Son datos oficiales. Una familia necesitó en enero ingresos mínimos de $163.339 en la Ciudad de Buenos Aires para no ser considerada pobre. Más presión sobre las paritarias.
En tanto, requirió de al menos $251.423,20 para ser considerada de clase media, según los índices publicados por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad.
Los valores respecto de los índices de diciembre aumentaron 6,9%, en línea con la medición que realiza el organismo porteño, que calculó recientemente en 7,3% la inflación para el mismo período.
En tanto, la línea de indigencia en base a la Canasta Básica Alimentaria se situó en $89.837 y la línea de pobreza en función de la Canasta Básica Total en el orden de los $163.339.
Siendo que una familia tipo comprende a un hombre y una mujer económicamente activos, se desprende que, con dos salarios mínimos, en CABA ya no alcanza la línea de la pobreza.
A enero el salario mínimo vital y móvil es de $67.743, con lo cual, con la suma de los dos salarios mínimos, aún quedan 20% debajo de la línea de pobreza, encuadrados en situación de «Pobreza no indigente».
Otro de los datos relevantes es que a enero ambas canastas pasaron el 100% de aumento interanual.
Mientras que para la línea de pobreza el aumento de la canasta interanual está en el orden del 104,2%, $163.339 vs $79.988 (enero 22), para la línea de indigencia, el aumento de la canasta básica alimentaria fue de 110,16%, $89.837 vs $42.747 (enero 22).
Ambas por encima del incremento del nivel general interanual calculado por la misma Dirección estadística, que fue de 99,4%.
En el informe se indica que dicha estratificación brinda, por un lado, la posibilidad de identificar a los sectores más desprotegidos de la sociedad en términos de situaciones de indigencia y de pobreza y, por el otro, da cuenta de la heterogeneidad de los sectores no pobres de manera de facilitar un análisis más integral de la situación social de la Ciudad de Buenos Aires, la de cada uno de los estratos definidos y su evolución en el tiempo.