Los veedores del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tuvieron que retirarse del establecimiento de Panaderos cuando un grupo de afiliados pidió impugnar la asamblea de fines de abril “por detectar diversas irregularidades” y considerar que “no estaban dadas las garantías para sesionar”. Los funcionarios de Trabajo consintieron la impugnación.
La fallida Asamblea General Extraordinaria fue convocada por la Unión Personal de Panaderías y Afines (UPPA) para el pasado 28 de abril y terminó en un escándalo. Un grupo de participantes advirtieron por asambleístas truchos, lista de afiliados apócrifas y carnet ilegítimos; planillas de asistencia adulteradas, padrones falseados, ingreso en el recinto de persona ajenas o no afiliadas y no seguir el orden de día, entre otras irregularidades que le cabrían al oficialismo que encabeza José Luis Sánchez.
Sánchez es un dirigente sindical que conduce el gremio de los panaderos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y está acusado por «estar a los dos lados del mostrador», es decir, firmar convenios a la baja para sus trabajadores por ser él mismo dueño de panaderías en la ciudad.
En esta asamblea interrumpida se debía elegir a los integrantes de la Junta Electoral que, compuesta por tres miembros, tendría a su cargo la organización y fiscalización de las elecciones generales de renovación de cargos de los miembros de la Comisión Directiva para el período 2023/2027.
En el desarrollo de la asamblea se advirtió que en las tres mesas de acreditaciones había personas ajenas al gremio. Las acreditaciones se realizan por persona dispuesto por la entidad sindical convocante. Los dos veedores del Ministerio de Trabajo remarcaron en su informe que “las personas de Comisión Directiva nos manifiestan sobre la presencia de un Escribano en las mesas de acreditación” y observaron que “dentro del salón donde se realizaría el acto deliberativo, ya existía la presencia de personas aparentemente acreditadas y a la espera del inicio de la Asamblea”. Por la queja de afiliados a estas irregularidades, se postergó por una hora el comienzo de la asamblea y el ambiente se empezó a caldear.
“Se puede percibir auditivamente, que un grupo de personas dentro del Salón comenzó levantar la voz, realizando insultos y silbidos contra la Comisión Directiva. Luego comienza una riña entre un grupo de personas dentro del Salón y, entre medio de las agresiones a la Comisión Directiva intenta continuar con el desarrollo del acto. En este estado, nos comunicamos con la Dirección Nacional e informamos los acontecimientos que se estaban desarrollando, para lo cual, se nos ordena retirarnos del establecimiento” relataron en su informe los veedores del Ministerio de Trabajo.
Una afiliada impuso una carta documento solicitando la “impugnación y nulidad” de las asambleas por “la comisión de gravísimas y espurias irregularidades e ilicitudes ejercidas con la única finalidad de incurrir en fraude electoral” cometidas desde el momento de la acreditación de las personas asistentes y durante el inicio y desarrollo de las deliberaciones.