El secretario adjunto de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos (FOETRA Buenos Aires), Claudio Marín, aseguró que debería sancionarse una ley de participación de «los trabajadores en las utilidades», y afirmó que ello podría aplicarse a través de «un bono», ya que aquel beneficio suele descontarse de la misma bolsa de «la masa salarial».
«Lo que algunos gremios obtienen como participación en las utilidades a través de un bono, luego suelen perderlo por la corrección salarial», puntualizó el dirigente sindical.
El también secretario Gremial de la CTA Autónoma que lidera el docente Hugo Yasky explicó que «una cosa es corrección salarial y, otra, participación en ganancias».
El dirigente señaló como ejemplo que Pedro Wasiejko, titular del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) y adjunto de esa CTA, negoció en su momento la participación en las utilidades «cuando ello no existía» y logró «un porcentaje, en la visión de que en algún momento habría una reactivación y, en este momento, tiene una participación interesante en ese sentido».
En otro orden, Marín subrayó que muy pocos gremios lograron hasta ahora alcanzar «una corrección salarial anual» y sostuvo que todo parece indicar que «se está orejeando y mirando las cartas».
«Los trabajadores necesitan corregir el salario. Las negociaciones tienen características particulares según cada gremio. Los pisos y techos paritarios podrían ser medidos a partir de la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno (PBI). Eso evidenciaría una pauta interesante sobre lo que sucede», afirmó.
En esa línea, reconoció que de forma gradual viene incrementándose «la participación salarial de los trabajadores en el marco de ese PBI, aunque a su vez existen pisos y techos vinculados con una relación de fuerzas determinada en líneas generales».
«Existe un piso y de forma inferior a eso es imposible acordar. Y un techo, que es social. Ningún gremio obtiene el 100 por ciento de lo reclamado, porque ello se vincula con la relación de fuerzas. No individual como organización, sino social», argumentó.
También puntualizó que en las negociaciones se puede discutir de muchas formas y sobre infinidad de ítems, como «salarios básicos, antigüedad, categorías, ascensos; es decir, hay 1.000 variantes, por lo que todo depende de cómo se agudiza el ingenio», concluyó.