables de este oficio o pensadores de real valía. Dadas las circunstancias y en rigor asumido de que los hinchas de Racing no atravesamos por nuestros mejores días es que llegamos a General Rodríguez para una nota con Heber Ríos, el secretario Gremial del Consejo Directivo Nacional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) y Secretario General del mismo gremio en la Seccional General Rodríguez. Una organización gremial que atraviesa un conflicto de impacto y trascendencia nacional como el de Lácteos Vidal, a cargo de un dirigente que desde esa localidad a la que destaca como «su lugar en el mundo», hace del respaldo familiar una columna firme para cada paso.
Es así que la metáfora futbolera aparece cuando recordamos que un ilustre colega, Carlos Stroker nos dijo una vez «se juega como se vive» y sin patentarla esa premisa vale para bien y vale para mal. Heber Ríos se considera un buen jugador de fútbol, apasionado hincha de River Plate que no obstante jugó en las inferiores de Vélez Sarsfield bajo las órdenes de un DT fue campeón en Primera y sucesor de Marcelo Bielsa, en efecto Osvaldo Piazza un notable defensor que triunfó en los 70 en Francia y que supo destacar a Ríos, un buen volante ofensivo o delantero. A los 43 años el referente de ATILRA comenta que juega de tanto en tanto, dentro de una actividad de 24 horas por 7 días y con su familia presente en realce especial a Alejandra su compañera de vida (docente, militante e hincha de Racing), además del fútbol mencionó al rock nacional como su cable a tierra. «Escucho Caras Extrañas, La 25, siempre me gustó y bailo muy bien rock and roll y mi salida es ir a recitales de rock, es un cable a tierra importante», nos comentó sonriente.
Y si bien con timidez admite como defecto «cierta falta de expresividad», dejaremos a consideración de los lectores si suscriben o no esa confesión de Heber Ríos terminada la lectura:
«Creo que me enamoré de la política e interpreto a la política como la única alternativa para buscar soluciones a aquellos que menos tienen. No tengo otras palabras para definir a Néstor y a Cristina»
Heber Ríos
-Le propongo un juego, soy un ser de otro planeta que cayó en General Rodríguez. Lo veo, me acerco y le pregunto: ¿Dónde estoy?, ¿Quién es usted y ¿Qué está pasando hoy en este país?
-Primero, que está en la casa de los trabajadores y las trabajadoras de la industria láctea, quien te habla es dirigente sindical que tutela los intereses de esos compañeros y compañeras de mi actividad y que claramente se ve reflejada la situación de la Argentina en la que atraviesan en la actualidad. No sólo ellos, sino todas las trabajadoras y trabajadores de nuestro país, una situación de incertidumbre, una situación de angustia, porque tenían muchas expectativas con respecto a que gobernara en nuestro país, nuevamente, un Gobierno Nacional y Popular. Algo que no se ve reflejado en la realidad que hoy están atravesando los trabajadores, los jubilados, jubiladas y principalmente los sectores más vulnerables de nuestro país.
-Esta es la entrevista número 56 para este ciclo de InfoGremiales. Charlas que van más allá de los conflictos y para esta nota a usted lo propusieron y destacaron otros compañeros, incluso no sólo de la Corriente Federal. Algo que habla de usted y de su equipo. ¿Si tiene que retribuir esa consideración de otros sindicalistas, cosa que no es fácil ni habitual, qué me dice?
-Cuesta hablar de uno en lo personal, no nos quito méritos pero la consideración que uno pudo haber generado en otros compañeros, nuestros pares, tiene que ver con el acompañamiento y la fidelidad con la que cuento en mi equipo de laburo, dirigentes, compañeros y compañeras. Principalmente con el respaldo que me han dado los trabajadores y las trabajadoras que, creo, consideran las muy poquitas virtudes que tengo como ser humano. Quizás reconocen un compañero que siempre les ha hablado con la verdad, que ha actuado de acuerdo a lo que pronuncia verbalmente, y las acciones se ven reflejadas en el estado de situación que están mis compañeras y mis compañeros, no solo con un salario digno sino con todo lo que uno se pudo haber comprometido en su momento y lo cumplió.
-No todo pasa por lo salarial.
-No, claro no es solo es lo salarial y uno lo asume como dirigente, lo que conlleva un desgaste no solo en la salud sino también en lo mental. Porque uno no se enfoca solamente en la problemática salarial de sus compañeros y compañeras. Cuando generamos un marco de confianza y esa confianza la ves reflejada en lo que te plantean, y no solo en cuestiones laborales sino también personales, uno no deja de costado su responsabilidad como dirigente, sino también se enfoca como ser humano y como compañero. Y eso me lleva más tiempo de lo que me puede llevar la cuestión laboral y sindical. Nosotros no esquivamos las cuestiones personales de mis compañeros y mis compañeras, hay dirigentes que lo dejan de costado y que legalmente interpretan que no les corresponde. A mi, moralmente, me parece que como a cualquier ser humano de buena cepa le pasa si ves reflejada la confianza en esos compañeros y podés hacer un aporte para solucionarle algo de su vida a esas personas, sean trabajadores o familias, lo tenés que hacer.
-Su familia, punto fundamental, ¿Cómo se compone?
-Tengo a mi compañera de hace más de 20 años, estoy casado con Alejandra, 3 hijos, Ulises, Joaquín y Ludmila, de 14, 16 y 21 años, tengo mi papá y mi mamá, por suerte, mi viejo está atravesando una situación de salud bastante grave, y tres hermanos, dos mayores que yo y mi hermana la más chica. Es mi familia y son un sostén principal para mí, no es una cuestión de formalismo decirlo, sino que son mis pilares fundamentales.
-¿Ludmila por la canción de Luis Alberto Spinetta?
-Ludmila por lo que significó ella con su llegada, el nombre lo eligió mi compañera. Ludmila fue lo primero que pude experimentar como el sentimiento más grande que un ser humano puede tener que es convertirse en papá. Mi primer hijo, mi primera hija, algo intransferible, y después obviamente cada hijo tiene su sentimiento particular. Pero Ludmila fue quien despertó en mí el sentimiento más maravilloso que pude haber tenido en mi corta, mediana edad.
-¿A qué se dedica Alejandra, su compañera?
-Es docente hace más de 20 años, también estudia para ser psicopedagoga.
-¿O sea que en su casa hay política las 24 horas?
-Las 24 horas. Y la política la mamé desde pibe, en mi casa con mi viejo y la vieja, un hogar peronista cien por ciento y se transfirió también al ámbito de mi familia. Porque Alejandra es maestra, militante gremial y peronista. Para ubicarnos en cuestiones de tiempo, con un acento más contemporáneo somos kirchneristas, mi compañera, mis hijos y yo.
-Discutir en 2022 si el kirchnerismo es peronismo ¿es perder el tiempo?
-Es perder el tiempo. No viví la época del peronismo, me lo trasladaron mis viejos, mis abuelos. Imaginate que el primer ejemplo del peronismo que tuve, cuando uno tiene una relativa conciencia de lo que pasa, fue el «Menemato», eso me llevó a desencantarme un poco del peronismo. Pero me vuelvo a enamorar de la política cuando llega a Néstor al gobierno, cuando logró lo que logró con un plan pergeñado por él, continuado por Cristina. Y eso me llevó no solo a militar políticamente sino a involucrarme en la cuestión gremial, a solidarizarme, a ver qué es lo que necesitan los de al lado, mi compañero, mi compañera. Hasta el día de hoy lo sigo bancando y remarcando en cada consulta que me hacen sobre por qué uno es kirchnerista. Creo que me enamoré de la política e interpreto a la política como la única alternativa para buscar soluciones a aquellos que menos tienen. No tengo otras palabras para definir a Néstor y a Cristina que fueron las personas que me hicieron enamorar otra vez de la política y a involucrarme, no a ser un opinólogo sino a militar.
«Nosotros no esquivamos las cuestiones personales de mis compañeros y mis compañeras, hay dirigentes que lo dejan de costado y que legalmente interpretan que no les corresponde»
-¿Cuántos años hace que es dirigente gremial?
-Desde los 25 años, cuando llegué a ser delegado. En el 2005 me postulo como delegado de planta. Antes, en el 2003 arranqué estudiando en la Universidad de Luján la carrera de Licenciatura en Administración de Empresas, algo totalmente distinto a las decisiones que tomé posteriormente. Es más, te hablaba de cuando hubo desamor con el peronismo, en esa oportunidad llego a la Universidad y lo primero que hago es visitar los centros de estudiantes, principalmente el de izquierda, empecé a militar en la izquierda pero llegó Néstor al gobierno. Entonces empecé a tener mis diferencias con los partidos de izquierda, a involucrarme y eso hizo un click. Pude ver cuál era el estado de situación que estaban atravesando mis compañeros en el ámbito laboral, y por eso mismo atribuyo a que me involucré en la política a partir de las acciones concretas de Néstor, porque él me mostró que había otra forma de hacer política y que había que involucrarse.
-En ese punto, ¿Ser kirchnerista es tomar el camino sindical más difícil?
-Mirá para mí no es difícil, según la interpretación y la visión que tenga cada uno, es la decisión correcta, el camino correcto. Cuando empecé a dar mis primeros pasos en la política sindical, siempre me decían que uno tenía que entender que el sistema ya estaba armado de determinada manera. Que si vos querías ir por un lado contrario era imposible llegar a representar los intereses de tus compañeros y compañeras. Es la interpretación de algunos que llegan al poder y se consideran que son dueños del puesto, y que en realidad eso lo deciden los compañeros en cualquier organización sindical que sea democrática, cuando sos elegido por el voto directo y secreto de los compañeros y de las compañeras.
-¿Hablar de sindicatos y democracia es una contradicción muchas veces?
-En mi organización no, considero que es sumamente democrática, siempre se ha elegido por el voto directo y secreto de todos y todas. Los requisitos que necesita un trabajador o una trabajadora para postularse, o pronunciarse con las intenciones claras de conducir los intereses de sus compañeros y compañeras, ¿la verdad? No tiene las complicaciones que pueden tener otras organizaciones: hay que ser mayor de 21 años, tener más de 2 años como afiliado a la organización y trabajar dentro de la actividad, con eso alcanza y sobra. Después la determinación la toman los trabajadores y las trabajadoras. Yo me jacto de que nunca le hemos impedido esa posibilidad a ningún compañero o compañera para que se postule, si considera que no está cien por ciento de acuerdo de cómo uno conduce el sindicato. Han tenido la oportunidad, hemos competido en elecciones, la mayoría ha determinado que uno siga conduciendo sus intereses y esos compañeros que tuvieron intenciones también, me jacto de que en la actualidad trabajan a la par conmigo.
-Es de suponer que aquí, en General Rodríguez usted sabe dónde vive y cómo piensa cada uno de esos trabajadores y trabajadoras. ¿Es una ventaja o algo que juega en contra?
-(Sonrisas) Todos nos conocemos. Para mí es una ventaja. Yo no soy una persona distinta en mi vida diaria con mis vecinos, mis vecinas, mi familia, a como lo soy con mis compañeros y con mis compañeras. Hay mucha gente que tiene la posibilidad de conocerme en el ámbito laboral, como dirigente sindical y que también tuvieron la oportunidad de conocerme como me manejo en la vida. Salgo a hacer las compras, a pasear con mi familia, llevo a mis chicos a la escuela, tengo la responsabilidad también de intentar hacer bien las cosas porque me quiero quedar a vivir toda la vida acá en General Rodríguez, ¡porque amo a General Rodríguez!
-¿Es su lugar en el mundo?
Sí, y lo elegí. Nací en Moreno, me mudé cuando acá cuando empecé a trabajar en La Serenísima. Me enamoré y acá me voy a quedar, armé mi familia, soy muy feliz viviendo en General Rodríguez, también ejerciendo la función como dirigente sindical. Donde por ahí vos tenés un grado de exposición y tiene que ver con intentar hacer las cosas siempre de la mejor manera porque mis hijos tienen sus relaciones, sus amigos, sus amigas, van a la escuela y obviamente todo lo que uno puede llegar a hacer mal también repercute en la vida de tu familia, yo trato de cuidar eso, porque hoy soy un dirigente sindical elegido por mis compañeros y por mis compañeras. Si el día de mañana si ellos toman la determinación de que no lo siga siendo, yo quiero seguir viviendo en General Rodríguez y que al menos le quede a la gente que me conoce que uno hace lo mejor que puede, es un ser humano. Yo tengo muy poquitas virtudes y muchísimos defectos, pero mínimamente sé reconocer qué cosas están bien y qué cosas están mal.
-¿Qué defectos me nombraría?
-Soy una persona muy poco expresiva, poco demostrativa, me gustaría serlo, no solo a nivel sindical sino a nivel de relaciones con mi familia, mi esposa, mis hijos.
-Estamos tan cerca de Luján, que podemos pensar que su procesión va por dentro…
-Y eso me llevó también a tener muchos temas de salud al no poder expresar. Y no lo digo para jactarme de ello, mucha gente que me conoce puede pensar que soy una persona bastante fría pero en realidad yo no lo considero de esa manera. Como vos decís, la procesión va por dentro y eso te repercute en lo personal y principalmente en la salud.
-En su carrera sindical, ¿cuántas veces quiso pedirle al DT que lo sacara o irse de la cancha?
-Nunca. Y esto también tiene que ver con el apoyo de la familia. Alejandra, mi compañera de vida fue mi primera novia es la mamá de mis hijos, es mi pilar, fundamental, lo son ella y mis hijos. Partiendo de esa base lo que hago lo disfruto, lo vivo, soy muy apasionado en lo que hago, pero uno tiene que tener un respaldo en lo familiar, implica muchas horas de laburo, muchas horas fuera de tu casa. Sin tener ese respaldo de la familia es imposible desempeñar la tarea de dirigente sindical porque si uno es un apasionado en determinado tema siempre hace agua como papá, como compañero, como hijo. Porque no te dan los tiempos, ahora cuando tenés fortalecidos esos lazos -algo que creo fundamental- podés asumir este tipo de responsabilidades y es gracias a esa familia. Cuando sienta un desgaste, sienta que no puedo representar los intereses de mis compañeros y mis compañeras, ahí sí, prefiero dar un paso al costado.
«Atravesamos 4 años de neoliberalismo con Macri atacando a las organizaciones gremiales, a los dirigentes sindicales, intentando hacer una reforma laboral. Resistimos, ¿no todos eh? Pero una enorme cantidad de compañeros y compañeras, trabajadores y trabajadoras de base, resistimos»
-Escucharlo hablar de su familia emociona y lo comparto o también, desde el machirulismo confeso y conociendo el ámbito sindical, ¿cuántas veces le dijeron: pollerudo?
-¡Muchísimas veces! Soy de consultar mucho, no las decisiones que uno toma en lo sindical, soy muy crítico de lo que hago, constantemente me estoy criticando, me pego bastante, siempre exigente conmigo mismo. Uno nteractúa con compañeros y con compañeras que muchas veces por el respeto que pueden tenerme no sé si son demasiado objetivos. Ahora, si hay una persona que es objetiva y lo hace porque me quiere es mi compañera de vida. Ella no tiene ningún tipo de problema en decirme si me estoy equivocando o no. Para tomar algunas determinaciones lo consulto mucho dentro de mi familia, porque son personas que lo hacen desde el sentimiento y el aprecio que tienen por uno. Y mirá, por suerte no me he equivocado mucho escuchando a las personas que me quieren.
-¿Para armar un equipo de incondicionales en su sindicato, elige 5, 8 una lista grande?
-Tengo un equipo importante de compañeros y compañeras.
-¿De esos a los que se les puede dar la espalda tranquilo?
-Muy tranquilo, soy un privilegiado en eso. Me lo han demostrado, hace más de 20 años que ejerzo la tarea sindical y mis compañeros y compañeras me cuidan la espalda, puedo dormir tranquilamente. No te digo que son 100, pero tengo un equipo bastante importante. Creo que dos equipos de 11 podría armar porque me lo han demostrado con hechos concretos.
-Un laboralista, Luis Roa, nos comentó: «el que quiera pensar en lo que puede venir en el 2023 si gana la derecha pregúntenle a Heber Ríos». ¿En cuánto hoy usted y su sindicato están viviendo un anticipo de lo que podría pasar con Juntos por el Cambio al poder?
-Si lo trasladamos al ámbito laboral, no me pongo únicamente en lo que estamos atravesando en la actualidad con un conflicto laboral que tiene que ver con trabajadores de Lácteos Vidal. Hay muchas organizaciones sindicales que pueden tener sus problemas. Pero creo que de lo que nos puede pasar en el 2023, a todos los trabajadores y trabajadoras, un número importante de los dirigentes no lo está tomando debida nota. Posiblemente porque interpreten que lo que está pasando en Lácteos Vidal es un hecho aislado, pero creo que es la antesala de la visión que tiene Juntos por el Cambio con las organizaciones sindicales y principalmente con los dirigentes.
-Toma de conciencia social, que le dicen…
-Obviamente los que ya están teniendo consecuencias son los dirigentes que siempre le ponen el cuerpo, que hacen las cosas que tienen que hacer, que representan a sus compañeros y a sus compañeras como corresponde. ¿Cuál es la lógica que estamos atravesando en Lácteos Vidal? Tiene que ver con la transformación de una causa laboral en una causa penal, a dirigentes, a trabajadores y a trabajadoras, obviamente con denuncias falsas. En este caso no voy a meter a todos los fiscales en la misma bolsa, creo que el fiscal está actuando como corresponde, recibió la denuncia, corroboró efectivamente que era falsa. Porque se habló de bloqueo, apriete y amenazas por parte de los dirigentes a los trabajadores y a las trabajadoras, lo que pasa en realidad es que todo eso retrasa la posibilidad de solucionar el conflicto que tiene que ver con un reclamo genuino.
-¿El conflicto de fondo?
-Y que dicho sea de paso, lo primero que hace la Ministra de Trabajo (Kelly Olmos) apenas asume se refiere a una organización hermana que tiene que ver con Camioneros, hablando únicamente que está en contra de los bloqueos y creo que ahí se olvida de que más allá de que exista o no el bloqueo, hay un reclamo genuino que no se está solucionando. Tuve malos ejemplos con la gestión de Moroni (Claudio), cuando intervino en el conflicto de Lácteos Vidal, no nos pudo dar una solución y abiertamente, antes de su renuncia, estuvo en la Cámara de Diputados donde habló de que el Ministerio de Trabajo no puede exigirle nada a ninguna de las partes, que únicamente tiene que actuar como mediador. Lo hizo habiendo reconocido las irregularidades que se están cometiendo en Lácteos Vidal, consiente de que el reclamo que estamos realizando corresponde, porque hay una medida cautelar que no la están cumpliendo y tampoco la Justicia se lo exige a la empresa. ¿Y lo único que hace la Ministra Olmos es pronunciarse a favor o en contra de un bloqueo?
-Me remite a la mesa paritaria que suele estar inclinada por lo general…
– Es que están olvidándose que el problema principal lo tienen los trabajadores, y que si hay un Ministerio de Trabajo ausente en intentar de darle solución al sector más desprotegido, en este caso creo que no hay discusión entre quién es el sector más desprotegido si los trabajadores o el sector empresario, son claramente los trabajadores. Bueno, si el Ministerio de Trabajo, el Estado, no le puede dar soluciones al trabajador, no le puede hacer cumplir al sector empresario las cosas que están enmarcadas dentro de las leyes de nuestro país, los trabajadores quedamos totalmente indefensos. Y duele mucho porque este es un gobierno en el cual los trabajadores y las trabajadoras tenían muchísimas expectativas. Atravesamos 4 años de neoliberalismo con Macri atacando a las organizaciones gremiales, a los dirigentes sindicales, intentando hacer una reforma laboral. Resistimos, ¿no todos eh? Pero una enorme cantidad de compañeros y compañeras, trabajadores y trabajadoras de base, resistimos esa reforma laboral pero en el caso de que ganen nuevamente y regrese la derecha en nuestro país, para lo que se viene ya hay una radiografía, una fotografía, y es lo que está pasando hoy en Lácteos Vidal, eliminar el único paraguas protector que tienen los trabajadores y las trabajadoras. A ver, creo que los dirigentes sindicales y políticos no deberían tener miedo porque las posibilidades de que te ataquen los sectores concentrados del poder están a la vista de todos.
-¿Sintió miedo alguna vez?
-Miedo no. Yo trato de proteger a mi familia y mi familia es muy consciente de lo que me puede llegar a pasar a mí como dirigente porque sabe las convicciones que tengo.
«Si el Ministerio de Trabajo, el Estado, no le puede dar soluciones al trabajador, no le puede hacer cumplir al sector empresario las cosas que están enmarcadas dentro de las leyes de nuestro país, los trabajadores quedamos totalmente indefensos»
-Hablamos concretamente de «ir en cana».
-Sí, de ir en cana, porque apuntan a eso concretamente, pero a uno como dirigente no le tiene que preocupar, puede ser una de las instancias y nos tenemos que hacer cargo, pero lo preocupante es que no es meter en cana únicamente a los dirigentes sindicales sino que se proponen eliminar a las organizaciones sindicales y eso es lo preocupante.
-¿Alcanzó a pensar si hay funcionarios de este Gobierno que también tienen miedo que en el 2023 le tiren un carpetazo?
-Tiene que ver claramente con la posición que tenía el Ministro de la Nación, que no tomó las decisiones que tenía que tomar ni se pronunció a favor de los trabajadores y las trabajadoras. Por ahí analizan que están de manera circunstancial en su cargo y que no quieren tener ningún tipo de causa penal por parte, en este caso, de quienes comandan este movimiento empresarial antibloqueo, Florencia Arietto o Patricia Bullrich, que se dedican a meter en cana a dirigentes sindicales y también a dirigentes políticos, creo que no lo hacen por ese miedo. Y cuando describo esta realidad hago un destaque especial a la asunción de Walter Correa como ministro de Trabajo de la Provincia. El es un compañero que está ejerciendo la tarea como corresponde, poniendo el cuerpo y el alma. Correa ha sido dirigente sindical y sabe a la perfección que si no lo atacan por ser ministro, por defender como corresponde a la clase trabajadora, también lo van a atacar porque es un compañero combativo, con convicciones firmes y que sabe de qué lado se tiene que parar, siempre del lado de los trabajadores y las trabajadoras.
-En cuanto a paradojas del Gobierno, ¿no lo sorprendió entonces de que Kelly Olmos haya dicho que el salario genera inflación? Porque el kirchnerismo no comparte esa visión.
-No es por cuestión de Boca y River acá, nosotros tenemos bien en claro y me parece que cualquier economista serio no puede ni siquiera tomar esa posición o señalar que el salario genera inflación, eso está claro. Pero no me sorprenden para nada las declaraciones que tuvo.
-Salarios, conflictos y soledades, ¿se puso en los zapatos del gremio del Neumático?
-Vemos muchísimas similitudes con lo que te comento y el reclamo que llevaron los compañeros del Neumático, nos hemos solidarizado, hemos tenido contacto con los compañeros…
-Aún cuando en esa conducción hay dirigentes del Partido Obrero, todo un mito gremial…
-Yo no hago ningún tipo de diferenciación, son compañeros trabajadores y trabajadoras, después la decisión política la podemos discutir, podemos tener diferencias pero cuando se está hablando de defender a los trabajadores y a las trabajadoras me parece que no hay que mezclar el color político que cada uno acompaña.
-Daniel Yofra, el líder de los Aceiteros nos dijo que este Gobierno es más severo con los trabajadores que con los empresarios. ¿Firma en adhesión a ese parecer?
-Me duele pero es cierto, firmo.
-Y ahí aparece entonces la Corriente Federal de los Trabajadores.
-Es un sector con el cual me siento muy identificado. Tuve el privilegio de ser parte de una de las primeras organizaciones sindicales que se reunieron para concretarlo, antes del lanzamiento en Ferro en el 2016. Lo hicimos con un grupo de dirigentes sindicales y de organizaciones sindicales que para mí representan el sindicalismo que defiendo y tiene que ver con un sindicalismo revolucionario, combativo, con dirigentes sindicales sin miedo a las consecuencias que les puede traer tomar decisiones más allá de la cuestión política y si repercute o no en tal o cual dirigente político. Son compañeros y compañeras que tienen bien en claro que su tarea principal es defender los intereses de la gente que representan, que son los que los pusieron en su cargo.
La Corriente es una esperanza, con todo lo que está pasando internamente en el mundo sindical, con divisiones o fracturas dentro de las centrales obreras, ahora también creo que esas fracturas y divisiones, se habla en realidad de la decisiones que toman los dirigentes.
-Me habla de la siempre declamada «unidad de los trabajadores».
-Yo tengo una lectura, de que los trabajadores y las trabajadoras no tienen esas diferencias. Cuando nos encontramos en la calle con los trabajadores y las trabajadoras, que muchas veces van a contramarcha de las decisiones que toman sus dirigentes. Cuando nos encontramos y vemos son los compañeros y las compañeras con las cuales combatimos el neoliberalismo en nuestro país. Y hoy nos seguimos encontrando porque más allá de que somos peronistas, bancamos este Gobierno, hemos generado las acciones para que este Gobierno llegue al poder, nosotros seguimos saliendo a la calle, diciendo lo que tenemos que decir, marcando las diferencias que tenemos “con los funcionarios que no funcionan” en el ámbito de este gobierno, y si tenemos que salir a la calle a reclamar lo vamos a hacer porque nuestra tarea principal es defender los intereses de nuestros compañeros y compañeras.
-¿Aunque ni siquiera con productos lácteos se puedan digerir algunos sapos desde 2019?
-(Sonríe y hace una pausa de silencio) Mirá, nombraste los productos lácteos que hoy son inaccesibles para un sector importante de la sociedad. Me brindás el pie para comentar que le hemos propuesto al Gobierno Nacional que nos utilice a los sindicatos, principalmente a la parte industrial y en nuestro caso en particular, como un órgano de contralor de precios para garantizar que ese producto llegue a la mesa de todos los argentinos y todas las argentinas. Ahora, el gobierno realiza acuerdos con el sector empresario, le exige menos de lo que le podría estar exigiendo, y con un porcentaje muy chiquito de la producción que ellos realizan mensualmente o anualmente, y nosotros creemos que le podrían exigir muchísimo más se podría hacer muchísimo. Nos tiene que doler que haya argentinos y argentinas que no pueden acceder a un litro de leche, nosotros tenemos la herramienta fundamental para garantizar eso actuando como un órgano de contralor porque no somos dirigentes ausentes, somos dirigentes presentes. En mi caso puedo estar en una oficina dentro del sindicato, pero estoy todos los días en la fábrica, desde que recibimos la materia prima, la procesamos, la elaboramos, la distribuimos hasta que llega a las góndolas. Y nosotros podemos asegurar los precios que se fijan en las góndolas y después terminan repercutiendo en la inflación que existe hoy en nuestro país, de nuestro sector y en ese producto principalmente, nosotros podemos dar muchísimas soluciones, pero creo que la mesa tiene que ser mucho más amplia, no solamente con funcionarios de gobierno y empresarios sino que también tienen que estar sentados en esa mesa el sector de los trabajadores y las trabajadoras.
-¿Después del reciente 17 de Octubre, tachamos de la marcha peronista la estrofa donde se asegura que: todos unidos triunfaremos?
-Te vuelvo a repetir, creo que todos unidos triunfaremos y a mí me interesa generar la unidad. Está claro con quién no me juntaría, hay dirigentes con los cuales no me juntaría ni me interesa generar ningún tipo de unidad y no sé si a ellos les interesa tampoco. Pero a mí me interesa generar unidad y lo venimos haciendo nosotros acá en el territorio, más allá de cuál es la posición que tienen los dirigentes nacionales, nosotros con los dirigentes de bases de las regionales CGT, las comisiones internas de las fábricas, los delegados y delegadas de las distintas plantas, nos venimos juntando y generando este marco de unidad. No nos vamos a quedar de brazos cruzados esperando que retome la derecha en nuestro país, estamos generando unidad de acción con los compañeros y con las compañeras que ponen el cuerpo todos los días en las fábricas, en sus puestos de trabajo. Con esos compañeros, con esas compañeras, vamos a generar una unidad y seguramente unidos triunfaremos, ahí le doy un valor primordial, pero es la unidad en acción con los compañeros y con las compañeras que le ponen el cuerpo.