El Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas rubricó hoy en el Ministerio de Trabajo el acuerdo al que llegó el miércoles con la Cámara de la Industria Química y Petroquímica. Abrochó una suma no remunerativa de 20 mil pesos para todos los trabajadores del sector, adelantó las cuotas de la paritaria 2022-2023 y se llevó el compromiso de abrir la discusión en mayo.
El Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas que lidera Facundo Aveiro, formalizó en el Ministerio de Trabajo el entendimiento salarial al que llegó con la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQYP). Se trata de una suma fija adicional de 20 mil pesos que se cobrará inmediatamente y que hará las veces de puente hasta el inicio de la nueva discusión paritaria que, ahora se confirmó, que comenzará en mayo.
El pago de los 20 mil pesos se acopla al acuerdo salarial revisado anteriormente, que rondaba el 105% de aumento de haberes.
La suma no remunerativa será pagada en dos cuotas iguales de 10 mil pesos cada una, la primera a los cinco días de firmado y la segunda con los haberes de abril.
El acuerdo también incluye un adelanto de una de las últimas cuotas pactadas para marzo, lo que resulta en un beneficio adicional, dependiendo los montos de la categoría de cada trabajador cobrarán el retroactivo.
El secretario General del sindicato, Facundo Aveiro, advirtió que la próxima paritaria «será de lucha para los trabajadores» y aclaró que «esta suma es una medida paliativa para que los trabajadores sostengan su poder adquisitivo hasta cerrar las próximas paritarias que deben iniciar en 15 días».
La que comenzará en mayo será la primera paritaria que el SPIQyP, el gremio más importante de la actividad química y petroquímica del país por cantidad de afiliados, va a encarar tras sufrir una intervención: «No debemos olvidar que perdimos en las negociaciones iniciales del año pasado en 2022 que fueron iniciadas por la comisión paritaria, pero las termino de negociar un interventor que a nadie representaba, y las demás organizaciones sindicales que ostentan territorio en otras zonas del país y convenios colectivos».
«En todo ese periodo de tiempo en que el SPIQyP estuvo intervenido ellos no fueron capaces de cuestionar lo que el interventor firmaba, fueron en dos ocasiones y firmaron exactamente lo mismo que firmó el hombre, no hicieron ninguna medida. Y no olvidemos que quisieron todos firmar por menos y nosotros en las puertas del ministerio con cientos de delegados logramos, a través del clamor popular, obligarlos a subir algunos puntos, no los deseados, pero algunos más en fin», agregó.
«Es difícil cuando estas desde afuera. Y con las demás organizaciones sindicales que a traición fueron y firmaron lo mismo que un interventor que no representa a nadie», concluyó Aveiro.