(Por Pablo Maradei) El sindicato de estatales ATE Capital que conduce Daniel «Tano» Catalano tendrá una nueva oportunidad para llevar a cabo el congreso que definirá la Junta Electoral para las próximas elecciones nacionales. El intento anterior se tuvo que suspender con acusaciones cruzadas y piñas en la puerta. Internas personales que terminaron en diferencias políticas.
El martes 9 de mayo ATE Capital realizará en el club Argentinos Juniors el Congreso Extraordinario para definir los miembros de la Junta Electoral que fiscalizará las elecciones nacionales del 9 de agosto. Como publicó InfoGremiales, los antecedentes vienen complicados. En el Congreso de la Federación de Box terminaron precisamente a la piñas.
En abril pasado el Congreso, en este caso Ordinario, debía no solo elegir la Junta Electoral sino votar la Memoria y Balance; cosa que este martes no se podrá hacer por ser Extraordinario con la orden del día de elegir la Junta.
Las denuncias de parte de la oposición y que orbitan la cuestión electoral acusan al actual secretario general, Daniel Catalano, de no presentar los padrones y, por lo tanto, no informar del número de congresales. A tientas se habla de 35.000 afiliados por lo que serían unos 700 congresales.
La situación interna en ATE Capital viene complicada desde hace algunos años. Repasemos: en el 2015, la seccional quedó en manos de la lista Verde y Blanca debido a que la histórica lista Verde se dividió. La Verde y Blanca ganó las elecciones colocando a Daniel Catalano al frente junto, entre otros, a Hugo Bellón como secretario de Organización; y a Luciano Fernández como secretario Gremial.
De 2019 para acá la película muta: aunque Catalano reelige, al toque se abre Luciano Fernández y con él se va una buena cantidad de sectores a los que representa como son la Biblioteca Nacional, la Comisión Nacional de Valores, el Renaper y el Inadi; además de varias dependencias civiles de las Fuerzas Armadas.
A las diferencias internas por el manejo político-gremial del sindicato se le suma una jugada que fue pública: circuló un video, grabado con las cámaras del gremio, en el que Fernández aparecía festejando con una delegada a la par de que se echó a correr la bola de que habían tenido un amorío. El dato golpeó fuerte al sindicalista. De la fractura interna gremial se pasó a una fractura de índole personal y desde ahí ya no habría vuelta atrás.
Con Bellón la cosa fue distinta: en 2021, el secretario de Organización de ATE Capital gana las elecciones en Nueva Chicago y asume como presidente del club, lo que algunos interpretaron como el inicio del cortocircuito con Catalano porque este dirigente levantó el perfil. Por supuesto que eso se sumó a las diferencias internas que venían germinando, lo que terminó de alejar a Bellón del Consejo Directivo. Y con él, y al igual que Fernández, se fueron sectores de representados como son, entre otros, la CNRT y Medio Ambiente.
La diáspora concluyó con el vocal Diego de los Santos quien fuera, además, apoderado de la lista Verde y Blanca. A ellos tres se le sumaron otros dirigentes dejando un vacío de poder.
Todos ellos se unificaron con el sector opositor histórico a Catalano en cabeza de Hugo «Cachorro» Godoy: al estar todos bajo un mismo paraguas le empiezan a mancillar el liderazgo a Catalano debido a que se imponen en Plenarios y en las movilizaciones callejeras.