Tras algunos idas y vueltas a través de los medios, Raquel «Kelly» Olmos afirmó que la intención desde el Gobierno no es poner un techo a las paritarias ni arbitrarlas pero que esperan contribuir a que las partes converjan «en un sentido de alimentar las expectativas como estamos planteando, hacia una reducción del nivel inflacionario pero al mismo tiempo que los trabajadores recuperen algo de su capacidad adquisitiva perdida».
La ministra de Trabajo de Nación Raquel «Kelly» Olmos valoró los números positivos que está ostentando la gestión: «Nuestro gobierno logró un nivel inédito de creación de empleo, hemos tenido dos años seguidos de crecimiento y aspiramos a tener tres años seguidos de crecimiento.»
En diálogo con IP Noticias, la funcionaria también respondió por los temas pendientes: «Hace falta quebrar la alta inflación porque erosiona los salarios y porque también llevamos una carga significativa con lo que se perdió en la etapa del macrismo», a lo que sumó como factores externos la pandemia y la guerra. Aún así «estamos con los niveles de ocupación más altos de la serie histórica», remarcó.
Asimismo aseguró que su par en Economía, Sergio Massa «está logrando quebrar la inflación». Y detalló que él es la cabeza pero todo el Gabinete hace su parte para cumplir con las metas.
«Habitualmente se aplican mecanismos de shock pero el Gobierno desistió de esos mecanismos porque tienen un impacto inicial muy fuerte sobre los sectores de menos recursos. Tomamos el camino más difícil, de hacerlo por escalones y de un modo no de impacto sino de tendencia. Es difícil quebrar inercia y cambiar expectativas», explicó Olmos.
Y agregó: «En enero esperamos bajar un poquito más y llegar a abril con un 3 adelante»
Respecto a las negociaciones colectivas y tras el reflote de la consigna de Bancarios «Techo tienen las casas, los trabajadores tenemos paritarias», Olmos aclaró por su parte: «Queremos que las paritarias ayuden a la generación de expectativas, no es una imposición de techo ni mucho menos. El Gobierno no pone techo ni arbitra. Contribuye a que trabajadores y empresarios converjan en un sentido de alimentar las expectativas como estamos planteando, hacia una reducción del nivel inflacionario pero al mismo tiempo que los trabajadores recuperen algo de su capacidad adquisitiva perdida».
«Los dirigentes sindicales tienen que ser aliados porque es a los que más les conviene que la alta inflación se quiebre. La ilusión de tener altos números que después en la práctica no ayudan», señaló.
La ministra de Trabajo, a su vez, descartó la implementación de una reforma laboral durante la gestión del Frente del Todos. «El Gobierno no tiene en sus objetivos impulsar ninguna ley de reforma laboral. Eso no significa que haya sectores que se tienen que modernizar», dijo.
Y remarcó: «La negociación tripartita en paritarias y convenios colectivos de trabajo es esencial».
«Durante el macrismo el PBI cayó tres de cuatro años y se perdió el empleo. Ellos llevaron adelante una reforma laboral reduciendo, en dos años, la capacidad adquisitiva en más de 20 puntos. Ellos creen que los sueldos son un costo», cuestionó.