(Por Ana Flores Sorroche) Las mujeres sindicalistas coparon la central obrera en otro 8M. El Felipe Vallese tronó al ritmo de «Cristina presidenta» y con el reclamo por compañeras para la conducción de la CGT. En el escenario se sumaron dirigentes de Las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, entre las que estuvo Karina Moyano quien sorprendió por su apoyo a la vicepresidenta: «Quisieron meternos miedo a todas las mujeres y me parece que con esto se llevan una sorpresa y empiezan a tener el miedo ellos porque las mujeres nos pusimos de pie, vamos a acompañar a Cristina».
En otro 8 de marzo en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres sindicalistas en la CGT se congregaron en la sede de Azopardo y tomaron el salón más emblemático del movimiento obrero argentino.
Así lo destacó la dirigente de trabajadores y trabajadoras judiciales Vanesa Siley: «Nos hicimos la pregunta: por qué no estar el Día Internacional de los Trabajadores en la casa de los trabajadores y las trabajadoras, y con las compañeras y con el impulso de la compañera Graciela que tiene la secretaría en el consejo directivo, con la decisión de Karina, con el trabajo de Claudia, con Mabel, siempre Mabel, que es como nuestra guía, y la verdad que con una fuerte decisión y una firme convicción hoy estamos en la casa de los trabajadores y trabajadoras todas las mujeres sindicalistas. Es hermoso».
En el escenario del «Felipe Vallese» estuvieron Graciela Aleñá, Vanesa Siley, Mara Rivera, Marina Jaureguiberry, María Rosa Martínez, Claudia Ormachea y se sumaron desde las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas Karina Moyano, Mabel Miele y Viviana Fernández.
Rememorando a las trabajadoras textiles de Cotton que murieron calcinadas en la toma de la fábrica cuando reclamaban el mismo sueldo por igual tarea y la reducción de la jornada laboral, Siley reflexionó sobre este sacrificio: «Una no quiere que eso vuelva a pasar, pero estamos dispuestas a hacerlo si es para defender a nuestra clase, si es para defender a nuestras compañeras trabajadoras, si es para defender a nuestras organizaciones sindicales, si es para defender a la patria y a la democracia también» y agregó que «La falta de democracia afecta lo más humildes del pueblo» y «viene de la mano de la explotación económica» para lo que «necesitan dañar a las instituciones de la democracia».
Por todos estos motivos, remarcó: «No tenemos Plan B, no tenemos segundas opciones, no tenemos alternativas. Sabemos que si llega la derecha a nuestro país nos van a perseguir, nos van a encarcelar para intervenir nuestras organizaciones, nos van a sacar los convenios colectivos, nos van a sacar el derecho a la discusión salarial en paritarias, nos van a sacar todo y también van a venir por nuestras familias».
A su turno, Karina Moyano, actual secretaria Adjunta de Las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas que encabeza Marcelo Pariente, afirmó: «Hoy se hablaba de la unidad sindical y a cada una de nosotras nos explota el corazón de orgullo porque no saben lo que se trabajó para que cada una de ustedes esté sentada en la casa de ustedes, la casa de los trabajadores.»
También hizo referencia a la canción que entonaron las presentes «No vinimos por la foto, no servimos el café, queremos a las compañeras conduciendo CGT» y dijo, entre risas: «Creo que hace falta un cambio en esta CGT maravillosa y que, menos Pablo, sean todas mujeres». Fue una forma también de agradecerle el gesto porque según relató Karina, fue quien les dio el espaldarazo para que puedan realizar el acto en Azopardo.
Otro dato no menor fue su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner tras el intento de homicidio y la persecución judicial: «No les salió pero ellos quisieron matarla. Es una advertencia para todos los que somos dirigentes de este país. Lo que quisieron es meternos miedo a todas las mujeres y me parece que con esto se llevan una sorpresa y empiezan a tener el miedo ellos porque las mujeres nos pusimos de pie, vamos a acompañar a Cristina y que sepa que no está sola, que somos muchas. Nosotras somos Cristina y a cualquiera de nosotras nos puede pasar como dirigentes y trabajadoras».
En un documento conjunto que leyeron frente a la concurrencia detallaron su postura por la situación económica de las y los trabajadores y para apoyar el juicio político a la Corte Suprema: «Las trabajadoras organizadas decidimos aunar nuestros esfuerzos en defensa de la Patria, de una democracia sin proscripción, y de nuestros derechos».
«Exigimos salarios dignos y una redistribución justa de la riqueza para que aumente la participación de los trabajadores y trabajadoras en el reparto de la misma, pudiendo llegar al “fifty-fifty” e incluso superándolo, como ocurrió durante el período 2004-2015», reclamaron.
También acusaron a la Corte Suprema de atacar a la democracia y de responder a los intereses de los grupos económicos que «ha conformado, junto a empresarios mediáticos y sectores de la oposición política, una fuerza de choque contra la Democracia y contra el Pueblo». Por lo que apoyan el juicio político a sus miembros.
Para cerrar remarcaron que la proscripción a CFK responde a un «embate es contra el conjunto del campo nacional y popular y pretende ser aleccionador para cualquier dirigente o dirigenta que defienda los intereses del Pueblo trabajador» por lo que impulsan a salir en su defensa, como una defensa de la democracia y de los derechos de las y los trabajadores.