Mario «Paco» Manrique, el dirigente de la CGT, de SMATA y referente del Frente Sindical junto a Pablo Moyano es precandidato a diputado de Unión por la Patria. En esta reformulación del oficialismo, remarcó que la importancia de esta elección presidencial es total: «Se juega todo».
El secretario gremial de la CGT y Adjunto de SMATA Mario «Paco» Manrique además es precandidato a diputado por Unión por la Patria. Para el dirigente «en esta elección se juega todo pero no desde la vista partidaria sino desde lo económico, lo social y lo soberano»
En diálogo con AM 530, Manrique desarrolló: «Son dos modelos. La sociedad tiene que entender qué lo que se está jugando es un estilo de país de acá a la eternidad. La deuda externa que se contrajo no fue para una campaña, fue para perder la soberanía sobre las riquezas naturales de nuestra Nación».
Y contrapuso: «Cuando la oposición te dice que tenés que sufrir los años que vienen, por qué tengo que sufrir en un país se estima va a tener un crecimiento durante los próximos 10 años», se preguntó.
Al ser consultado a qué sector del movimiento obrero organizado iba a representar, Manrique aclaró: «Yo soy un hombre del movimiento obrero y el movimiento obrero son todos. Después, obviamente hay voluntades, pareceres, que tendremos que empezar a dirimir y a entender que hay cosas que tenemos que cambiar. No podemos seguir fragmentados por la política. Mi candidatura no es de los dirigentes, es de los laburantes. Si bien es un logro colectivo, también personal, gracias a mi sindicato, soy un legislador obrero. Mis principios y mis ideales no los voy a cambiar. Los reclamos laborales lo voy a seguir haciendo».
Y puntualizó con un ejemplo de lo que se viene, impulsado por la oposición de Patricia Bullrich o de Horacio Rodríguez Larreta: «A mí la reforma laboral no me asusta. Si quieren discutir una reforma, bueno, lo discutimos. Si tenemos la mayoría en las Cámaras, vamos a discutirla y vamos a reformar la ley laboral, para mejorarle aún más la vida a los laburantes, no que nos quiten derechos».
También hizo referencia a la necesidad de un replanteo sobre el salario mínimo vital y móvil: «Debería tener como base el valor de la canasta familiar y no puede estar atado a nada, a los planes sociales».
«Los movimientos sociales deben tener su propio espacio de discusión con el ministerio de Desarrollo Social, de Trabajo, de Economía. Y el movimiento obrero los debe ayudar a los dirigentes de sociales a discutir las mejores condiciones que se puedan pero el SMVM va para otro lado», explicó Manrique.