(Por Pablo Maradei) Las elecciones en ATE serán el 9 de agosto. Las 3 listas en competencia hablan de profundizar el perfil combativo. Además irán por la ampliación de la base de representación a la espera de los comicios nacionales que podrían definir un Gobierno de ajuste sobre el sector público.
El estreno de las modificaciones que se realizaron al Estatuto de ATE en 2022 ya se ven este año, más precisamente en el proceso electoral que ya empezó a correr y tendrá como fecha final los comicios del 9 de agosto. Hablamos de que el secretario general solamente puede estar dos períodos y la fórmula debe ser mixta. Así es como Rodolfo Aguiar, trabajador de PAMI; junto a Mercedes Cabeza, trabajadora del Senasa, serán secretario general y adjunta por la lista ANUSATE (Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad de ATE). Ambos, al ser trabajadores nacionales, le podrán dar una mirada más federal al sindicato. El tridente de poder de esta lista lo completa Oscar de Isasi (trabajador de la Salud de la Provincia de Buenos Aires) como candidato a Secretario Gremial.
Cuando la Junta Electoral oficialice este lunes las listas es muy probable que figuren para competir la histórica Lista Multicolor, representando a la Izquierda; y la lista verde y Blanca, que podría llevar como secretario general al dirigente neuquino Carlos Quintriqueo y de adjunta a Agustina Panissa, quien es actualmente la segunda de Daniel «Tano» Catalano en CABA.
De esta manera queda fuera de juego en la conducción de ATE, Hugo «Cachorro» Godoy que saltó a la cabeza de la CTA Autónoma dándole lugar a Aguiar, que es rionegrino, y que se inició como delegado del PAMI en 1999. Luego sería secretario general de su regional patagónica durante dos períodos y desde 2019 que es adjunto de ATE a nivel nacional.
Por sus declaraciones más explosivas y por lo que vino publicando en sus redes respecto a los discursos para conformar esta lista se espera un ATE más combativo: no solo porque tiene encima una cuarentena de causas judiciales sobre sus espaldas por cortes de ruta y ocupaciones de dependencias públicas, sino también por protagonizar en 2017 en Río Negro una movilización contra Mauricio Macri en una visita a ese territorio. Todo terminó en incidentes y con Aguiar preso; esa fue la tercera vez que terminaba en un calabozo.
Luego del final de la Dictadura, ATE volvió, en 1984, a los trabajadores de la mano de Víctor de Gennaro y Germán Abdala: al poco tiempo hubo una primera reforma del Estatuto para ampliar la capacidad de afiliación del gremio con la intención de llegar a los trabajadores provinciales. Ahora, y como parte de lo que serán los ejes de la próxima gestión, «la idea es llegar a los municipales» dicen desde el entorno de la fórmula. Por eso se espera una nueva reforma del Estatuto: buscan darle mayor capacidad de poder a estos trabajadores que en muchos casos se encuentran precarizados y con representaciones bastante pobres.
De hecho, una deuda pendiente para con los trabajadores estatales nacionales es justamente bajar el nivel de precarización y por el otro recuperar los puntos de pérdida del poder adquisitivo del salario. Más allá de las divisiones al momento de rubricar paritarias que también discute UPCN, solamente en el último acuerdo paritario con el gobierno de Alberto Fernández, ATE no estuvo de acuerdo.
Frente a un escenario de ajuste más allá de quién gane las elecciones presidenciales, seguramente los posicionamientos en la paritaria serán mucho más duros; salvo que las negociaciones cubran las expectativas gremiales. Y un dato: hoy por hoy más del 60% de los trabajadores estatales son pobres en nuestro país.
Las regionales y la calle para ganar territorialidad y adhesiones
El cabildeo para lograr esta lista unidad tuvo su correlato en el apoyo conseguido en casi una veintena de provincias; y se espera que la PBA, Entre Ríos, Formosa y Santiago del Estero se acoplen también.
En CABA gobierna la lista Verde y Blanca que tiene y peleará por su reelección Daniel Catalano. La ANUSATE llevará como candidato a disputarle la secretaría general a Pablo Spataro. Y a la ANUSATE se le sumó un sector disidente de Catalano y que son parte del Consejo Directivo actual. Final abierto.
Durante la gestión de Aguiar-Cabezas, ATE cumplirá 100 años de vida: será en 2025. Más allá de los festejos la dupla se propone ampliar la territorialidad y pasar de los 316.000 afiliados a los 500.000.
Será un desafío en un futuro incierto donde no se sabrá quién gobernará el país y que decisión vaya a tomar con las dependencias estatales. «Habrá mucho posicionamiento callejero«, advierten desde el entorno de la fórmula de consenso.