Ante la posibilidad de que el gremio decidiera una protesta nacional, la cartera de Trabajo dictó el viernes la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días y le informó la resolución al gremio.
Dirigentes de la organización aseguraron que «las negociaciones de las Comisiones Paritarias no llegaron a buen puerto» y explicó que, hasta ahora, «no hubo respuestas a las modificaciones de los textos técnicos de los convenios colectivos y tampoco de las empresas de carga, además de haberse ofrecido una insuficiente mejora salarial que no recompone el poder adquisitivo».
La Fraternidad rechazó un incremento del 27,8 por ciento y sostuvo en un documento que la oferta «no alcanza a recomponer el poder adquisitivo de los haberes frente a la carestía de la vida».
Ante la posibilidad de una inmediata protesta nacional, Trabajo encuadró el conflicto en la Ley 14.786 de conciliación.
Maturano se convirtió en el último año en uno de los dirigentes opositores más fuertes, por lo que la tensión con el gremio se convirtió en moneda corriente.
«Los convenios colectivos del gremio están vencidos desde marzo último. Entonces el sindicato aceptó anticipos a cuenta para garantizar la paz social, consecuente con su centenaria tradición dialoguista y en procura de alcanzar consensos», afirmó.
La Fraternidad acató la conciliación obligatoria y, de esa forma, agotó «las últimas instancias para alcanzar una recomposición salarial y la unificación de los textos técnicos de los convenios colectivos, persistentemente postergados por las empresas», afirmaron los dirigentes del gremio que lidera Omar Maturano.