(Por Pablo Maradei) La idea de un paradigma laboral en crisis azota varios municipios del conurbano. Algo así como una reforma laboral de hecho que derrama en supremacía de trabajadores de la economía popular.
Un sindicalista de corte peronista analiza la situación laboral y sindical del país y larga esta secuencia de números: «En Moreno hay casi 15.000 cooperativistas, 6.000 municipales y solo 2.500 están sindicalizados: esta es la precarización de hecho«.
En este distrito poblado y pobre del conurbano oeste bonaerense administra la gestión municipal Mariel Fernández «una intendenta de los movimientos sociales» como se autodefine. A su vez es la compañera de Esteban «Gringo» Castro, dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
Sigue con su análisis: «Estamos ante una reforma laboral por izquierda; los cooperativistas, digámoslo, es trabajo precario; son un emergente social por la situación del país. Y además todos los que conducen los movimientos sociales no son votados por nadie; no hay una estructura como sí la hay en el sindicalismo». Y cierra: «A esta altura que no se ordene la política peronista no quiere decir que no nos podamos ordenar nosotros como sindicalistas y conducir al movimiento obrero; es necesario que el sindicalismo se pare de manos«.
Desde la CTA Autónoma arrimaron esta explicación ante la consulta de InfoGremiales respecto a que si el paradigma laboral argentino está agotado:
– «De ninguna manera», responde sin titubeos Horacio Meguira, abogado y Director del Departamento jurídico de la CTAA que vienen de rechazar el aumento del 26,6% de aumento en el Consejo del Salario. Y aporta estos números: «El crecimiento del PBI a partir de la finalización de la pandemia es superior al 5% ; hay crecimiento económico con caída del salario real ya que de octubre de 2015 a la fecha el poder adquisitivo se desplomó un 25%.
Sin embargo, en 2021, el PBI creció 10,4% y en 2022, un 9,5%; y el PBI industrial crece en 2023″. Completa: «La gente que busca empleo está en los niveles más bajos y el nivel de asalariados registrados creció en el 2021 y 2022».
Ya en terreno de las relaciones laborales ahonda en estos ribetes: «Las causas de que cada vez haya menos trabajadores conveniados son múltiples. Campañas sistemáticas a nivel mundial y nacional de debilitar todo lo que es derecho protectorio, desde la llamada flexibilidad laboral que comienza en la década del noventa con la Ley de Empleo y todo el periodo posterior con avances y retrocesos sobre un mismo tema: entender que el costo laboral debe ser disminuido debilitando la seguridad social; incluso los accidentes de trabajo pasaron al sector privado».
Completa: «No es una sola estrategia legislativa; también hay situaciones fácticas en la cual podemos computar la disminución de la formalidad; el aumento progresivo del trabajo no registrado; el intento de desindicalización a través de la figura de lo que es el piquete y la victimización de las Pymes en manos de los sindicatos enormes».
Cierra: «Lo que es el sindicalismo tradicional, es decir la CGT, es cómplice de todo esto; algo que vimos esta semana en la discusión del Consejo del Salario».