La conducción nacional de la CGT cerró ayer un cronograma de normalización de la regional Córdoba. En un plenario paralelo más de 40 organizaciones lo rechazaron y pidieron que las autoridades «surjan de la voluntad democráticamente expresada de las organizaciones gremiales cordobesas». Continuarán funcionando bajo otro paraguas.
La conducción de la CGT Regional Córdoba tuvo ayer un nuevo cruce entre la dirección nacional de la central obrera y un conjunto de más de 40 organizaciones de base de la provincia que se resisten a cumplir con las directivas de Azopardo.
Por un lado, en el marco de un plenario reconocido desde la Capital con Horacio Otero como normalizador, se confirmó que el 30 de marzo se realizará la asamblea con la que se elegirá la nueva conducción. Después de más de dos décadas, no estará José «Pepe» Pihen, histórico gremialista peronista cordobés.
«Será la primera vez, luego de 20 años, que la CGT Regional Córdoba tendrá autoridades que son reconocidas por la CGT nacional», indicó Otero.
En paralelo, un plenario de más de 40 organizaciones peso pesado de la provincia se reunió en la sede local del SMATA. Allí analizaron la convocatoria del 30 de marzo y rechazaron la intervención dispuesta por la CGT Nacional.
Resolvieron «ratificar el rechazo a la intervención y la exigencia de que las autoridades de la regional surjan de la voluntad democráticamente expresada de las organizaciones gremiales cordobesas».
Además confirmaron el funcionamiento en paralelo del armado: «Mientras ello no ocurra, ratificar la continuidad del funcionamiento y de las acciones que esta CGT ha llevado y llevará adelante en defensa de los derechos de los trabajadores; en contra del trabajo precario, tanto en el ámbito privado como en el estatal; en rechazo a los reiterados intentos de reforma laboral impulsados por fuerzas políticas y en no pocos casos convalidados por patronales estatales; contra el permanente ataque de las patronales privadas contra las organizaciones sindicales y el ejercicio de la solidaridad activa con los gremios en conflicto».
El núcleo del espacio rebelde lo conforman, además del SMATA, gremios poderosos como La Bancaria, Alimentación, estatales de UEPC, UOCRA, Gráficos, SADOP, Luz y Fuerza, Legislativos, Municipales, Judiciales, Mineros, Gastronómicos, Pasteleros, Farmacia, entre muchos otros.
En los últimos días fue el propio Pihen el que dejó claro que si no dejan participar a los gremios que representan, quedará confirmada otra CGT paralela, que se autodenomina CGT Córdoba, sin el agregado de la palabra «regional» que tendrá la central obrera que avalan desde Nación.