(Por Jorge Duarte @ludistas) El pacto entre Javier Milei y Patricia Bullrich de cara a la segunda vuelta detonó la relación entre el libertario y Luis Barrionuevo. El dirigente gastronómico le retiraría la fiscalización en las 11 provincias que cubrió en las generales. Lo deja atado a la suerte del PRO. Primer coletazo.
El pacto sellado entre el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Mieli y la titular del PRO, Patricia Bullrich, quien oficializó su apoyo al libertario, ya trajo la primera consecuencia en lo que fue, tal vez, la relación político-sindical más exótica del último tiempo. Es que el líder de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, parece estar dispuesto a romper todos los puentes con Milei.
El acuerdo entre quienes compitieron en las presidenciales, que se cocinó entre ayer y hoy a la mañana, Mauricio Macri mediante, y que fue presentado este mediodía, cayó como una bomba en el entorno del gremialista que parece dispuesto a romper todo vínculo Milei. Así lo confirmaron fuentes libertarias y sindicales.
La tirria entre Barrionuevo y Bullrich es conocida. De hecho en sus últimas apariciones públicas, el sindicalista se había encargado de cuestionarla largamente y de poner en evidencia sus contrastes, en momentos en los que la dirigenta lo señalaba como «casta».
En la práctica el quiebre implicaría el retiro inmediato de la armada de fiscalización que Barrionuevo le prestó a Milei en las generales del pasado 22 de octubre. Esa maniobra cubrió unas 11 provincias del país y movilizó a miles de militantes.
«Claro que fiscalizamos. Nosotros estuvimos en todas las mesas que nos tocaron», explicó una importante fuente del sindicato desmintiendo a quienes sugirieron que no le habían cuidado los «porotos».
Barrionuevo también había ordenado el armado de mesas sindicales que promuevan la candidatura del libertario en diferentes puntos del país. Si se quiere, la Córdoba era un caso testigo. Eso tampoco tendría continuidad en las próximas horas.
La derrota electoral del domingo de Milei, su apariencia política desperfilada de estas horas, el derrotero mediático ofrendando cargos por votos y el acuerdo final con el PRO, habrían terminado con sepultar la simpatía de Barrionuevo.
Hasta hoy el gastronómico era el único sindicalista que se había jugado por el libertario. Lo había apoyado públicamente tras las PASO, se había reunido posteriormente en privado, le había ofrendado un acto en Parque Norte, había operado de nexo con otros gremialistas y le había aportado base y logística para la fiscalización de los comicios.