Los choferes de la línea 60 marcharán hoy para pedir la intervención del Gobierno en el conflicto laboral que ya se cobró medio centenar de despidos y lleva once días afectando a miles de usuarios.
Los trabajadores se concentrarán hoy en la esquina de Callao y Avenida Rivadavia a las 10:00 y desde allí marcharán hasta el ministerio del Interior y Transporte, para reclamar al Gobierno que intervenga en un conflicto que amenaza con extenderse.
Mientras tanto los choferes continuaban hoy sin cobrar boleto y la Justicia ordenó a la empresa que permitiera la salida de diez unidades del playón de Maschwitz, que había sido bloqueado por unidades policiales afectando la circulación del servicio.
«A más de una semana del inicio del conflicto, la empresa no da ninguna respuesta, sólo trata de perseguirnos, de acusarnos y de hacer denuncias falsas», informó a Télam Esteban Simonetta, delegado de los trabajadores de la línea 60.
El delegado expresó que «hoy (por ayer) la justicia ordenó que se permitiera la salida de diez de las unidades que están en el playón de Maschwitz, una de las cabeceras, y dijo que si por el plazo de cinco días no había conflicto permitiría que se saquen las 190 unidades restantes para circulación».
La semana pasada, un fiscal de Escobar había pedido una medida preventiva para que no se sacaran los coches de la cabecera para evitar el «delito de hurto».
«Esta medida es una locura, porque nosotros venimos trabajando desde la semana pasada y todos hacemos nuestro recorrido y devolvemos el vehículo. Por suerte la justicia nos apoyó una vez más y pidió que se levantara esta preventiva», indicó.
El trabajador aseguró que «si bien el servicio está con demoras porque hay 190 unidades que son retenidas por la empresa, es importante que el usuario sepa que quienes manejan son los choferes de siempre, habilitados y con su correspondiente descanso».
«Además -continuó- sigue vigente el seguro ya que la CNRT obligó a la empresa a sostenerlo».
El conflicto entre la empresa Monsa y los trabajadores comenzó el jueves 25 de junio cuando los choferes decidieron no cobrar boleto en reclamo de la reincorporación de uno de sus compañeros que, según ellos, fue echado sin motivos.
Un día después, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y ordenó a la empresa reincorporarlo, pero cuando el empleado se presentó a trabajar le prohibieron la entrada y además enviaron 50 telegramas más de despido.
«Lo que hicimos entonces fue continuar con la medida de fuerza de no cobro de boleto y fue entonces cuando la empresa retiró a todo el personal jerárquico y administrativo para evitar que las unidades puedan circular”, explicó Simonetta.
Durante cinco días los trabajadores cumplieron sus horarios en los playones de la línea y el servicio estuvo completamente interrumpido, afectando los casi 250.000 pasajeros que utilizan la línea diariamente.
“El jueves pasado, a pesar de no contar con la autorización de la empresa, decidimos sacar los colectivos para no perjudicar tanto al pasajero y la empresa en vez de adoptar una medida conciliadora o venir a dialogar desapareció”, añadió Hugo Schwartzmann, otro representante de los trabajadores.
Según los delegados, la empresa denunció que hay una usurpación del predio de Maschwitz, “algo que no existe porque acá cada uno entra y sale cuando quiere”, sostuvo Schwartzmann.
«Esperamos que la empresa recapacite y se siente a dialogar con los trabajadores, o que el Ministerio de Trabajo interceda de una vez por todas porque este conflicto no puede seguir así”, afirmó.