El titular de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), Juan Carlos Schmid, se pronunció hoy por una doble gestión público-privada de la Hidrovía Paraná-Paraguay y sostuvo que ese corredor requiere «certidumbre» sobre «la seguridad en la navegación, la profundidad del cauce y las condiciones de la ruta».
«La Hidrovía amerita gestión pública y privada. Existe hoy un ensayo inconcluso e impreciso, en un contexto en el que la Administración General de Puertos (AGP) tiene el control del cobro de lo que de forma previa era el peaje a cargo de los privados. Todo es difuso a partir de las prórrogas para otorgar las obras y la incertidumbre sobre la posibilidad de que haya o no una licitación internacional y cuándo», puntualizó Schmid.
El titular del Sindicato de Personal de Dragado y Balizamiento (Dragybal) y excotitular de la CGT afirmó que ese corredor requiere «seguridad» respecto de garantizar ciertos temas como «el cauce, las condiciones de la ruta, la navegación y la infraestructura».
En declaraciones a la prensa, Schmid sostuvo que «el Estado nada hizo en el último cuarto de siglo para hacerse cargo de la Hidrovía y solo fue un actor secundario en la observación y autorización para mantener ese servicio vital para el comercio exterior».
Además, enfatizó que nunca el Estado «se planteó la necesidad de tener o reforzar su propio plantel flotante«, y, sin embargo, aseguró que «el corredor funcionó de manera correcta, a diferencia de otras concesiones en varias áreas del Estado».
«Eso se realizó con trabajo argentino. Es preciso derribar el mito de que se la llevan toda los extranjeros. No es así. Ahí trabajan argentinos. A mí no se me ocurriría decir que se vaya la Ford porque es norteamericana. Quedarían 5 o 10 mil en la calle», dijo.
También ratificó la necesidad de que los trabajadores intervengan en la discusión sobre las políticas públicas para la industria naval, la reactivación de la marina mercante y la navegación interior, porque al país ingresan 4 mil barcos al corredor y no llegan ni a 10 los que tienen pabellón nacional, precisó el dirigente, quien aseveró que la Argentina construye «la infraestructura para que la naveguen las empresas transnacionales».
También se pronunció por la reformulación de la Ley de Puerto, que «es hija del Consenso de Washington», y señaló que ese sistema «es gris, tiene muchas zonas opacas respecto de los controles, la fiscalidad y las declaraciones juradas».
«Es preciso sentarse a negociar con los exportadores. El ejercicio de la soberanía no es solo levantar la bandera del canal Magdalena o la Hidrovía sino que implica conocer el negocio. Hay que decodificar todo ese complejo y discutir», concluyó el dirigente.
La Fempinra paralizó el viernes último las tareas durante 24 horas y se movilizó hacia la cartera de Transporte en demanda de «un amplio abanico de reclamos y reivindicaciones» y, el lunes, sus dirigentes fueron recibidos por la ministra de Trabajo, Raquel Olmos, ante quien plantearon la realidad de la actividad marítimo-portuaria-naval.