La automotriz General Motors suspendió la producción en su planta de Alvear, en la provincia de Santa Fe, por falta de piezas importadas necesarias para fabricar los vehículos.
Según informó la compañía, la suspensión de la actividad se extenderá por lo menos por una semana, siempre que en estos días se pueda recomponer la cadena de suministro con los proveedores.
«La producción será reanudada tan pronto se reciban las piezas de los proveedores afectados», indicó oficialmente la empresa.
Se trata de proveedores que importan piezas y que en las últimas semanas comenzaron a tener problemas para poder ingresarlas al país.
Ante esta situación, el directorio de General Motors interrumpió temporalmente los turnos de trabajo en aquella planta, donde se fabrican los modelos Tracker y Cruze.
La capacidad de producción de la planta santafesina es actualmente de 110.000 unidades anuales, de las cuales la mayoría se exporta.
La medida que tomó la automotriz estadounidense va en línea con decisiones similares que tomaron otras empresas del sector: por caso, Renault, Nissan, Stellantis y Volkswagen hicieron lo mismo, por problemas en el suministro de piezas o ajustes de stocks.
Las automotrices enfrentan inconvenientes con la aprobación de SIRAs, necesarias para importar, y también tienen dificultades para realizar pagos al exterior.
Entre enero y septiembre, la producción de vehículos alcanzó las 465.236 unidades, un 18,1% más que en el mismo lapso de 2022, según informó la asociación de fabricantes Adefa.
Los niveles de integración de piezas locales no llegan al 50% en los modelos que tienen más partes nacionales, por lo cual todas las automotrices se ven obligadas a importar.