(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Desde un sector productivo que en el país tiene los más altos registros de informalidad, José Voytenco, el titular de la UATRE reivindicó al peronismo como el camino para mejorar la vida de los trabajadores y trabajadoras. Simple para describir qué es un salario digno, crudo a la hora de recordar que sus representados no tienen todas las horas extras, francos y premios que deberían y mucho menos la atención a la salud necesaria. El remarque especial apuntando a los empresarios, que más allá de sus balances, prefieren tener a trabajadores pobres.
Cuentan que en 1825 el General José de San Martín decidió escribir una serie de consejos para su hija Merceditas. Sus famosas «Máximas», las cuales quizás hoy se llamarían «tips», donde el Libertador dejó traslucir sus virtudes, el profundo amor de padre y la importancia del respeto al prójimo. A algunas de esas máximas el tiempo y la pretendida evolución social las llegan a dejar un tanto en modo vintage. Pero existen dos que podrían ser la leyenda de remeras. Sucesivas incluso en el enunciado: «Enseñarle dulzura con los criados, pobres y viejos». «Que hable poco y lo preciso». Las dos ayudan a describir lo que ofrece, entre otras conclusiones, la charla de InfoGremiales con José Voytenco, secretario general de la UATRE y presidente del Renatre. Porque contó la muerte de su madre, víctima del Mal de Chagas con poco más de 30 años, un impacto para toda la vida y su trayectoria como dirigente sindical. Y lo hizo en pocas palabras, casi sin adjetivos.
En su oficina de la calle Reconquista, mientras ahí en la City el dólar blue tomaba impulso de desde mercados dirigidos, intencionales, y más para un nuevo capítulo de «Costumbres Argentinas» Voytenco cebó unos mates de calidad que amenizaron la conversación, sin interferencias ni siquiera del teléfono celular. Solo una breve indicación de sus colaboradores sobre una reunión en el ministerio de Trabajo.
Voytenco no dudó en comentar que su vocación gremial y migrar de Corzuela, el pueblo donde nació hace 60 años en la provincia de Chaco, tuvo como piedra fundamental el escapar de la explotación que padecieron sus padres, su familia. Esa previa tuvo otras imágenes fuertes narradas por el anfitrión, sin elevar el tono de voz y en lenguaje sencillo, directo ya sea para coincidir o no compartir conceptos, como corresponde a cualquier diálogo. Partimos entonces de un lugar común sobre el domicilio del Todopoderoso en este país.
«En las elecciones de la UATRE le ganamos al poder político, al poder financiero y a todos los que de alguna u otra manera intentaron, de hacerse de esta organización gremial, que le corresponde únicamente a los trabajadores y nosotros vamos a hacer que así sea»
José Voytenco
–¿Dios está en todas partes pero tiene más oficinas en Buenos Aires que en Corzuela, Chaco?
-Sí, es un clásico, Dios está en todos lados pero atiende acá. En Corzuela habrá pasado pero no atiende… (Leve sonrisa)
-¿Le costó asumirlo, lo sufrió?
-Lo tomo como etapas en la vida, donde uno va avanzando a medida que va creciendo. Va enfrentando los distintos desafíos, experiencias de vida, pero no para encerrarse en sí mismo sino para salir de esa posible postergación. La que uno se puede generar quedándose estancado en un momento. Porque hay que buscar la superación. Si nosotros nos levantamos y empezamos diciendo «hoy voy por más, este día tiene que ser el mejor día», todo se ata digamos, a una situación de superación permanente, y las cosas más tarde o más temprano se dan.
-Alguna vez cuando estaba en su pueblo llegó a pensar que iba a compartir un estrado siendo destacado por Hugo y Pablo Moyano, por Sergio Sasia y otros pares sindicales que realzan la postura que usted tomó en UATRE. ¿Lo imaginó o lo tuvo como objetivo?
-No lo imaginé, te soy sincero. Sí los veía a todos los compañeros, a Saúl Ubaldini, Lorenzo Miguel, a Gerónimo Venegas entre otros, que en cierta medida fueron la imagen en la que uno se veía reflejado en la necesidad de trabajar para revertir la situación de los trabajadores en general. Casualmente, en charlas de hace un par de semanas atrás, le decía uno de estos dirigentes, grandes dirigentes: «hoy estoy sentado en la misma mesa con ustedes compañeros y antes los miraba por la tele». Nunca imaginé esto, pero siempre tuve la consigna de lucha que hoy llevo adelante.
-¿Y la consigna de lucha hace referencia a lo colectivo, a pensar su vida desde esa concepción?
-Mirá Luis, desde que asumí la responsabilidad como dirigente del gremio, el primer paso que di siempre fue focalizar un trabajo colectivo. Porque entiendo que uno solo, es una golondrina que no hace el verano. Hay que armar un buen equipo de trabajo, plantar un proyecto, seducir a los trabajadores, ver que la posibilidad de cambio depende de nosotros, son muy buenas herramientas.
-Antes de ser dirigente, cuando era un laburante más, ¿Qué era lo que más lo hacía enojar?
-El abuso, la explotación. Lo vi en padre, en mi madre. Mi madre, por ejemplo, fue una mujer que falleció a los 33 años, muy joven, de una enfermedad que de haber tenido la asistencia como corresponde no hubiese muerto, te hablo del Mal de Chagas. Nunca me voy a olvidar de eso porque tenía mareos permanentes, se desmayaba, estaba mal. Entonces la llevaron al hospital donde le dieron unas pastillas, no sé qué le daban, pero nunca le dijeron “che, vení vamos a hacerte unos estudios”. Hasta que un día apareció un médico iluminado en mi pueblo, Corzuela, y ahí descubrieron la enfermedad que ella tenía, pero ya era tarde…
-Como responsable de la UATRE y cuando se habla de las obras sociales, ¿lo primero que se le viene a la mente es esa imagen, multiplicada por la cantidad de trabajadores que representa?
-Sí claro, y más teniendo en cuenta que Osprera, que es nuestra obra social y es sindical, es el primer beneficio que el gremio tiene que brindar a sus afiliados, o sea una contención en salud. Mucho más teniendo en cuenta las particularidades de nuestros beneficiarios por sobre los demás trabajadores. Porque un trabajador rural, no es que va a permanentemente al médico, va cuando ya no puede más, entonces los mayores costos, gastos estacionales, etc en la atención de la salud se dan en un segundo y tercer nivel. Te repito, cuando el trabajador rural viene al médico, ya necesita un estudio de mediana o alta complejidad, porque nunca tuvo una contención de salud, nunca se hizo un estudio. Te cuento, cuando estaba de delegado en Chaco, hicimos la semana de la salud rural, en un paraje que está a 70 kilómetros de Resistencia, ahí fuimos con los móviles de la obra social y nos instalamos ahí con nuestro personal. Bueno, ¿qué pasó? Nos encontramos con una población de mujeres que nunca se habían hecho un PAP. Te hablo de mujeres que teniendo 7 o 9 hijos nunca se hicieron un PAP.
-¿En qué año fue esto?
-Hace 7 años que estoy en Buenos Aires, hará 10 años.
-¿Lo sacudió?
-Más vale que sí. Entonces, también ahí hay otra lectura que te da esta experiencia, nosotros tenemos que tener una organización gremial y una obra social, pero que estén al lado del trabajador, que se pongan a la par del trabajador, que vean sus necesidades y a partir de ahí redactar todos los proyectos necesarios para la contención de los trabajadores y sus familias.
-¿A cuántos trabajadores representa, dependen de usted y su equipo?
-Nosotros tenemos un padrón que va fluctuando entre los 300.000 y 360.000 trabajadores, con un piso de 120.000 y 140.000.
«Cuando el trabajador rural viene al médico, ya necesita un estudio de mediana o alta complejidad, porque nunca antes tuvo una contención de salud, nunca se hizo un estudio»
-Llena un par de Bomboneras con toda esa gente, para imaginar el núcleo que representa.
-Son afiliados al gremio, son trabajadores registrados. Pero todavía faltan un montón.
-¿Considera que está casi asumido socialmente que el trabajo rural no tiene derechos, ni registro, y además es algo que no sacude la fibra íntima en Argentina?
-Algo de eso hay, pero que pasa porque es un problema social de los argentinos. Cuando nosotros empezamos a naturalizar los problemas que tenemos como sociedad, ahí se pierden de vista los objetivos, o sea, naturalizamos algo que no tiene que ser. Cuando los trabajadores me llaman y me felicitan porque conseguimos una mejora salarial, no me tienen que felicitar, estoy cumpliendo con un deber, con una responsabilidad que me compete como dirigente. Acá aplaudimos las cosas que naturalmente se deberían hacer en este país.
-«No te voy a felicitar, hiciste lo que tenías que hacer», decía mi padre y me hacía enojar.
-Claro, a mí también me lo decían. Cuando iba al colegio, traía una buena nota o algo hacía bien, y es normal que así sea, ¿te van a felicitar por cumplir con lo que te corresponde?
-Pero uno se queda esperando el mimo.
-Sí, por supuesto que sí, pero fíjate que en estos niveles de responsabilidad, hacer las cosas bien es lo que tenemos que hacer para mejore nuestro país.
-¿Cuántos acuerdos paritarios negocia UATRE por ciclo, cuántas ramas de actividad?
-UATRE tiene un promedio de 135, si mi memoria no me engaña, de escalas salariales que se negocian en la Comisión Nacional del Trabajo Agrario, son 135 actividades en las cuales se discuten condiciones de trabajo y salarios de nuestra gente.
-¿Son 135 mesas paritarias?
-Sí, le explico, nosotros por cada provincia o región tenemos Comisiones Asesoras Regionales donde se sienta UATRE con el sector empresario a discutir los salarios del sector o de una determinada actividad de la economía regional. Se juntan ahí, se lleva la propuesta a la Comisión Nacional del Trabajador Agrario que está compuesta por la Sociedad Rural, Federación Agraria, CRA, CAME, Coninagro, UATRE y la participación de los ministerios de Trabajo y de Economía, es la mesa evaluadora donde se homologan los acuerdos salariales y ahí salen las resoluciones para aplicar en las distintas actividades de todo el país, las distintas economías regionales que tenemos.
-¿Cuántas veces por día tiene ganas de dejar todo?
-No me pasa, pero sí me dan bronca muchas veces algunas cuestiones, estar resolviendo problemas que no deberían ser problemas en nuestra sociedad. No son ganas de abandonar todo, da mucha bronca y creo que eso va en el ADN de cada uno, porque lo último que tenemos que perder los argentinos es la esperanza, y como trabajadores también.
-¿En ese margen de actividad, broncas y trabajo, qué papel juega su familia como sostén?
-La familia es lo máximo, es el refugio de cada uno de nosotros. Y también como sociedad es una institución que debemos reflotar y defender, porque por ahí se está descuidando.
-¿Me quiere contar cómo es la suya?
-Soy papá de dos pibes, Juanjo de 24 y Carlos Ezequiel que tiene 21. Soy soltero, tengo a mi viejo siempre conmigo con 81 años, toda su vida trabajador y con una jubilación mínima que no le alcanza ni para comprar sus medicamentos. Tengo a mis hermanos, soy el mayor de 3, los dos primeros varones y después viene mi hermana. Mi viejo se volvió a casar y hoy tengo una hermana más. Siempre basándonos en la importancia de ese lazo familiar un combustible de todo.
-Cuando habló de sus hijos se le iluminaron los ojos.
-Es que son mi orgullo, porque también son estudiantes universitarios y buenos pibes. Sí, Juanjo está en 4to año de Ingeniería Química y Carlos Ezequiel está haciendo el 2do año de Analista de Sistemas en la UTN, universidad pública.
-¿Son los primeros Voytenco universitarios?
-Si hago una recorrida por toda la familia sí, son los dos primeros que tienen la oportunidad de avanzar en una carrera universitaria.
«Digno sería que a vos como trabajador, como fruto de tu trabajo, te den un salario que te permita vivir dignamente, que puedas mandar a tu hijo a la escuela y que no tengas que andar con sobresaltos porque no pudiste pagar el agua, la luz o la boleta de gas»
-¿Usted es peronista de toda la vida?
-De toda la vida, sí.
–¿Y con el kirchnerismo cómo se lleva?
-(Breve, pausa y silencio) Y, es un armado medio complicado… (risas)
-Le hago la pregunta más amable, ¿el kirchnerismo es una nueva forma de peronismo a la que los dirigentes peronistas “clásicos” deberán acostumbrarse algún día para convivir?
-El peronismo es uno solo, fue el de Perón y Evita y después los que nos identificamos con la doctrina justicialista tratamos de hacer algo que se parezca al peronismo.
-Un peronismo con sectores que la tratan bastante mal a Cristina.
-La compañera Cristina es una militante con todas las letras, con sus virtudes, defectos, como todos nosotros, es una militante, y a partir de ahí se merece respeto. Todos podemos cometer errores, y eso en el peronismo es algo normal porque ahí siempre se buscan las soluciones, la contención de los que menos tienen, y como decía Evita “donde existe una necesidad hay un derecho…”
-Aunque el supremo juez Rosenkrantz, diga que no.
(Risas compartidas) -En este ambiente donde a uno le toca estar todos los días tenés situaciones que son para destacar, otras que son de pelea permanente, otras con resultado positivos, otras con resultados negativos, pero siempre firmes, avanzando, porque sabemos que la única lucha que se pierde es la que se abandona, como decía el General.
-No siempre avanzando, se intentó matar a la Vicepresidenta y en parte de la sociedad, incluído el peronismo y la CGT no tuvo la reacción contundente que debería haber existido…
-Tenés razón en tu enfoque. Y lo voy a atar con lo primero que te decía antes, en la Sociedad Argentina por ahí se empiezan a naturalizar cosas que no se deberían naturalizar. Y eso pasó con la Argentina, vemos tantos desmanes en la sociedad, la delincuencia que avanza, los narco etc, todas las cosas que veíamos lejanas ahora forman parte de nuestra realidad, ¿y qué hacemos?
-Pero ahí también entra a tallar el odio.
-Sí, claro. Lo que le pasó a Cristina fue gravísimo. Pienso que todavía no alcanzamos a dimensionar lo que hubiese pasado si ese hecho hubiese terminado con la muerte de la Vicepresidenta.
-Y no era para tomarlo en broma como lo hicieron incluso algunas «personalidades»…
-¡Pero claro! Estamos hablando de la vicepresidenta del país.
-¿Le gusta la fórmula Massa presidente y Cristina vice?
-No sé si se pueda dar, pero sería bueno…
-Sobre presunta intención de voto, sacando cuentas simples, algún encuestador que no da por vencido al peronismo, ambos suman casi el 40%. No parece haber otra dupla con tal número.
-Sería lo ideal pero pasa por una cuestión decisiva, que esa fórmula sea una síntesis de la expresión política de nuestro sector
-¿Habla de un programa de gobierno?
-Claro, sin definir eso nos van a llevar puestos como país y el futuro argentino, más hoy en esta situación que estamos viviendo, muy volátil desde el punto de vista de la economía y social. Tenemos que pensar muy bien en el momento de emitir nuestro voto, porque nos estamos jugando el futuro de los argentinos.
-Hablemos del «costo laboral», reclamo permanente de los empresarios. Usted es un hombre que está vinculado a la generación de muchísimos alimentos en un país que puede alimentar al mundo y a su vez con salarios dentro de la pobreza…
-En líneas generales no debería existir el «costo laboral», y si lo tomamos como un costo, en nuestro sector, ese “costo laboral” no llega al 2%.
-¿De la manzana, del trigo?
-De cualquier producto.
«En los encuentros internacionales uno se da cuenta de la importancia del Movimiento Obrero argentino. Que no es freno del desarrollo y es un ejemplo a imitar por muchos sindicatos de distintas actividades del mundo. Y eso se lo debemos a Perón por sobre todas las cosas»
-Cerremos todo. No hay mañana. Es jaque mate. Truco, quiero retruco, quiero vale cuatro.
-Totalmente. Cuando uno ve a una población de trabajadores con un sueldo que no alcanza a cubrir el costo de la canasta familiar, cuando uno se sienta a una mesa pensando y peleando por una recomposición salarial del sector, cuando ves el valor de la soja a nivel internacional, por ejemplo escuchaba por la radio que hoy una fruta, una palta sale 650 pesos y el jornal de un trabajador es 5000 pesos, bueno no hay muchas cuentas más para sacar, ¿no?
-¿Y cuántas horas está laburando esa mujer, ese hombre por día?
-Y debería trabajar 8 horas, a ver, en el campo, ubiquémonos en cualquier actividad, si te dedicás a la ganadería, la vaca come, toma agua, no tiene horarios. Se enferma, ¿y quién tiene que cuidar los animales? Todos los días, ¿eh? No es que llega el sábado o hay un feriado y ese animal deja de comer hasta el próximo día hábil. Entonces, ahí tenés un peón general, al que se dedica a la contención y atención de todos los animales, por darte un solo ejemplo, pero a la hora de repartir las ganancias, ese trabajador gana un sueldo mínimo, no cobra extras, no cobra feriados, no cobra nada, ni siquiera tiene su franco compensatorio. Con las escala vigentes hoy, que si bien son bajas, si el sector empresario le liquida las horas extras, los francos, los feriados, este trabajador hoy tendría un ingreso digno.
-¿Qué considera un salario digno hoy en la Argentina 2023?
-Un salario digno sería que a vos como trabajador, como fruto de tu trabajo, te den un salario que te permita vivir dignamente, para que puedas mandar a tu hijo a la escuela y que no tengas que andar con sobresaltos porque no pudiste pagar el agua, la luz o la boleta de gas.
-Usted dijo que los empresarios tienen ganancias récord pero quieren trabajadores pobres.
-Sí, siempre largo este concepto. El trabajador rural es un trabajador pobre con trabajo. Digo esto porque se rompe el alma trabajando y cuando llega fin de mes, lo que gana no le alcanza para cubrir sus necesidades mínimas. Cumpliendo un rol, una jornada laboral como corresponde, no alcanza a producir lo que su familia necesita.
-¿Hay algún país para tomar como referencia donde los trabajadores rurales estén mejor?
-Estuve el año pasado en un congreso de la UITA, que es la internacional del trabajador agrario y ahora voy a participar en otro encuentro que se hace en San Pablo, Brasil, del 7 al 12 de mayo. Y bueno, en los encuentros internacionales uno se da cuenta de la importancia del movimiento obrero argentino. Que no es freno del desarrollo y es un ejemplo a imitar por muchos sindicatos de distintas actividades del mundo. Y eso se lo debemos a Perón por sobre todas las cosas.
-Néstor Kichner lo reforzó.
-Claro, de hecho, pero digamos que el origen, la partitura primera fue de Perón. Sin ir más lejos, nosotros como trabajadores rurales no podemos dejar de ser peronistas porque logramos nuestra entidad como trabajadores a través del Estatuto del Peón Rural que nos dio Perón.
-La famosa cuestión de que algunos patrones no toleraban que los laburantes los miraran de frente, sin bajar la vista…
-Pero claro, porque cuando Perón le dio ese derecho a los trabajadores su propia familia, su madre se lo reprochó al General y él les dijo “si vos no podés pagar a un trabajador, bueno no lo tengas”.
-En marzo el Ministerio de Trabajo le otorgó la certificación de autoridades a la UATRE, mucho más que un papel. ¿Qué sintió?
-Simplemente un reconocimiento a todos estos casi 26 años de lucha que venimos llevando adelante y que en diciembre del año pasado se hizo a nivel nacional. Hemos ganado, por ajustada diferencia pero hemos ganado las elecciones y hoy somos autoridades electas como corresponde, con un mandato por 4 años y además quiero agregarte que en estas elecciones no le gané a mis adversarios circunstanciales
-¿A quién le ganó?
-Al poder político, al poder financiero y a todos los que de alguna u otra manera intentaron, bajo todo concepto, de hacerse de esta organización gremial, que le corresponde únicamente a los trabajadores y nosotros vamos a hacer que así sea.
-¿Les gritó el gol como si fuese Di María o como el Dibu Martínez atajando un penal?
-Totalmente. (risas)
-Usted y yo supimos lo que era “mandar un telegrama”. Un texto abreviado en primer lugar. Si le pido un telegrama sobre la CGT de hoy, ¿qué me escribe?
-Que la CGT es la reserva del Movimiento Obrero argentino y es la reserva del peronismo.
-¿Con sus buenas y sus malas?
-Con sus buenas y sus malas.
-¿Un sueño para las elecciones?
-Que gane el pueblo y que sea el pueblo el que se vea beneficiado en esta elección.
-¿El pueblo, no la derecha ni los libertarios?
-De una vez por todas tenemos que lograr un país, sin grietas, sin intereses personales, ni partidarios, tenemos que pensar como argentino y actuar como argentinos.
«Tenemos que lograr un país, sin grietas, sin intereses personales, ni partidarios, tenemos que pensar como argentino y actuar como argentinos»
-Me imagino que no le debe gustar ver trabajadores simpatizando con la derecha.
-No claro pero creo que es producto de cómo quieren manejar esta sociedad, porque los trabajadores no somos eso, los trabajadores somos argentinos.
-¿De dónde viene el apellido Voytenco?
-Es el apellido de mi abuelo paterno, sé que es ruso, en ese momento era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Aquí vino un contingente de rusos, de la guerra, se radicaron y fueron al Chaco, como productores de algodón.
-¿Cable a tierra?, su descanso, su desconexión. Cine, televisión, música…
-Familia, charlas, mate, ir a la costa del río a tirar la línea, en Corrientes, estamos cerquita
-¿En el puente con los correntinos?
-Claro. Es un clásico de la Argentina.
-¿Rivales y no enemigos con Corrientes?.
-Mirá, dicen “Chaco puede, pero Corrientes lo ayuda” (risas)
-Fútbol, ¿hincha de?
-Boca.
-¿Riquelme o Angelici?
-Riquelme.
-¿Messi, Maradona o Riquelme, o los tres?
-Los tres, porque son argentinos. Messi tiene un valor agregado, es nuestro último ídolo, el que tenemos hoy y es realmente un crack en todo sentido.
-Sonríe bastante usted incluso hablando de temas crudos. ¿Es su modo?
-Sí. Hay que tomarla con alegría porque uno está haciendo algo que siente que es lo que tiene que hacer y es algo que me gusta realmente.
-Jauretche dijo, “venimos a combatir con alegría porque nuestros enemigos nos quieren ver tristes, nada grande se hace desde la tristeza”. ¿Firma?
-Lo firmo. Absolutamente.