Una asamblea convocada por el Sindicato Único de Serenos de Buques para elegir la juntar electoral terminó en un escándalo. La oposición denunció amenazas, golpes y aprietes por parte del oficialismo y se retiró. Acusan a Antonio Ivaldi y a su hija de amañar el proceso electoral. Hoy habrá otro escenario de conflicto porque Ivaldi aspira a desafiliar la organización de la Federación Marítima y Portuaria.
Lo que debía ser el punto de partida del proceso electoral del Sindicato Único de Serenos de Buques terminó ayer en un escándalo con denuncias, ante escribano público, de amenazas, golpes y aprietes por parte del oficialismo.
Los hechos se dieron en el marco de la Asamblea con la que se debían designar las autoridades de la Junta Electoral, el órgano encargado de llevar adelante los comicios de renovación de autoridades. Allí la conducción de Antonio Ivaldi y de su hija buscó sacar de escena a quienes, por primera vez en años, representan un espacio alternativo.
«No se daban las condiciones ni las garantías para hacer una asamblea en un lugar tan chico donde había más de 150 personas. Hubo aprietes, amenazas, golpes, no se escuchaba el audio. Así es como se vienen manejando ellos», explicaron a InfoGremiales.
«Había una línea de ‘serenos’ de 2 metros adelante para que no estemos adelante ni podamos filmar. Es terrible el atropello que estamos viviendo. Era un día histórico para nombrar las autoridades de la Junta pero quisieron nombrar sus autoridades sin saber el estatuto», agregaron.
En ese contexto los opositores optaron por retirarse cuando comenzaron al ser amenazados y hostigados. De hecho en uno de los videos que circula del momento se escucha: «Está para darles un par de sopapos».
Vale recordar que desde hace meses el sindicato atraviesa una dura interna por la presión que ejerce la Agrupación Serenos Históricos que encabeza Martin Landolfi y que busca, en otras cosas, promover una renovación generacional.
En medio de ese berenjenal hoy habrá otro foco de discrepancia. Es que Ivaldi convocó a una nueva asamblea, en este caso extraordinaria, con un único fin: definir la desafiliación del gremio de la Federación Marítima y Portuaria (Fempinra) que conduce el ex triunviro de la CGT, Juan Carlos Schmid.
La determinación de Ivaldi caldea aún más el clima interno. Es que la noticia ya generó un fuerte malestar en las bases del gremio y provocó una nueva disidencia con sus detractores.