La huelga en el Senasa, el organismo que realiza los controles fitosanitarios del agro, desde hace 9 días que paraliza la industria cárnica. Por el conflicto, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires (Sicgba), convocó «a todos los consumidores que nos acompañen en defensa de la mesa de los argentinos, no comprando carne» hasta que concluya la disputa por reclamos salariales.
El gremio, que está alineado con el barrionuevismo, busca con el llamado a «impedir que se incremente el precio de la carne un 20% en beneficio de los intermediarios buitres», en alusión a los incrementos que comenzaron a aplicar supermercados y frigoríficos por el faltante de carne vacuna.
«Este aumento es solamente especulativo, aprovechando esta situación puntual. Estos 3.500 matarifes buitres y supermercados buitres ya tienen stockeado el producto», señaló en un comunicado la entidad gremial que conduce Adolfo Etchehun.
El conflicto estalló el 6 de julio pasado, cuando los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dictaron una huelga en reclamo de la apertura de la paritaria sectorial. El pliego de demandas incluye la equiparación de salarios con organismos afines que cumplen funciones similares como AFIP; Migraciones, Aduana, pase a planta permanente de los contratados; el 82% móvil jubilatorio, entre otros puntos.
Frente a este panorama, la cámara exportadora de carnes ABC advirtió que cerraría las plantas del sector ya que la huelga afectó el ingreso de ganado bovino a los establecimientos. Si bien la amenaza no se concretó, los empresarios terminaron ajustando precios en las góndolas, adelantaron vacaciones y dictaron suspensiones a su personal.
Esa medida, que afecta a más de 7500 empleados, fue acordada con el secretario general de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne, José Alberto Fantini, quien pidió al Gobierno atender los reclamos «justos» que realizan los asalariados del Senasa.
Sin embargo, el acuerdo provisorio provocó malestar en el sindicato barrionuevista. «Repudiamos y desautorizamos las delcaraciones de José Alberto Fantini. Los trabajadores en ningún momento autorizamos en asamblea que se negocie adelanto de vacaciones. Todo lo contrario, nosotros los trabajadores queremos que se respeten las fuentes de trabajo», afirmó Etchehun.