El próximo 16 de marzo los trabajadores deberán elegir las nuevas autoridades del Sindicato de Serenos de Buques. Desde la oposición acusan el oficialismo, comandado por el clan familiar Ivaldi, de instalar un clima oscuro y forzar el estatuto.
En algo más de un mes los trabajadores agremiados en el Sindicato Único de Serenos de Buque deberán pasar por las urnas para la renovación de sus autoridades. Con el cronograma electoral fijado, ya comenzó a desplegarse la maquinaria electoral de una organización sindical que cuenta con alrededor de 350 afiliados y que conduce desde hace varios períodos Antonio Ivaldi.
El sindicalista viene de un traspié. Quedó expuesto ante los afiliados al pretender separarse de la Federación Marítima (FeMPINRA) el pasado 2 de diciembre de 2022. En aquella oportunidad no logró su cometido por escándalo que generó la intención lo que derivó en que el veedor del Ministerio de Trabajo se retirase de las instalaciones por falta de seguridad.
Camino a las urnas, la opositora «Agrupación Serenos Históricos» cumplió todos los requisitos del estatuto social y se presentará como «Lista 2 Azul y Blanca». La aspiración es desbancar a Ivaldi.
La lista oficial, encabezada por el propio Ivaldi, lleva el Número 1 y la denominación «Celeste y Blanca».
También estuvo sobre la mesa una tercera nomina, la «Verde y Blanca», que finalmente fue descartada por no cumplir los recaudos estatutarios del Sindicato.
La cuestión que empezó a generar rispideces reside en el cumplimiento de los requisitos. La opositora Lista 2 logró reunir todos los avales y todos los recaudos del exigente estatuto de la organización sindical, en cambio la propia lista de Ivaldi no pudo.
«Él se encuentra jubilado desde hace varios años por lo que no desarrolla la actividad y su hija, heredera, Mariela Ivaldi, nunca desarrolló antes de la convocatoria a elecciones la tarea de serenos de buque por lo que se trata de una empleada administrativa», detallaron desde la oposición.
En las redes sociales, los opositores se pronunciaron a la espera de que la lista oficial honre el estatuto y retire los candidatos que no cumplen con los requisitos para ser tales.
Con la impugnación a la lista oficial a cuestas, la resolución cae sobre el Ministerio de Trabajo que hasta ahora ha mantenido, a través de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, un silencio stampa. Incluso hay una cuestión que genera suspicacias: La directora, Mónica Rissotto, «se encuentra recusada en estas actuaciones por el parentesco con los abogados que dirigieron el proceso electoral y esperamos», señalan desde la oposición y confían en que «el Ministerio de Trabajo, a través de la ministra ‘Kelly’ Olmos pueda garantizar que todas las listas cumplan los recaudos de ley y que no se continúe con este accionar».
Por último solicitaron que cesen las persecuciones contra los afiliados, adherentes y candidatos de las listas opositoras. «El Ministerio de Trabajo tendrá la palabra. El mundo portuario, marítimo y naval viene siguiendo de cerca esta situación», concluyeron desde la agrupación.