El Gobierno de Entre Ríos acordó con los gremios estatales de la provincia aumentos salariales para julio y agosto, con un porcentaje que esté por encima de la inflación, incrementar el mínimo salario de los contratos de obra y equiparar asignaciones familiares a las nacionales.
El ministro de Economía provincial, Hugo Ballay, llegó a un acuerdo salarial con la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), los dos sindicatos del sector en Entre Ríos.
El primer semestre del 2023 «quedó cerrado con un 60% de aumento», destacó Ballay, y consideró que «el diálogo es lo que siempre va a llevar al mejor resultado», al recordar que el aumento estaba previsto para más adelante y se anticipó.
El acuerdo incluyó modificar la base de cálculo, que pasará a ser el salario de junio; un incremento del 6% con los haberes de julio, a cuenta del próximo aumento; y una nueva reunión en agosto para acordar la próxima suba, siempre «por encima de la inflación».
Además, el Gobierno y los gremios acordaron un incremento de los contratos de obra, que pasarán a ser de $160.000, logrando un incremento del 103% en lo que va del año.
También establecieron la modificación de los topes de las asignaciones familiares, y un aumento del 21% para «poner a las asignaciones familiares de la provincia en los mismos valores de Anses», detallaron.
Por último, resolvieron reunirse la semana próxima para discutir sobre un nuevo convenio colectivo de trabajo del sector público.
El ministro de Economía entrerriano mencionó que con lo acordado «el salario mínimo llegaría a un valor cercano a los $208.000, por lo que un trabajador que cobra el mínimo, con la asignación de un hijo supera la canasta básica».
«Son demostraciones claras de que este Gobierno siempre va a estar al lado de los trabajadores de la mejor forma y el compromiso de poder cumplirlo», completó.
El secretario general de ATE, Oscar Muntes, dijo en declaraciones a la prensa que es un acuerdo para «ir recomponiendo el salario ante la inflación que estamos viviendo» y se mostró «muy satisfecho» porque «se está muy cerca del objetivo principal de estar cada vez más cerca de la canasta básica».
La secretaria adjunta de UPCN, Carina Domínguez, por su parte, exigió que en agosto «se discuta salarios y no cláusulas gatillo», y reclamó modificaciones «en otros códigos, para la próxima reunión, y del pago de traslado a cocineras».