La temporada de langostinos en aguas jurisdiccionales del Chubut, que ya debería estar en marcha, no comenzó por un paro de los «observadores de abordo» y un conflicto entre el sindicato de los estibadores y los empresarios del sector, según reconoció el Secretario de Pesca, Gabriel Aguilar.
«En el caso de los observadores a bordo ellos están pidiendo un incremento salarial similar a los que obtienen los empleados de la actividad privada, pero es imposible para nosotros acceder porque tenemos el mecanismo de paritarias en el Estado que es totalmente distinto al del sector privado», explicó Aguilar a Télam.
Si no operan los observadores de abordo que se embarcan en 18 pesqueros para fiscalizar la talla de los ejemplares de langostinos, no se habilita la temporada, que ya debería estar en marcha desde hace al menos una semana desde los puertos de Rawson, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia y Camarones.
A esto se suma el conflicto por la negativa de los empresarios del sector a pagar lo que consideran un «sobrecosto» en el servicio de descarga en el muelle, y culpan al aumento salarial que logró el Sindicato Empleados Portuarios Argentinos (SUPA), que está por encima del resto de los gremios.
El SUPA nuclea a los trabajadores que hacen la estiba y lograron en el último acuerdo paritario un incremento del 70,3% que lleva al 160,88% en el acumulado del año, según informó el propio gremio.
Desde el sector empresario argumentaron a Télam que «eso es impagable».
Así lo definió el presidente de la Cámara de la Flota Amarilla del Chubut (CAFACh), Gustavo González, quien reconoció que «si bien nosotros no tenemos injerencia directa en el pago de los salarios a los trabajadores de la descarga porque a ellos les pagan las empresas de estibaje, son las plantas las que tienen que pagar el servicio y los costos suben muy por encima de las posibilidades».
En esto coinciden tanto la CAFACh como la cámara de la flota artesanal y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP).
González agregó que «lo realmente preocupante es que de esta actividad dependen entre 7.000 y 8.000 trabajadores que están esperando que la temporada comience».
Ayer el SUPA emitió un comunicado en el que acusan a los empresarios de hacer «un intento de lock out patronal» presionando para que no se homologuen los acuerdos salariales acordados en paritarias.
En el pronunciamiento, firmado por el dirigentes del SUPA Chubut Alexis Gabriel Gutiérrez, se señala a los empresarios como «un grupo de nenes caprichosos y arrogantes, amigos del poder político y judicial, acostumbrados a tener el control de la secretaría de pesca provincial y la sumisión de nuestro sindicato».
«En base a eso amasaron sus fortunas, hoy se involucran de forma ilegítima, de lleno y abiertamente, en una paritaria pacífica acordada por la patronal correspondiente» sostiene el comunicado.
El propio secretario general Gutiérrez, en diálogo con Télam, indicó que «el planteo que hacen los empresarios pesqueros es insólito porque ellos no son la contraparte nuestra, porque nuestros empleadores son las empresas de estibaje, pero evidentemente están demostrando que manejan de atrás las empresas de estiba también».
«Es decir tienen los barcos, las plantas y las empresas de estiba, en una palabra manejan la banquina, lo que no vamos a permitir al menos nosotros desde esta nueva conducción» que asumió a mediados de año.
A esto se suma una denuncia que realizaron empresarios en sede judicial contra integrantes del gremio por «extorsión».