(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Hace horas asumió como secretario general del Supeh y adjunto de la CGT Regional La Plata normalizada, todo a puro trajín. Nahuel Chancel analizó con fuerte autocrítica «y sin mirar hacia el costado» desde el presente del Frente de Todos hasta la seducción de la derecha a trabajadores y pobres de cara a las elecciones. Realce para Cristina, Axel Kicillof y Walter Correa, a la par de definiciones sobre «lo que no puede estar pasando» bajo un gobierno peronista con salarios e inflación. Y la esperanza de un futuro mejor también tiene perfil de petroleros para Chancel.
Este capítulo de la historia sindical posterior a 2001 puede tener referencia en un hecho estrepitoso, la ruptura de Hugo Moyano al comando de la CGT con el gobierno de Cristina Fernández. Nacía entonces otra CGT (Alsina), afín al kirchnerismo, con el metalúrgico Antonio Caló a la cabeza y, por ende, también la partición derivó en dos formatos de Juventud Sindical, una afín al Camionero y la otra alineada al bloque leal al Gobierno.
Las primeras reuniones de esa JS, que lideró Hernán Escudero del Sadop, tenían entonces, entre otros dirigentes, a quienes hoy ocupan espacios de poder político o gremial. La nómina incluye al actual ministro de Trabajo y referente del gremio de Curtiembres Walter Correa, el dirigente de la UOM, Adrián Pérez hoy titular de la seccional Quilmes de esa organización, la judicial y ahora diputada nacional Vanesa Siley, entre otros y al protagonista de nuestra charla de hoy para InfoGremiales: el petrolero Nahuel Chancel. Por entonces un pibe de 23 años, respetuoso, amable y apasionado por la vorágine sindical y política que marcaba la época.
Siendo testigos de aquella génesis, reflejando incluso el paso a paso de una CGT que apostó su destino al modelo K, el tiempo transcurrido permite certificar que ese «semillero» cosechó referentes. Adrián Pérez incluso le destacó hace algunas horas a este medio que su amigo Chancel «es uno de los cuadros más relevantes del sindicalismo presente y futuro». Y aquel pibe de la Juventud Sindical, que a los 12 años inició su militancia encabezando el Centro de Estudiantes de su escuela, nació hace 36 años en la localidad de Ensenada: «Aquí viví siempre», remarca con orgullo.
Hoy es el secretario general del Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburíferos (Supeh) de Ensenada y secretario Adjunto de la CGT Regional La Plata. Encolumnado en el kirchnerismo y la conducción de Cristina Fernández para la cuestión política, en el mapa gremial, siempre hablando desde lo colectivo y su equipo de trabajo y no apelando a la primera persona, realza la pertenencia del Supeh al sector de Pablo Moyano, el Frente Sindical. Hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata, desarrolla una cruzada para que su hijo comparta ese amor a los Triperos y admite que no está teniendo éxito. La herencia de familia no sólo pasa por el fútbol, sus padres fueron dirigentes sindicales, un legado que según dijo «lo honra».
La mañana de Ensenada entonces con su ritmo propio más acompasado al interior bonaerense que al centro de La Plata, con casas bajas a excepción de la histórica sede del Supeh, el único edificio de altura, invita a disfrutar la estadía allí y un poco de sol. El contraste con la velocidad media de Ensenada es el propio Chancel, quien entre las mejoras edilicias de la sede gremial, pasó por los pasillos para atender a un grupo de trabajadores, habló con su madre sobre el almuerzo de su hijo por teléfono, sirvió café y hasta secó el agua derramada sobre el escritorio por nuestra torpeza al volcar el vaso que la contenía. Chancel, aún tripero, es casi réplica del delantero del Manchester City y campeón del Mundo 2022, Julián Alvarez. No por goleador, sino porque no puede estar quieto en el campo de juego, y como el sindicalista lo definió «nuestro gremio es nuestro territorio», léase una cancha. Arranque geográfico entonces para la conversación:
«Axel Kicillof, generacionalmente y después de Cristina, es el mayor referente del Frente de Todos, resume el pensar y sentir de toda una generación. Walter Correa un compañerazo, es un orgullo enorme que un laburante sea ministro de Trabajo»
Nahuel Chancel
-¿Aquello de que Dios está en todas partes pero que sus oficinas más relevantes tienen sede en la Ciudad de Buenos Aires se sufre en la actividad sindical?
-En esta industria en particular no tanto porque nos encontramos en la refinería y empresa más importante de nuestro país. Hay un universo de trabajadores y trabajadoras muy amplio, lo cual teniendo en cuenta esto que describo hace a que la compañía tenga atención sobre cualquier alternativa de conflictividad dentro de nuestra labor específica pero también la ponderación de la empresa está focalizada en la capacidad productiva de esta refinería. No quiero decir que somos trabajadores y trabajadoras privilegiados, te explico que el marco de situación cotidiana para lo que aquí se produce se vincula con lógica y sentido común a prestarle atención a los trabajadores.
-La refinería acorta distancias con la Capital Federal por peso propio, me refería a los clásicos políticos argentinos, donde bajo la mirada porteña, hasta el Conurbano a veces parece estar en La Quiaca.
-Por fuera de nuestra representación cotidiana, es claro que sí. Es parte de lo que uno discute siempre, no sólo para la toma de decisiones, sino además ante la alternativa de ser escuchados. En Ensenada estamos a 60 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, no me imagino lo que puede ser para otros lugares en el interior del país.
-Algo para cambiar sin dudas.
-Seguro, pero en el Movimiento Obrero se avanzó con fuerza en que tenemos una historia sobre la discusión de las bases. Me refiero a las regionales y a su normalización de los últimos tiempos, allí aparece nítida una discusión federal con referencia a cada uno de los problemas en cada región. Es más, las regionales no se dividen de la misma manera que las secciones electorales, su división tiene que ver con una mirada productiva y económica que implica la distribución por actividad de todos y todas los trabajadores como también sus representaciones sindicales. Acá en Ensenada después de mucho tiempo se pudo normalizar la CGT Regional. ¿Que significa? Nada menos que poner sobre la mesa la cuestión productiva de la región. A partir de una propuesta programática, porque para discutir cargos hay tiempo y hace a una cuestión de los dirigentes. Ahora, tomar punto de partida desde la propuesta productiva para la región aquí fue importantísima para lograr esa normalización, algo que también es llevar adelante la unidad de la que tantas veces se habla.
-Tomando el discurso del Presidente ante la Asamblea Legislativa, sobre el futuro a corto plazo, la producción de combustibles, litio y más, ¿usted es optimista pensando desde Ensenada?
-Si, completamente, porque además vamos a pelear por ese objetivo que incluye a nuestra región. Y no es una versión localista, en todos los puntos de nuestro país habrá gente con las mismas expectativas para que ese crecimiento llegue a todos lados en mayor o menor medida. En nuestro caso tenemos una empresa que dejó de ser hidrocarburífera y es una empresa de energía, con YPF litio, YPF gas, YPF agro, etc. Lo cual no sólo demuestra una diversificación sino una mirada integral del país. Aquí en Ensenada por la refinería y la cuestión del puerto, lo que se viene para los próximos años tiene simetría con la exploración y explotación del offshore en la plataforma marítima de la República Argentina y una relación directa con nuestra región. Acá tenemos el astillero más grande del país y la región, allí se tendrán que construir desde las barcazas hasta las plataformas para abastecer la infraestructura que demanda el offshore.
-¿Hablamos de un gigante dormido, el Astillero Río Santiago?
-Si claro, lo cual hace a nuestra obligación para poner en valor, en esa etapa que viene a corto plazo, un sector productivo relevante para nuestro país. Esto hace al interés común, ya que hablamos de región no sólo hablo de Ensenada, sino también de Berisso y de La Plata en amplia gama. Muchas veces para hablar de la capital de la Provincia de Buenos Aires se simplifica diciendo que es una “ciudad universitaria”. Ahora, en realidad hay cerca de 1.000.000 de habitantes en La Plata, de los cuales muchos son trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia, no sólo hay estudiantes universitarios. Por lo tanto nuestra mirada es muy positiva en cuanto al futuro.
-¿Me diría que lo mejor está por venir?
-Hay algo clave en esto que hablamos, ese futuro depende de qué gobierno esté a cargo para la decisión sobre las políticas públicas.
«El mundo necesita agua, minería, petróleo y alimentos. Todo eso lo tenemos en la Argentina y nos abre una oportunidad histórica a 10 y 20 años, la cual también es nuestra, de los trabajadores y trabajadoras petroleros, para ser vanguardia en esa discusión»
-¿Con el Astillero Río Santiago casi paralizado, se dió demasiada ventaja a quienes no pretenden un país nacional y popular?
-Si, en realidad se trata de una autocrítica, en términos generales, al peronismo de los últimos años. No hubo gobierno que haya realizado cambios profundos. Sí existieron aquellos que encararon diferentes gestiones incluso profundizando. El gobierno de Néstor Kirchner vino a poner en valor al Astillero, lo hizo caminar, pero los compañeros y compañeras de Río Santiago plantean la necesidad de soluciones de fondo para la industria naval. La cual por un lado demanda de legislación como también de la postura de un Gobierno Nacional, porque no alcanza con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para la reactivación profunda que se necesita ahí. A nosotros nos parece que la exploración y la explotación del offshore hará que esto suceda y tomamos como ejemplo a Brasil. Ahí pasaron de 26.000 obreros navales a más de 200.000. No es una utopía pensar que eso puede pasar acá en nuestra región, con generación de puestos de trabajo y salarios dignos se crecerá con muchísima fuerza.
-El fútbol nos acerca una comparación gloriosa y reciente, ¿podemos soñar «La Scaloneta Productiva» desde YPF, Ensenada, Berisso, La Plata y Río Santiago?
-Si, porque en algún momento ya sucedió. En la década de los 80′ existió una apertura para el intercambio de trabajadores y trabajadoras de empresa a empresa. Me tocó a mí en particular, varios supervisores que tuve en la planta donde trabajo eran laburantes que se habían desempeñado en el Astillero y pasaron a YPF. La interacción pasaba no sólo por el personal sino también por la generación de combustibles y energía entre ambas compañías. Claro que nos encantaría volver a la puesta en valor del modelo productivo, del trabajo argentino en empresas del Estado en pos de la soberanía. Y cuando me refiero a esto no estoy diciendo que sean 100% estatales, como puede ser el caso del Astillero al que tenemos que defender y más. Estoy hablando de empresas que deberían ser controladas por el Estado, vuelvo al caso de YPF donde tenemos una empresa con control estatal y accionistas privados. Y que claramente depende de las decisiones políticas que tome el Gobierno Nacional. Porque en la época de Repsol las utilidades se giraban al extranjero. Hoy el 100% de esas utilidades se disponen a la reconversión de la empresa, a invertir, con mano de obra argentina, y está el caso de Vaca Muerta. Hay construcción de nuevas plantas en la refinería para que todo esté acorde a la legislación de combustibles, como una planta que se denomina HTNC en el sector de conversión dentro de la refinería por citar algunos ejemplos. Construcciones que demandan casi a 4.000 trabajadores para emplazarlas, donde habrá más de 100 trabajadores y trabajadoras sindicalizados del Supeh cuando éstas instalaciones se pongan en servicio. Ese es el foco desde donde nosotros vemos la sinergia que podría incrementarse en las empresas del Estado dentro de nuestra región.
-Hace referencia a un concepto determinante, «Estado Presente» y a que además controla.
-Porque en esa presencia fundamental también hace a los controles. Y hay que decir que alcanzaría con que se cumplan las legislaciones vigentes en muchos casos y no sucede. A partir de ese punto clave, escuchando a los trabajadores, trabajadoras y entidades intermedias hay un camino claro. No alcanza con que se tomen decisiones políticas, que a veces parecerían apuntar al beneficio del pueblo, porque sin escuchar a trabajadores y entidades intermedias no habrá beneficio popular. Como peronistas sabemos que tenemos una obligación: escuchar al pueblo, hacer lo que el pueblo dice, lo cual no es lo que puedan decir dos o tres dirigentes y eso es un error.
-Parece hablar del presente.
-Cristina lo ha marcado con claridad, cuando ella planteó lo de «funcionarios que no funcionan» tenía razón para algunos casos en particular. Nosotros cuando analizamos la cuestión coincidimos incluso en que algunos ni siquiera estaban vinculados al pueblo. Y otros no llevaban adelante lo que el pueblo nos pide y está pidiendo. Esa concepción de Cristina y nuestro análisis lo tomamos como base en nuestra organización sindical. Se trata de escuchar a los trabajadores y con el mejor esfuerzo hacer lo que ellos nos piden, no lo que podemos imaginar los dirigentes.
-¿Sin demagogia?
-No, desde ya. Porque en primer lugar hay dirigentes que plantean estrategias siendo que ellos también surgen de las bases. Y vos no te podés olvidar de dónde venís, no podes dejar de lado a los trabajadores porque si lo hacés estarás dejando de escuchar las demandas de tus compañeros y compañeras. No es demagogia, porque además de escuchar estamos obligados a estar en los ámbitos de participación de nuestros compañeros y eso incluye el debate, y estando allí sos parte de un escenario donde se van a generar las soluciones que necesitamos. Multiplicando y ampliando esto a nivel federal y nacional tendremos lo que necesitamos como pueblo de una vez por todas.
-¿Cuando comenzó su trayectoria sindical?
-Fui delegado a los 24 años participando en la Juventud Sindical, pero la militancia para mí comenzó a los 12 en la Secundaria, fui presidente del Centro de Estudiantes de mi escuela. A los 19 arranqué a trabajar, a los 26 era de la comisión directiva del Supeh, en la etapa anterior fui secretario de organización y hoy me toca ser el secretario general.
«Hoy cuando se habla de salarios altos y salarios bajos no importa el número sino la capacidad de consumo que te permitan. Porque hay que decir que hasta con el sueldos de $500.000 tampoco tenés la capacidad de consumo asegurada»
-¿Alguna vez imaginó o tuvo la pesadilla de un Gobierno Nacional y Popular con su propio enfrentamiento interno por los medios, sobre sumas fijas o paritarias?
-No, y para la etapa que viene hace que tengamos la obligación de solucionarlo. No lo ví nunca y es algo terrible, son discusiones para darlas de manera interna porque hacen a una superestructura cuyo deber es la definición de las políticas más favorables para los trabajadores y trabajadoras. Y en todo caso, de última ponele, que esa discusión la desarrollen los laburantes. ¡Vayan a preguntarles a los trabajadores, no estén en los medios tirándose dardos entre dirigentes! Y nos desgastamos discutiendo estos temas cuando sucede algo que jamás pasó con el peronismo. Hablo de los trabajadores en relación de dependencia, mal llamados «en blanco» y que son pobres. ¿Se entiende? Que cobran salarios de pobreza estando comprendidos en los Convenios Colectivos de Trabajo, esto no nos puede pasar. ¿Que existen responsabilidades para esto de las organizaciones sindicales? Seguramente. Pero este escenario deviene de un proceso inflacionario que el Gobierno no supo controlar, y también nos incluye porque nosotros somos parte del Frente de Todos. No miramos para el costado.
-No alcanza con los atenuantes de la pandemia, la guerra Ucrania-Rusia, ahora la sequía.
-Sin dudas hicieron y hacen más complejo el escenario y se entiende. No vemos la intención política de atentar contra los trabajadores, no sentimos eso, creemos que hubo errores en definiciones, para las medidas que se tomaron o las que no fueron definidas por el Gobierno. Ahora insisto, dando las discusiones internas que se tienen que dar, poniendo sobre la mesa lo importante, la etapa que viene hace a valorar los sentimientos y los pensamientos de nuestro pueblo. Y llevar una propuesta electoral esperanzadora incluso sobre lo que estamos atravesando ahora, porque el riesgo, lo peor que todavía nos puede pasar es que lleguen aquellos que sin dudarlo desarrollen políticas que van a atentar contra los y las laburantes.
-¿Cuál es el principal reclamo que le hacen los trabajadores y trabajadoras que representa?
-Hoy, es el salario. Repasando en el pasado no tan lejano, en cuanto a algunas demandas de segunda generación que tuvimos durante la gestión presidencial de Cristina eran sobre participación. «Che, queremos ser escuchados, queremos participar», nos decían. Lo menciono como comparación hoy la demanda primera, la segunda y las siguientes son por el salario, ligadas al consumo y a las necesidades básicas para cualquier familia.
-Hay dirigentes sindicales que no ocultan su bronca e impotencia, cuando compañeros y compañeras les comentan que al día 5 de cada mes, abren la heladera y está vacía.
-Señalar la cuestión de los días, el «5» como vos decís, es gráfico y real. Nosotros cuantificamos sobre a qué momento del mes llegan nuestros compañeros con el salario. Y viven al día, no tengas dudas. Hoy cuando se habla de salarios altos y salarios bajos no importa el número sino la capacidad de consumo que te permitan. Porque hay que decir que hasta con el sueldos de $500.000 tampoco tenés la capacidad de consumo asegurada, lo estamos viviendo. Nosotros trabajando en la refinería más grande del país, en la empresa más importante de la Argentina, tenemos a compañeros que por muy poquito no están dentro de la línea de la pobreza, algunos trabajan en las contratistas. No nos puede estar pasando acá y ni me quiero imaginar la situación en otros sectores, ni hablar de los trabajadores informales o los compañeros que están desocupados.
-Busquemos un punto de distensión para la charla, juguemos con el mañana. ¿A futuro se ve como intendente de Ensenada, ministro de Trabajo Bonaerense, funcionario nacional?
-No, ninguna de esas posibilidades. Todo lo contrario, con otros compañeros nos hemos planteado metas de largo plazo. Las cuales tienen que ver con un cambio profundo de nuestro territorio, el cual no es la localidad de Ensenada, ni la Provincia o la Nación. Nuestro territorio es el sindicato, es la empresa y estamos acá para mejorarle la vida a nuestros compañeros y compañeras. Porque nos eligieron para esto, no para otra cosa. Si llegado el caso nuestros trabajadores y trabajadores consideran otra alternativa, bueno la definición será a través de asamblea. Porque tenemos una definición muy clara respecto a construir dentro de esa organización, acompañar a la federación, teniendo en cuanta los cambios que se determinaron por el fallecimiento del compañero Antonio Cassia y la asunción del nuevo titular Juan Carlos Crespi. Vemos ahí una postura muy positiva para los trabajadores, queremos, como en nuestro sindicato, la participación de todos y todas los compañeros algo que incluye el debate. Sin evitar tu pregunta te recalco que nuestra responsabilidad pasa por construir dentro del sindicalismo, y nosotros la vemos representada en el sector de Pablo Moyano (Frente Sindical). Por espíritu combativo y poner primero a los trabajadores y trabajadoras.
-¿Un alineamiento que expresa postura colectiva?
-Es que Pablo mismo desarrolla ese perfil que te comento, porque sus acciones y decisiones van más allá de Camioneros, ¿cuántas veces se puso a la par del reclamo de otros gremios e incluso para defender a los trabajadores desocupados y desocupadas?
«Además de escuchar estamos obligados a estar en los ámbitos de participación de nuestros compañeros y eso incluye el debate, y estando allí sos parte de un escenario donde se van a generar las soluciones que necesitamos»
-En la disputa por las sumas fijas el Fresimona se plantó fuerte.
-Totalmente, nos sentimos reconocidos e identificados con el Frente Sindical, como también respecto a otros hitos históricos del gremialismo argentino, te puedo nombrar a Huerta Grande, la Falda, el 1ro de mayo de 1968, los 26 puntos de Saúl Ubaldini entre otros. Es simple, se trata del sindicalismo de liberación con el cual queremos construir. Es nuestra responsabilidad y como tal la asumimos para llegado el momento dar el testimonio de la convicción expuesta como tal.
-Un amigo, casi filósofo del sindicalismo y el derecho laboral, Carlos Elorza, dice que en el Frente de Todos: «de acá a diciembre los necesitamos a todos incluyendo a esta CGT de hoy». ¿Si le pido una definición breve de esta central obrera modelo 2023, qué dice?
-Diría que hoy en la CGT hay unidad en la diversidad. Una definición que en términos generales te venía comentando, desde ya que algunos sindicatos no lo plantean pero la mayoría si. Se asume la defensa de los trabajadores con miradas diferentes, pero lo plantearon y es importante. Se resume en los trabajadores, las trabajadoras y las organizaciones sindicales del mismo lado. Ante la alternativa electoral de este año no veo a la CGT partida, donde un sector va con el macrismo y el otro en la vereda del Frente de Todos. ¿Que existen discusiones cotidianas? Si, claro. No existe la unidad que había podido construir Hugo Moyano durante años y hasta el momento de la ruptura cuando la CGT quedó dividida con Hugo de un lado y la CGT de Antonio Caló del otro. A mediano plazo quizás esta unidad en la diversidad pueda a llevar a que se consagre una figura que pueda consolidar a todo el Movimiento Obrero. Hoy es imposible pero incluso con el recambio generacional se puede dar ese proceso que menciono en cuanto a una figura, un compañero o una compañera liderando la CGT, consolidando una central fuerte que contegan todo el sentimiento del pueblo trabajador.
-Siendo hincha de los Triperos, qué pasa en su interior cuando ve a trabajadores/as, pobres, y desocupados seducidos por la derecha?
-Bueno, la primer sensación es de bronca, pero no contra ellos. Es bronca por nosotros, los dirigentes, porque se trata de una falencia nuestra.
-¿Es decir que la mirada crítica va hacia adentro?
-Sí claro, ¿Cómo pensás que puedo echarle la culpa a los compañeros y compañeras por el hecho de que no podemos satisfacer nosotros la dirigencia, las demandas que ellos tienen? Y tampoco le quiero caer a Cristina, quien obviamente tiene la mayor responsabilidad porque ella es la que nos conduce. Es el análisis que compartimos acá en el Supeh, consideramos que es responsabilidad de los dirigentes intermedios que otros compañeros tengan pensamientos liberales y de derecha. Mirá, nuestra organización tiene su centro de formación profesional con el apoyo de la Provincia, compró terrenos para brindar más y mejores servicios, están las categorías que logramos para los trabajadores, servicios de farmacia, ingresa personal y en forma efectiva, etc. Bueno todo esos logros colectivos, se concretan en una empresa nacional que produce y crece, los podemos conseguir. Ahora hay una concepción que no logramos comunicar y es que todos esos logros se concretan con el trabajo de los sindicatos y la interacción política dentro de un proyecto de país. Si no logramos trasladar esa idea a nuestros compañeros, claramente el trabajador va a votar a cualquiera.
-¿Axel Kicillof y Walter Correa le parece un buen tandem?
-Excelente, porque Axel, generacionalmente y después de Cristina, es el mayor referente del Frente de Todos, resume el pensar y sentir de toda una generación. Walter Correa es un compañerazo, es un orgullo enorme que un laburante sea ministro de Trabajo porque además nos hace sentir representados en el accionar que despliega día a día.
-¿El amor vence al odio?
-(silencio) Hummm, no. Al odio lo vencés con compañerismo, participación, discusión, olidaridad y debate y sumemos de alguna manera al amor, por sólo con amor no alcanza.
-Tiene una hiperactividad indisimulable. ¿Alguna vez tocó la banquina del padre ausente?
-No y quizás incluso por mi historia porque mi papá fue secretario adjunto también, mi mamá fue secretaria de organización de su sindicato, ambos trabajaban y tomé todo como más natural. Ahora que lo pienso habría que preguntarle a mi hijo, (sonrisa).
-Una buena mirada, porque uno critica a los padres y cuando nos toca serlo, ve que no es fácil.
-Es que por eso que te comenté yo los sé valorar más que criticar, puse en valor su esfuerzo. Mi papá falleció cuando tenía 10 años pero pude disfrutarlo. Mi mamá me transmitió hasta con sus actitudes más simples que todo lo que hacía era por mi futuro y para mejorarle la vida a sus compañeros y compañeras. Milité siendo muy chico y mi hijo atraviesa estos canales, vive mi actividad, ha venido a asambleas, presenció reuniones, entonces llegado el caso tomará su decisión quizás esto no le guste y vaya por otro camino. En cuanto a mí elegí lo que me gustaba, esto para mi no es un trabajo, es una vocación de vida. Más allá de que implica un fuerte desgaste físico, perder algunas relaciones sociales, sin los tiempos de un ser humano normal y corriente, y pasa aquí y en cualquier lugar del mundo. Pero cuando nos vamos a dormir estamos cansados pero tranquilos, porque aquí y en otros países dejamos lo mejor de nosotros por mucha gente, entre los cuales también está mi hijo.
«No alcanza con que se tomen decisiones políticas, que a veces parecerían apuntar al beneficio del pueblo, porque sin escuchar a trabajadores y entidades intermedias no habrá beneficio popular»
-¿Algún cable a tierra?
-La música mucho rock con Los Redondos, La Renga y de internacional Led Zeppelin, ACDC, pero igual escucho todo, incluso la cumbia o el chamamé cuando algún domingo voy a la casa de mi tío. La lectura de un buen libro también y cuando el tiempo lo permite estar con amigos, algunos que permancen a través de los años y su vez otros que están dentro del sindicato por los lazos que se van construyendo.
-¿Tiene amigos gorilas, amigos liberales..?
-Noooo y los enmarco en el mismo lugar, porque el que no es peronista es gorila (carcajadas). Lo que si tengo son compañeros gorilas, con los que al margen de su posición ideológica, en algunos momentos de la vida, podemos congeniar, debatir y caminar juntos, incluso a la hora de algunas causas pelearlas juntos.
-Diría Pappo, «juntos a la par», pero cada uno con su idea.
-Siii, claro. Lo viví y lo sentí en la práctica a la hora de defender lo más profundo del ser humano, que a veces puede ser el trabajo, en otras una situación crítica de salud. Y aunque ellos me digan que no hay ideologías, les respondo que sí las hay, pero que son compañeros y están confundidos porque les demuestro que en esa solidaridad que expresan hay una actitud que un gorila no demuestra de esa manera.
– «En la resistencia está todo el valor hidalgo de la vida», canta el Indio Solari, ¿acuñamos la frase por lo que pueda pasar en las elecciones de este año?
-No, no, de ninguna manera dejámelo pensar te lo digo después qué canción del Indio elegimos, pero estoy seguro de que tiene que ser otra. Porque es al contrario vayamos por más, vayamos por buscar salidas que no pudimos encontrar en estos cuatro años. Y con una oferta electoral que genere la esperanza en el pueblo para después llevar todo a la práctica. Ya el proceso del macrismo nos demostró que puede romper muchas cosas, a muchas organizaciones, tenemos que alcanzar un contexto con las demandas del pueblo como la gran prioridad, construyendo la propuesta positiva en el marco de la coyuntura pero miremos a mediano y largo plazo. Porque tenemos una oportunidad histórica en este contexto. Porque el mundo necesita agua, minería, petróleo y alimentos. Todo eso lo tenemos en la Argentina y repito, la oportunidad histórica es que a 10 y 20 años y también es nuestra de los trabajadores y trabajadoras petroleros para ser vanguardia en esa discusión.
–Como «cierre sectorial» de la charla, sumamos a un Gimnasia y Esgrima La Plata Campeón.
-(Risas) No, no, no, no quiero decirlo, ya lo dijeron mi abuelo, mi papá. No lo voy a decir, que suceda, simplemente eso, que suceda.