(Por Pablo Maradei) Los hechos de violencia ocurridos esta semana (los asesinatos de Morena y del médico en Morón; y la muerte de un militante en un acto contra las elecciones) no solo dinamitaron el final de campaña sino que los discursos más corrosivos tomaron volumen mediático. El sindicalismo, mientras tanto, sostuvo una campaña light.
A tal punto que un dirigente que militó en favor de Cambiemos entre 2015 y 2019 y que aún tiene su costado amarillo dice en OFF: «Ya a mi me cuesta bancar estos discursos porque se fueron todos demasiado a la derecha», dice casi resignado. El que sigue sosteniendo esas banderas es Dante Camaño, candidato a diputado y ex cuñado de Luis Barrionuevo, ambos del sindicato de Gastronómicos.
Del lado de enfrente, todo el otro arco sindical se aglutinó detrás de la fórmula Massa – Rossi de Unión por la Patria: una muestra de ello se vio este martes en el Movistar de Malvinas Argentinas. Hasta allí se acercaron todas las facciones que anidan en la CGT: Gordos, Independientes, Moyanistas y de la Corriente Federal, el ala gremial más kirchnerista de la Central.
El lugar no fue elegido al azar ya que algunos dirigentes querían que se hiciera en un estadio de fútbol ubicado en la Ciudad de Buenos Aires; pero primó que «sea prolijo«. Prolijo fue el eufemismo elegido para que nada se saliera de un corredor civilizado. ¿Y qué se entiende por civilizado? «Que no hubiera peleas, cruces entre la UOCRA y Camioneros por ejemplo; o silbatinas a los candidatos; en definitiva evitar un martes 13 por el estado en el que está la economía», explica un dirigente a InfoGremiales.
Y agrega la misma fuente: «Previo al acto y por un lado Massa anunció la suba del mínimo no imponible para Ganancias, lo que fue muy positivo; y por el otro, otorgar una suma fija para los salarios conveniados más bajos». Es decir que esa suma fija permita llegar a la canasta básica; una penuria de estos años en los cada vez más trabajadores formales no llegan a fin de mes.
Un sindicalista insidioso le dijo a InfoGremiales: «¿Si Massa sale tercero en cantidad de votos, que a mi criterio es lo más probable, esta CGT de cero actividad gremial terminará abrazada a un ancla«. La mirada es muy perfil K en el sentido de que Cristina Kirchner observa la campaña de lejos sabiendo que encontró en Massa la espalda que «banque» una derrota del PJ si es que la hubiera.
Volviendo al acto que tuvo una impronta muy europea por cómo fue diseñado, agrega la misma fuente: «Ya la CGT no tiene el poder de convocatoria que tuvo; eso no es nada nuevo; entonces eso explica también esto de armar un acto alejado de un distrito accesible». Completa: «Para llegar ahí sí o sí había que trasladarse en micro y eso lo cortaron los propios sindicatos para evitar cualquier cosa que empiojara el asunto».
Del acto, con capacidad para 15.000 personas, participaron el Consejo Directivo de la CGT, secretarios generales y delegados; el bullicio del militante silvestre que se podía haber acercado no existió. Un sindicalista comentó ante la consulta de si había fervor peronista en el microestadio de Malvinas: «Llegué al escenario caminando sin ni siquiera sentir la transpiración del otro debido a que no había amontonamiento de gente; es más te diría que ni siquiera tuve que pedir permiso para circular».
Síntomas de una campaña light.